Los pasillos cumplen una función principal en la distribución de la casa y, sin embargo, solemos pasar por alto su decoración, dejando que vaya languideciendo y (oscureciendo) sin poner remedio. Aunque no te lo creas, hacer que pase de ser una zona de paso normal a un espacio funcional y bonito es más fácil de lo que parece. Descubre en estas 10 ideas cómo sacar partido a sus particulares dimensiones (son largos y estrechos) y conviértelo en un lugar con posibilidades y mucho estilo.

1. Vestido de arriba abajo
Si quieres que tu pasillo tenga el mismo estilo de tu casa, ¿por qué no lo vistes igual que el resto de las estancias? Esto es lo que ha hecho la interiorista Raquel González. Empezando por el suelo y terminando por las paredes. Para crear un ambiente agradable, se alió con los tonos neutros cálidos y aportó un toque de sofisticación con las obras de arte.
Mientras que vistió el pavimento con una moqueta. Un recurso, característico del estudio, que ahora es tendencia. Además de luminosidad y confort, protege y ayuda a 'esconder' suelos que no encajan o están deteriorados.

2. Papel pintado y espejo vertical
El papel pintado es uno de los mejores recursos para dar estilo sin tener que cambiar nada más. Además, protege la pared y tapa agujeros e imperfecciones. El estudio de la arquitecta Maria Adele Savioli respeta la esencia clásica e histórica de la casa con un modelo vegetal, muy resultón, que encaja a la perfección con el suelo de madera antiguo. El espejo de pared en formato vertical es otra buena idea para copiar de este ambiente, ya que crea sensación de amplitud y aligera el peso visual del papel.
También destaca el mueble estrecho que no resta metros, pero ofrece sitio para guardar y una repisa, para dejar las llaves, el móvil o, incluso, libros, a modo de estantería.

3. Puertas llamativas
Si tienes una buena base, ¿por qué no dejar que se vea? Esto es lo que debió pensar el estudio de arquitectura ARQUID al rehabilitar un antiguo pazo. Por ello, en el pasillo dejaron a la vista las paredes de piedra y la cubierta de viguería, como recuerdo de los orígenes rurales de la casa. Además, elevaron el techo hasta los 4 metros de altura, lo que le da amplitud y oxígeno.
El broche final lo ponen las grandes puertas correderas. Sus dimensiones y su diseño en roble y hierro lacado en negro, específicamente diseñadas para recrear las entradas de los establos, suponen una nueva original forma de abordar esta zona de paso.

4. Un armario empotrado
Si quieres que, además de decorativo, el pasillo preste servicio en el día a día, puedes incluir un mueble estrecho o, como en esta propuesta de Batte Interioristas, un armario empotrado. Una solución que brinda espacio para guardar y ayuda a mantener el orden. Para que resulte más ligero, debe quedar integrado y pasar desapercibido. Otra buena idea es el arco. Un recurso que evita el 'efecto tubo', ya que da vida al espacio y 'rompe', al dividir, con la sensación de largo y estrecho.
Hay que destacar que el estudio usó el mismo pavimento porcelánico para toda la casa, pasillo incluido, y jugó con una paleta cromática neutra, para crear sensación de unidad. ¡Conseguido!

5. Una librería con poco fondo
Si no tienes espacio en el salón o el dormitorio, eres 'tsundoku' o en tu librería principal ya no entra ni un ejemplar más, colocar una estantería de poco fondo y de pared a pared es una buena idea. La clave está en elegir un modelo estrecho que no se 'coma' centímetros de paso. Todos pensamos en un diseño de una conocida marca sueca que es perfecto para esta solución.
En esta propuesta, el estudio Claudina Relat Arquitectura adaptó una casa antigua a las necesidades modernas, incorporando en la subida a la escalera, una librería que se adapta al hueco. Nos encanta el detalle de los focos en la parte alta.

6. Baldas por la pared
Las baldas son un recurso clásico que ofrece un sinfín de posibilidades. Puedes usarlas para dejar libros, objetos decorativos, fotografías, souvenirs… En esta propuesta de Estudio Ibarra van mucho más allá, ya que aprovechan al máximo la pared, adaptando su forma a esta. Por eso, en lugar de ser rectas, son curvas, lo que le permite rentabilizar la esquina, que de otro modo se hubiera perdido.

7. Bien equipado
Si lo primero que te encuentras al entrar en casa es un pasillo, una buena idea es convertir una de sus partes en recibidor y dotarlo de una función extra. Esta propuesta de IKEA tiene todo lo que necesitas y puedes encajar en un espacio estrecho.
Así, incorpora decoración y almacenaje en la pared, como los ganchos para colgar los abrigos, los focos, o los zapateros Hemnes. Un mueble que solo tiene 30 cm de profundidad y, sin embargo, cuenta con una fila doble para que entren muchos pares. Sin olvidar el banco con almacenaje de 37 cm de fondo.

8. Apliques de pared que iluminan el camino
Si de algo pecan los pasillos estrechos, especialmente los de las casas antiguas, es de falta de luz. Por eso, una idea simple que funciona es iluminarlo bien para que, en lugar de tenebroso, resulte luminoso y agradable. Esto es lo que han hecho Rebeka Németh y Juliette Abello, de Nota Estudio: proporcionarle luz y amplitud.
Para ello, siguiendo las mismas directrices del resto de la vivienda. Colocaron apliques de pared, estratégicamente situados, y crearon un entorno neutro con pequeños toques en negro mate, en las luminarias y las manillas de las puertas. De esta manera, imprimieron, al mismo tiempo, fuerza y carácter.

9. Paredes (muy) decoradas
Siempre decimos que el blanco es el color para ampliar metros y multiplicar la luz. Sin embargo, esta regla puede romperse siempre que se sepa hacer bien. Esto es lo que ha hecho la interiorista interiorista Rosa Lahoz de Lapopie Studio. Para evitar el 'efecto tubo' oscuro, cada pared es distinta, aunque cuentan con un zócalo muy alto pintado de negro.
Una se pintó en azul y alcanza el techo, donde destacan unas molduras originales pintadas de rosa claro, y varios platos antiguos de la propietaria cuelgan de esta pared. Mientras que en la otra se colocó un papel pintado de rombos con una gran pieza decorativa de madera labrada, a modo de cuadro.

10. Con mucho arte
El arte consigue que un espacio normal pase a ser personal. Por eso, una idea sencilla de dar vida y estilo a un pasillo es colgando de sus paredes uno o más cuadros. Eso sí, no se trata de diseñar un camino con muchas obras, que nos lleven de un lado a otro de la casa, sino de crear atención focal e imprimir un toque dinámico y bello al espacio.
Tal y como ha hecho el estudio Punto M en esta vivienda, donde cada obra añade un extra de exclusividad y refinamiento. Recuerda que tan importante es la elección como la iluminación.