Espectacular casa de 800 m² en Pozuelo de Alarcón: donde la vida laboral y la doméstica conviven sin mezclarse
Diseñada por el estudio Canobardin, esta construcción en Pozuelo de Alarcón (Madrid) cuenta con espacio de 'coworking', de forma que trabajo y hogar no conviven. ¡No tendrás excusa para llegar tarde a la oficina!
Juntos, pero no revueltos, y perfectamente delimitados. Así podríamos definir la relación entre la casa y el estudio de esta vivienda con jardín y piscina de Pozuelo de Alarcón (Madrid). Situada en una parcela de 800 m2, el despacho de arquitectura Canobardin diseñó una construcción adaptada a los necesidades de los propietarios. De forma que es posible desarrollar la vida laboral y la doméstica, y a la vez integrarse en el entorno natural, garantizando la intimidad tanto entre los vecinos como entre la zona pública y la privada.
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Aunque se percibe como una sola construcción, cuenta con una área destinada a espacio de trabajo y otra a hogar, diferenciadas en planta y con accesos independientes, para asegurar la independencia de ambas.
Con jardín y piscina, esta casa-estudio vive también al aire libre. Así, la zona pública de la vivienda, que alberga salón comedor y cocina, se abre al jardín mediante grandes ventanales, que conectan el interior con el exterior. Aquí, el estudio ha diseñado un espacio al aire libre con forma poliédrica, en un amarillo vibrante, que se funde con el paisaje y aporta un toque de color.
Al entrar en la vivienda, lo primero encontramos es un patio interior con abundante vegetación, que genera un ambiente fresco y aporta luz natural al interior. La intención de los arquitectos Julio Cano y Bárbara Bardin era crear un lugar de calma y conexión con la naturaleza dentro de la propia de casa.
La distribución del interior se organiza en dos áreas. Así, en el lado izquierdo de este patio interior, se encuentra la zona privada, mientras que en el lado opuesto, se ubican la cocina y el salón comedor que, como hemos señalado anteriormente, se abren al jardín a través de grandes cerramientos acristalados.
El estudio Canobardin diseñó esta gran sala de estar de manera que la luz natural invade el espacio y permite que, tanto desde el comedor como desde el salón, se pueda observar el jardín y la piscina y disfrutar de esa conexión con el exterior en cualquier época del año. Un mismopavimento se encarga de reforzar la unidad entre ambos ambientes.
El estilo minimalista, que combina un blanco puro en las paredes con detalles de madera a su alrededor y ciertos toques cromáticos atrevidos, se repetirá en las distintas estancias de la casa.
Un gran banco de obra a medida, que actúa como sofá y sigue la forma de la planta, es el protagonista de este salón con chimenea. Una pieza que multiplica el número de asientos, sin restar metros, y que potencia, a la vez, distintos usos: rincón de lectura, chaise longue, lugar para la sobremesa...
Con salida al jardín, el pavimento azul sigue también fuera, manteniendo la continuidad visual. Nos encanta el guiño de la mesa de centro amarilla y las butacas azules. Dos colores que también hacen de nexo de unión entre el exterior y el interior.
El deseo de los arquitectos era crear una casa donde fuera fácil vivir, sin incrementar el gasto. Por eso, los grandes ventanalesdel espacio único, en el que se incluye el comedor con una mesa de madera con las patas azules (otro guiño cromático), están vestidos con persianas enrollables. Mientras que en el jardín se ha construido, además, una celosía de cáñamo que tamiza la luz del sol en el interior, pero sin perder la conexión visual con el paisaje.
La calefacción y climatización se resuelve con un sistema de aerotermia, que se apoya mediante paneles solares fotovoltaicos que están ocultos sobre la cubierta.
De planta alargada, la cocina de esta casa-estudio rentabiliza al máximo el espacio, gracias a sus armarios hasta el techo, que sacan partido a la altura y favorecen el almacenamientovertical y a soluciones tan ingeniosas, como la barra de desayunos de quita y pon. Vestida de madera, la zona de fuegos y cocción se ha revestido de azulejos blancos, a juego con la encimera, modelo que luego podremos ver también en los baños.
Llama la atención el suelooscuro que, sin embargo, queda perfectamente integrado en el ambiente. Esto es debido a la abundante luz natural y al juego con las juntas de las baldosas.
Para generar protección térmica y una sensación de refugio y privacidad, los dormitorios se han resguardado por muros de carga anchos. Con una decoración minimalista y sencilla, solo el suelo azul y los elementos de madera destacan en esta caja blanca, donde incluso el aplique de la pared se viste de este color.
La habitación infantil mantiene el mismoestilo decorativo del resto de la casa, sin perder de vista su carácter práctico para los más pequeños. Con paredes blancas y suelo azul, un gran mueble con cajas para guardar y varias estanterías ayudan a mantener el orden, algo fundamental en estos espacios. La luz, que se cuela por la ventana XL, es la otra gran protagonista del ambiente
A imagen y semejanza de la cocina, el baño reproduce la misma mezcla de materiales. Así, la madera se apodera del mueble bajolavabo y la puerta de paso, mientras que los azulejos revisten la pared de la ducha y el suelo apuesta por un color oscuro. También aquí, como ocurre en toda la vivienda, la luz natural es parte importante del espacio.
Desde el exterior de la parcela, lo primera que se aprecia es el volumen ocupado por el estudio, paralelo a la alineación de la calle, que actúa además como una barrera visual y oculta tras de sí la casa. De esta manera, la parte de vivienda queda adosada al lugar de trabajo y se accede a ella por un camino independiente. Esto garantiza que las visitas profesionales no interfieran en la vida familiar, separando así los dos mundos.
El proyecto del estudio de arquitectura Canobardin refleja una forma de vivir y trabajar, que pudiera tener un fácil y eficiente mantenimiento y que estuviera conectada con el jardín. Así, el estudio se ha diseñado como una caja a doble altura, con un altillo en el que se ubica la zona de trabajo propiamente dicho y una parte inferior con mesa de reuniones y muebles de almacenaje. Una escalera metálica blanca es la encargada de comunicar ambos espacios.
La madera clara y con vetas se apodera de las paredes, el suelo y los muebles del despacho, estableciendo ciertas diferencias estéticas con la parte privada de la vivienda.Un material, además, que incrementa la calidez de un espacio más formal e impersonal y conecta, al mismo tiempo, con el entorno que lo rodea.
Este estudio cuenta también con abundante luz natural, gracias a las grandes ventanas de distinta forma y tamaño, incrementando la sensación de amplitud y aportando ligereza al conjunto.