La rosa del desierto (o Adenium obesum) es una suculenta espectacular originaria de África y la península arábiga, que está dispuesta a conquistar terrazas, balcones y patios de los amantes de las flores. Con un tronco abultado verdaderamente único y flores coloridas, esta planta es tan decorativa como resistente. De ahí que, en muchas ocasiones, sea cultivada como bonsái.
Pero ojo, aunque es fácil de cuidar, tiene sus reglas. No le gusta el exceso de agua, ama el sol directo y odia el frío. Si vas a cultivar una rosa del desierto, esta guía sobre sus cuidados te va a venir de fábula.

Características de la rosa del desierto (‘Adenium obesum’)
La rosa del desierto combina lo mejor de dos mundos botánicos: la dureza de una suculenta y la belleza exuberante de una flor tropical. Su caudex (su tallo aéreo y muchas veces abultado en formas caprichosas), no solo cumple una función vital de reserva de agua, sino que se convierte en el centro estético de la planta.
Sus ramas crecen con gracia, pero con firmeza, y al llegar la temporada de floración, ese armazón casi minimalista se transforma en una explosión de color. Las flores, grandes y abiertas, se posan sobre el follaje.
Sus hojas, alargadas y verdes brillantes, aportan contraste y elegancia. Aunque tienden a caer con el frío, regresan con fuerza al volver el calor.
Se trata de una planta perenne que puede crecer en maceta o directamente en el suelo (si vives en un clima cálido), y con el tiempo se vuelve aún más imponente.

Tipos más comunes de rosas del desierto
La especie base es la conocida Adenium obesum, con floraciones tradicionales, que destacan por su resistencia y belleza clásica. A pesar de su abundancia de formas y tamaños, las variedades se distinguen principalmente por el color de sus flores. Entre los más habituales encontramos:
- Rosa intenso o rosa fucsia: las tonalidades más clásicas y reconocibles. Las flores pueden tener un tono uniforme o ligeros degradados hacia el blanco en el centro.
- Rojo vivo: muy popular por su intensidad, llama la atención por su fuerza visual sobre el fondo verde del follaje.
- Blanco: menos frecuente, pero también común en viveros.
- Bicolor: en estos casos las combinaciones blanco con rosa o rojo, muy apreciadas por su contraste.
Como vemos en la imagen, con ejemplares de Planfor, la mayoría de las rosas del desierto tienen cinco pétalos bien definidos y simétricos, con forma de estrella o trompeta. Mucho menos comunes son las que presentan flores dobles o triples, raras y cautivadoras.

Variedades que también debes conocer
El Adenium obesum es, con diferencia, la variedad más cultivada y conocida mundialmente dentro del género Adenium. Es frecuente en jardines y como planta ornamental debido a su facilidad de cuidado y su impresionante floración, además de los beneficios ecológicos que representa al ser fuente de sustento para insectos y pájaros y ayudar a estabilizar los suelos contra la erosión. De la familia también hay que destacar:
- Rosa del desierto de Socotra (Adenium socotranum): muy similar al Adenium obesum en cuanto a la forma de sus flores, pero sus troncos pueden ser más gruesos y su forma de crecimiento más arbustiva. Sus flores de tamaño mediano suelen ser de color rosa.
- Adenium oleifolium: las hojas son alargadas, delgadas y de color verde a gris, parecidas a las de un olivo. Las flores, por su parte, son de un rosa brillante, más pequeñas que las del Adenium obesum.
- Adenium somalense: tiene una base gruesa que se engrosa aún más a medida que la planta envejece. Mientras que las flores son de un color rosa pálido a blanco, con un centro amarillo.
¡Atención, es venenosa! Los venenos del bosquimano no debes incluirlos en tu colección de plantas.
- Veneno del bosquimano (Adenium boehmianum): te contamos sus características para que la identifiques. Tiene hojas gruesas, de un verde brillante, y flores de color rosa pálido a blanco con un centro amarillo, a menudo con una forma tubular o campanulada.

¿Cuándo florece la rosa del desierto?
La temporada de floración principal de esta resistente suculenta ocurre en primavera y verano, cuando las temperaturas suben y los días se alargan. En algunos climas templados, como en las Islas Canarias, puede tener floraciones secundarias en otoño.
¿Secretos para conseguir que florezca de manera exuberante? Una de las claves para estimular la floración es proporcionarle la cantidad adecuada de luz solar: un mínimo de 6 horas al día.
Por otra parte, la fertilización adecuada también es esencial. Emplea un abono bajo en nitrógeno y alto en fósforo y potasio, cada 15 días durante los meses más cálidos del año. También debes hacer una poda estratégica: eliminar ramas secas o débiles en primavera promoverá la formación de flores.

Los cuidados que requiere la rosa del desierto
La rosa del desierto es resistente a la sequía y, de hecho, lo que no tolera el riego excesivo. La regla de oro es: riega solo cuando el sustrato esté completamente seco. Siempre hay que aportar más agua durante la primavera y verano, no obstante, un riego semanal puede bastar.
Respecto a la poda, se realiza preferentemente al final del invierno o inicios de primavera, antes de la temporada de crecimiento. Se pueden cortar ramas secas o dar forma para estimular una floración más abundante y un crecimiento más compacto.

El sustrato idóneo
Teniendo en cuenta que la rosa del desierto en su hábitat natural está hecha para vivir en condiciones duras, las zonas áridas, el suelo debe imitar esas condiciones. Así, nunca uses tierra de jardín común ni compost denso, porque tienden a retener demasiada humedad y crean un ambiente asfixiante para las raíces. El sustrato debe ser muy poroso y aireado, de modo que lo ideal es usar una mezcla para cactus o suculentas (que ya viene con una base ligera) con perlita, gravilla o arena gruesa (que actúen como drenantes).
En pocas palabras: si el agua entra y sale rápido, el suelo es suelto y no se apelmaza, vas por buen camino. Tu rosa del desierto va a lucir flores espectaculares y un caudex bien formado.

¿Dónde colocar la rosa del desierto?
Existen muchas plantas que pueden recibir sol directo solo con moderación, no es el caso de esta hija de África, que adora que la bañen los rayos solares al menos entre 6 y 8 horas al día. Colócala en balcones, terrazas, patios o ventanas muy iluminadas. El lugar debe estar protegido de corrientes de aire y de lluvias intensas.
Si vives en zona fría, puedes tenerla en maceta para moverla al interior en invierno. Se siente como en casa cuando las temperaturas están en un rango de entre 20 °C y 35 °C, mientras que no le gusta el frío ni la humedad excesiva.
Aunque no es una rosa en términos botánicos (ni remotamente), se le llama así por sus flores grandes, coloridas y delicadas, que recuerdan a las de las rosas tradicionales. El apellido ‘del desierto’ viene por lo que acabamos de hablar, su capacidad de sobrevivir en climas áridos y extremos, como los desiertos africanos o de la península arábiga. Es una flor que es capaz de sobrevivir en condiciones de calor extremas.

¿Cómo cuidar una rosa del desierto en el invierno?
Durante el invierno, la rosa del desierto entra en un estado de reposo. De modo que es importante:
- Reducir al mínimo el riego (o suspenderlo si hace mucho frío).
- Evitar fertilizantes hasta que llegue la primavera.
- Protegerla del frío intenso, especialmente si el termómetro baja de los 10 °C.
Si está en maceta (como esta de Planfor, con la flor rosa), llévala a un interior bien iluminado y cálido. No te asustes si pierde hojas pues es parte del ciclo natural de descanso. Sin sus flores, la planta parece un árbol baobab en miniatura.

La reproducción de la rosa del desierto
La rosa del desierto puede propagarse de forma bastante sencilla, y lo mejor es que tú eliges el método de reproducción según lo que busques: un crecimiento más vistoso, o resultados más rápidos.
La primera opción, el sistema por semillas, suele ser la favorita de los más pacientes. En contraprestación a la espera las plantas que nacen tienden a desarrollar un tallo más redondeado y atractivo.
Por otro lado, está la reproducción por esquejes, un método simple que acelera los resultados. Basta con cortar una rama sana, se deja secar unos días para que cicatrice la base y luego se planta en un sustrato bien suelto. En estos casos la floración llega antes, pero el caudex no se desarrolla igual y puede ser más estrecho o menos estético.

¿Cuánto dura la rosa del desierto?
La rosa del desierto (Adenium obesum) es una planta muy longeva que, con los cuidados adecuados, puede vivir varias décadas, tanto en suelo como en maceta, aunque en esta última su tamaño será más reducido.
La rosa del desierto no requiere cuidados excesivos ni tratamientos constantes para ser feliz. Además, su resistencia natural a enfermedades reduce el riesgo de contagiar a otras especies cercanas (en la imagen, por ejemplo, se encuentra junto a otra planta especialista del desierto: el cactus erizo).
Aunque es fuerte, también puede sufrir problemas de salud. En especial es susceptible a:
- Pudrición de raíces, causada por exceso de agua.
- Plagas de cochinillas y pulgones, que atacan los brotes jóvenes.
- Ácaros, en ambientes muy secos.

¿Qué simboliza la rosa del desierto?
Esta planta guerrera del desierto no solo es decorativa e ideal para jardineros con poco tiempo, a lo largo de la historia la rosa del desierto ha adquirido un fuerte simbolismo. Representa resistencia y supervivencia, debido a su capacidad para prosperar en las condiciones más adversas.
Además, en algunas culturas africanas esta planta también está asociada con la protección y la prosperidad, siendo vista como un talismán que defiende contra los espíritus malignos.