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HOLA+4211 Casa HOLA© Cesar Villoria

Se encuentra a una hora de Lyon y este año celebran su 150 aniversario

Así es el castillo familiar, con fantasmas amigables, junto a los Alpes de la pintora y cantante Charlotte Amar

La construcción principal está rodeada por un terreno de 650 hectáreas con una  granja, bosques centenarios y un lago


Por: Victoria de Alcahúd
14 de abril de 2025 - 16:40 CEST

Ciertamente, tener un castillo queda fenomenal cuando, en una cena, dejas caer, 'casualmente', eso de "porque en mi castillo…". Sin embargo, los verdaderos 'dueños', las familias que los poseen desde hace cien años o más, suelen llamarlos sencillamente 'casas', aunque todos sepamos que no son 'precisamente' unas simples casas.

Charlotte posando junto a su marido, David Amar: "Nos presentó un amigo común y, siéndote sincera, no hubo “fuegos artificiales” entre nosotros, pero empezamos a hablar por teléfono, en la distancia"© César Villoria
Charlotte posando junto a su marido, David Amar: "Nos presentó un amigo común y, siéndote sincera, no hubo 'fuegos artificiales' entre nosotros, pero empezamos a hablar por teléfono, en la distancia".

Los Dugas de Boissony, cuya nobleza data del siglo XVII, cuando su antepasado Claude-Marie Dugas de Boissony fue consejero del Rey Luis XVI, han sido propietarios de varios castillos, como el de Chaillouvres, del siglo XII, o el que hoy nos ocupa, el de Chassagne, a una hora de Lyon, que 'solo' lleva en la familia 150 años.

Claude-Marie Dugas de Boissony, antepasado de la familia, fue consejero del Rey Luis XVI, y David Amar, abuelo paterno de su marido, era el brazo derecho del Rey Hassan II de Marruecos

Una vista aérea de la propiedad, perteneciente a la familia Dugas de Boissony, cuya nobleza data del siglo XVII© César Villoria
Una vista aérea de la propiedad, perteneciente a la familia Dugas de Boissony, cuya nobleza data del siglo XVII.
Otra panorámica del castillo y la piscina, que se encuentra delante del edificio© César Villoria
Otra panorámica del castillo y la piscina, que se encuentra delante del edificio.

Historias felices

Esta propiedad, rodeada de 650 hectáreas y con una extensión de 1.600 metros cuadrados (sin contar los sótanos), 16 habitaciones 'en suite', capilla, piscina, granja, bosques centenarios e incluso un lago, 'aterrizó' en la vida de Charlotte Amar, pintora, compositora, música y cantante de country, gracias a su matrimonio con David Amar, hijo de Elizabeth (Betty) Dugas de Boissony, propietaria del castillo.

Nuestra anfitriona posando con sus tres hijos: Leon (doce años), que juega campeonatos de "rugby"; Ava (once), que estudia Música e Interpretación, y Gioia (ocho), que siempre está contenta y ayudando a los demás. Junto a ellos, sus perras, "Massai" y "Texas".© César Villoria
Nuestra anfitriona posando con sus tres hijos: Leon (doce años), que juega campeonatos de 'rugby'; Ava (once), que estudia Música e Interpretación, y Gioia (ocho), que siempre está contenta y ayudando a los demás. Junto a ellos, sus perras, 'Massai' y 'Texas'.

"Lo que más me gusta —comienza Charlotte, sentada en su gran cocina, rodeada por el estruendo de las motos de sus hijos, que no acaban de arrancar para dar un paseo con su padre y pone muy nerviosos a sus tres perros presentes—, lo que me encanta —puntualiza con una calma digna de admirar mientras cierra las ventanas— es que este lugar, más que un castillo, es una casa familiar". Debido, sobre todo, a la influencia de su suegra, Betty, una mujer muy abierta y generosa. En el recuerdo de Charlotte, "elegante y sencilla". Por lo visto, era una mujer cercana y si hacía falta, lujosamente vestida durante una fiesta formal, se sentaba con los pies descalzos en el sofá y relajaba el ambiente. Con ella, todo el mundo se sentía a gusto.

"Lo que más me gusta y me encanta es que, más que un castillo, es una casa familiar. Siempre ha sido un lugar tranquilo, agradable, lleno de risas y felices encuentros"

La fachada del "château", que tiene una extensión de 1.600 metros cuadrados (sin contar los sótanos). © César Villoria
La fachada del 'château', que tiene una extensión de 1.600 metros cuadrados (sin contar los sótanos).
Una divertida imagen de la familia contemplando el cielo© César Villoria
Una divertida imagen de la familia contemplando el cielo.

"Esta es una casa con innumerables historias que contar, todas felices. Mucha gente reunida celebrando la vida. Fue mucho más grande en el pasado, con más edificios colindantes, caballerizas y un terreno de unas 3.000 hectáreas, o puede que más. La familia se ocupó de construir el hipódromo, donde hoy mis hijos y mi marido se entrenan como jugadores de polo, e incluso la iglesia local. Ya en tiempos más recientes, pese a la disminución en extensión de la propiedad, no era posible para Betty manejarla. Fue entonces cuando su exmarido y padre de David y su hermano, Darryl, se la compró para ellos".

Charlotte posando como una "Madonna". Su origen italiano está presente en esta instantánea. © César Villoria
Charlotte posando como una 'Madonna'. Su origen italiano está presente en esta instantánea.

Charlotte estudió Marketing y Publicidad y ha fundado su propia empresa de relaciones públicas enfocada a la alta relojería

Betty murió hace ocho años y Charlotte tomó como misión seguir la estela de su suegra y mantener las cosas casi como ella las tenía por amor. Como le gusta recibir y cocinar… "¡y también comer!", afirma entre risas, esta es una casa abierta. Una pandilla de amigos acaba de irse, justamente, esta mañana...

"Con nosotros está ahora Jean Victor, el hermano de Betty, que, por cierto, tiene con su mujer, Nathalie, una propiedad fantástica en Marruecos, donde vive normalmente, y su hijo Charles, cazador profesional —según él, al estilo de Robert Redford en Memorias de África—, con su reserva Famille de Rotschild en Camerún".

El "hall" de la entrada© César Villoria
El 'hall' de la entrada.
La majestuosa escalera de mármol que conduce al primer piso© César Villoria
La majestuosa escalera de mármol que conduce al primer piso.

Nada en principio encaminaba a Charlotte a convertirse en propietaria de un castillo. Nacida en París, es la pequeña de tres hermanos de una familia relacionada con el vino por parte de su madre italiana. Y por parte de padre, experto en economía, escritor de libros, propietario de su propia empresa de fusiones y adquisiciones y, durante un tiempo, presidente de Buffet Crampon, la reputada empresa de fabricación de instrumentos de viento. Por ello, la música formó siempre parte de su vida.

"Empecé con piano y solfeo a los cinco años; violón y guitarra más tarde, y compartí con mi padre la magia de tocar juntos. Desgraciadamente, a mis 18 años, él murió. Estaba a punto de irme a estudiar a Estados Unidos, pero no fui capaz de dejar sola a mi madre. Me quedé en París y me gradué en Marketing y Publicidad".

El primer piso presidido por una gran mesa, sobre la que hay una selección de porcelanas de Asia y del norte de África. Su suegra, Betty, solía traerlas como recuerdos de sus viajes, por lo que representan una colección de buenos momentos© César Villoria
El primer piso presidido por una gran mesa, sobre la que hay una selección de porcelanas de Asia y del norte de África. Su suegra, Betty, solía traerlas como recuerdos de sus viajes, por lo que representan una colección de buenos momentos.

Un caballero a la antigua

Comenzó trabajando para Bvlgari, luego en Louis Vuitton y, por fin, en Paul Smith, antes de crear su propia empresa, Agazzi Event, usando su apellido materno. Buena repu­tación, éxito y una vida agradable... pero la vida tenía otros planes para ella.

"David se cruzó en mi camino. Nos presentó un amigo común y, siéndote sincera, no hubo 'fuegos artificiales', pero empezamos a hablar por teléfono, en la distancia. Él, en Suiza; yo, en Francia. Al mes, murió su hermano, Darryl, en un accidente, y las conversaciones se hicieron más profundas y más largas y cotidianas... Cuando nos dábamos cuenta, había pasado una hora y media. Muy pronto, nos convertimos en 'amigos íntimos'. Y fue una suerte. Hace ya 19 años de esto. David es hoy mi marido, mi amante, el mejor padre y sigue siendo mi mejor amigo. Es, además, un caballero 'a la antigua', lo que me encanta. Superinteligente, muy trabajador y con una gran curiosidad por las cosas grandes y las pequeñas que le hace querer aprender siempre".

"Un día, mi hija Ava, que tiene una gran sensibilidad, preguntó: '¿Hay algo que te habría gustado hacer y nunca has hecho?'. 'Componer mi propia música y cantarla', le respondí"

El salón principal© César Villoria
El salón principal. La gran lámpara de cristal francesa del siglo XVII domina la estancia. Sobre las mesas auxiliares hay un par de figuras de madera tallada y dorada, que representan dos esfinges egipcias. El biombo chino del XVIII luce elegante en la magnificencia.

Hace una pausa y añade: "Tiene también una gran responsabilidad, ya que es, actualmente, el CEO de la empresa familiar de inversiones. En Marruecos, durante el reinado del Rey Hassan II, su abuelo paterno, también llamado David, un extraordinario hombre de negocios, y su padre, Daniel Amar —ambos extraordinarios hombres de negocios marroquíes—, era el brazo derecho del monarca. Creó una gran compañía que controlaba el trigo, la harina, el azúcar y la leche, hasta que, un día, el soberano pensó que la alimentación del país no podía estar en manos privadas y le propuso comprar su empresa por parte del reino. Se hizo de forma amigable, con un precio justo y con dinero exportable, lo que era inusual".

La gran lámpara de cristal francesa del siglo XVII domina la estancia. Sobre las mesas auxiliares hay un par de figuras de madera tallada y dorada, que representan dos esfinges egipcias. El biombo chino del XVIII luce elegante en la magnificencia.© César Villoria
Un contraplano de la misma estancia. Al fondo, se vislumbra la biblioteca. La chimenea es de 1874.
Una escena musical de Charlotte, junto a sus dos hijas, interpretando una de las canciones de la artista, que empezó a estudiar Música con cinco años© César Villoria
Una escena musical de Charlotte, junto a sus dos hijas, interpretando una de las canciones de la artista, que empezó a estudiar Música con cinco años.

Nómadas

Hoy, David se ocupa de las importantes inversiones de la familia, además de ser un padre muy presente para sus tres hijos: Leon, de doce años; Ava, de once, y Gioia, de ocho. 

"No nos poníamos de acuerdo en dónde vivir, así que fuimos 'nómadas' entre Londres y París hasta que, por fin, nos decidimos por Ginebra. Al principio me costó. Me decía a mí misma: '¿Qué voy a hacer yo, medio parisina, con mi derecho de independencia nato, y medio italiana, con un cierto caos en mis venas, en una ciudad tan estructurada?'. Y hoy no puedo ser más feliz, ¡estoy encantada! Con nuestra casita blanca, a 20 minutos de la ciudad, construida frente al lago y con una finca con vacas en la parte de atrás. Es una vida idílica para los niños".

La mesa del comedor vestida con mantelitos en lino diseñados por la anfitriona. La vajilla es de Collection Fougères, creada especialmente para el castillo por el atelier Charlotte Amar. La cristalería de Murano está pintada a mano por su suegra.© César Villoria
La mesa del comedor vestida con mantelitos en lino diseñados por la anfitriona. La vajilla es de Collection Fougères, creada especialmente para el castillo por el atelier Charlotte Amar. La cristalería de Murano está pintada a mano por su suegra.

También un poco tendencia bohemia, la que le viene de su amor a Estados Unidos y, en concreto, por el estilo de música country, a la que es tan aficionada. Todo le parece fabuloso en aquel país. El universo inmenso y salvaje, la luz de los grandes espacios americanos, incluso "el cielo allí es más azul", afirma convencida.

"Tras la muerte de mi padre, la magia de tocar juntos, que estaba unida a mis recuerdos juntos, desapareció. Los instrumentos quedaron olvidados, excepto una guitarra que viajaba a todas partes conmigo… Muda. Sin embargo, siempre les he cantado a mis hijos y, un día, Ava, que tiene una gran sensibilidad, preguntó: '¿Hay algo que te habría gustado hacer y nunca has hecho?'. No me hizo falta pensar mucho: 'Componer mi propia música y cantarla', respondí".

"Esta es una casa con innumerables historias que contar, todas felices. De mucha gente reunida celebrando la vida"

Un armario oriental del XVIII© César Villoria
Un armario oriental del XVIII.

Y fue su hija quien la empujó. El, por aquel entonces, profesor de música de la niña la animó a que le enseñara alguna composición propia. Le sugirió grabarla y, sin decir nada a nadie, la colocaron en Spotify. "Una semana después, Dean Miller, un histórico productor de música, hijo del legendario Roger Miller, de Nashville, la capital del country, me escribió diciendo que quería produ­cirme. '¿Quééé…?'. No lo podía creer. Total que me e fui para allá y grabamos de forma sencilla, fluida y agradable... ¡hasta hoy!".

Vista lateral del edificio, que tiene unas 71 ventanas© César Villoria
Vista lateral del edificio, que tiene unas 71 ventanas.

La música 'country' y el 'art de la table'

La música country es, para Charlotte, la mejor de las músicas, porque sus canciones cuentan una historia. Es un estilo muy popular con millones de seguidores en Estados Unidos y, recientemente, con la ayuda de Beyoncé, cada vez más conocida internacionalmente. Pero Charlotte no es solo una mamá que hace country, sino que también dibuja cerámica.

Charlotte tomó como misión seguir la estela de su suegra, Elizabeth (Betty) Dugas de Boissony, fallecida hace ocho años, y mantener las cosas casi como ella las tenía, por amor

Charlotte alimentando a sus cabras, "Cactus" y "Coachella". © César Villoria
Charlotte alimentando a sus cabras, 'Cactus' y 'Coachella'.

"Siempre me gustó el art de la table, es decir, crear una mesa bonita. Como no encontraba en el mercado lo que yo quería, decidí hacerlo yo misma. No se me da mal el dibujo, así que empecé a pintar platos de cerámica y terminarlos en un horno que construí en la casa. Los fotografiaba y luego los subía a Instagram. Las amigas llegaron primero, luego las amigas de las amigas y, en la actualidad, como ya los fabrico en Limoges, siguiendo el prototipo realizado a mano que he confeccionado en mi horno, los puedo vender a todo aquel que le guste la artesanía y los objetos hechos con corazón".

Habitación de invitados "en suite" con vistas al frondoso exterior.
Habitación de invitados "en suite" con vistas al frondoso exterior.
El dormitorio principal.
El dormitorio principal.

Porque eso es lo que tiene Charlotte, un gran corazón y un aire de que todo va bien en el mejor de los mundos, que no pasa nada aunque haya un gran escándalo fuera, entre ruidos de motos y perros que ladran, porque la vida es la felicidad de las pequeñas cosas y los buenos momentos entre amigos.

Otra estancia para invitados, con un mueble de madreperla, hueso, madera y mármol de origen norteafricano. © César Villoria
Otra estancia para invitados, con un mueble de madreperla, hueso, madera y mármol de origen norteafricano.
El dormitorio del mayor de sus hijos© César Villoria
El dormitorio del mayor de sus hijos.
TEXTO

Victoria de Alcahúd

PRODUCCIÓN

Victoria de Alcahúd

FOTOGRAFÍAS

César Villoria

DECORACIÓN MESAS

Feels Lake Home

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