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Tulipanes de colores© Adobe Stock

Plantas de exterior

Plantas bulbosas que florecen en primavera: una explosión de flores para llenar de color jardines y terrazas

La primavera despierta con fuerza y color. Te contamos todo sobre las bulbosas que marcan la temporada, unas flores que harán muy vibrante tu jardín durante esta estación.


10 de abril de 2025 - 17:30 CEST

Las plantas bulbosas guardan un secreto bajo tierra. En sus bulbos, tubérculos o rizomas atesoran la energía necesaria para renacer en primavera, cuando el frío se retira. Flores como tulipanes, narcisos, jacintos o muscaris se despiertan con una explosión de color y belleza, anunciando que el jardín vuelve a latir. Combínalas con vivaces porque juntas crean composiciones más duraderas, variadas y atractivas a lo largo del año. Una de las ventajas de las bulbosas es que son poco exigentes con el riego, lo que facilita su mantenimiento.

Descubre qué bulbosas florecen en primavera y transforman los exteriores en lugares vibrantes y alegres. Son ideales para borduras, donde aportan luz y textura, y también para crear macizos llenos de vida. Además, su versatilidad permite disfrutarlas no solo en el suelo del jardín, sino también en terrazas y balcones, donde florecen en macetas con igual belleza. Esta selección la hemos ordenado por su época de floración, los crocos la tienen temprana, mientras que las fresias, ya rozando el verano. 

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Crocos ('Crocus'), bulbosas primaverales © Suju Foto / Pexels

Crocos, belleza en miniatura que anuncia el cambio de estación

Los crocos (Crocus) son de las primeras bulbosas en florecer, a menudo abriéndose paso entre los últimos fríos, desde finales de enero o febrero, según el clima. Sus florecillas en forma de copa, de estética delicada, pero resistentes, aparecen en tonos que van del blanco al amarillo, violeta y púrpura, a veces con vetas o centros contrastados que les dan un aire aún más especial.

Por su tamaño compacto y su crecimiento rápido, son perfectos para borduras, rocallas o para llenar de vida las macetas cuando aún parece pronto para ver color en el jardín. Para que estén felices sitúa los crocos en lugares soleados y no te pases con el riego, pues el exceso de agua puede perjudicarlos.

Aunque la mayoría de los crocos florecen a principios de la primavera (son populares las variedades Crocus vernus, Crocus tommasinianus, Crocus chrysanthus y Crocus sieberi), también existen algunos que florecen en otoño. 

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Flor del fragante jacinto de uva ('Muscari') © Yoksel Zok / Unsplash

Jacintos de uva, la joya azul del jardín

El jacinto de uva (Muscari) es una planta bulbosa que destaca por sus pequeños racimos de flores en forma de campana, generalmente de color azul intenso, aunque también existen variedades en blanco y morado. Su floración recuerda a los racimos de uvas y comienza a finales de invierno o principios de la primavera, creando una estampa fresca y colorida que atrae, igual que los jacintos, por su delicado aroma. 

El jacinto de uva prospera en lugares soleados o de semisombra, aunque prefiere la luz directa para lograr una floración más abundante. Es muy fácil de cuidar, ya que no requiere riegos excesivos y soporta bien la sequía, aunque, eso sí, prefiere un sustrato rico en material orgánica. 

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Los tulipanes ('Tulipa'), flores símbolo de la primavera © Wouter Koppen / iBulb

Tulipanes, los grandes clásicos de la primavera

Los tulipanes (Tulipa) son, sin duda, uno de los símbolos más reconocibles de la primavera. Sus flores, elegantes y de formas variadas, despliegan una amplísima gama de colores: desde blancos delicados hasta rojos intensos, amarillos vibrantes, rosas suaves, violetas y hasta tonos oscuros casi negros

Prosperan en suelos bien drenados y en lugares soleados, donde pueden recibir varias horas de luz al día. Son plantas de fácil cultivo y no requieren riegos abundantes, salvo en épocas muy secas. 

Si cultivas tulipanes, el acierto está asegurado, pues permiten disfrutar de una primavera llena de color, con flores que no pasan desapercibidas.

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Los narcisos ('Narcissus') son una de las flores más emblemáticas de la primavera© Adobe Stock

Narcisos, la alegría temprana de la estación florida

Los narcisos (Narcissus) son una de las flores más emblemáticas de la primavera. Con sus corolas en forma de trompeta y sus tonos predominantemente amarillos (aunque también existen variedades en blanco y crema) aportan una luminosidad inconfundible al jardín. Su aspecto delicado esconde una planta resistente y con gran capacidad para naturalizarse, creando masas floridas que regresan año tras año.

Son una de esas flores que, sin esfuerzo, aportan belleza y frescura a cualquier rincón. Prosperan mejor en zonas soleadas o con ligera sombra, y requieren suelos bien drenados. Son fáciles de cuidar y necesitan riegos moderados, sobre todo durante el crecimiento activo. 

Los narcisos cada vez ganan más popularidad, tanto plantados en tierra como en maceta por su temprana floración y su capacidad para llenar de vida los espacios exteriores tras el invierno. 

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Jacintos ('Hyacinthus') con flores de distintos colores rosas © Wouter Koppen / iBulb

Jacintos, la fragancia que anuncia el buen tiempo

Los jacintos (Hyacinthus) son inconfundibles por su perfume y sus densas espigas florales, repletas de pequeñas flores en forma de estrella. Se presentan en una paleta de colores que abarca desde el blanco y rosa hasta el azul, el púrpura y el fucsia, convirtiéndolos en una opción ideal para aportar un toque vibrante y aromático al jardín.

Los tendrás fuertes si los cultivas en ubicaciones soleadas o de semisombra, pero protegidos del viento. También es esencial procurarles suelos bien drenados que eviten el encharcamiento dado que las bulbosas son sensibles a la humedad. 

Los bulbos de jacinto pueden florecer durante dos o tres primaveras si se conservan bien, aunque con el tiempo tienden a debilitarse y a producir flores menos vistosas. Cuando termine la floración, es importante cortar solo el tallo floral y dejar que las hojas se sequen por completo antes de retirarlas. Luego, se deben desenterrar los bulbos, limpiarlos y almacenarlos en un lugar seco y fresco, siempre con la punta hacia arriba. Así podrán volver a plantarse en otoño y dar nuevas flores al año siguiente.

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'Anemone coronaria', una planta bulbosa de floración primaveral© Steven Bemelman / iBulb

Anémonas de primavera, una explosión de flores delicadas

Las anémonas (Anemone) son bellas plantas con sus flores delicadas. La floración de la anémona primaveral (con variedades como la Anemone blanda o la Anemone coronaria) comienza generalmente a finales de invierno o principios de primavera, dependiendo del clima, y puede durar hasta mediados de la estación. También existen anémonas de floración estival, estas lo hacen entre junio y agosto, y otras con inflorescencias otoñales (Anemone hupehensis y Anemone x hybrida, por ejemplo).

En cuanto a sus cuidados, las anémonas primaverales prefieren recibir suficiente luz directa durante la mañana, cuando el calor no es tan intenso. Conviene que los suelos sean ligeramente ácidos. Además, al cabo de unos años reemplaza tus anémonas, porque tienden a debilitarse y su aspecto no es tan esplendoroso.

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Las fresias ('Freesia') son bulbosas conocidas por sus delicadas flores en forma de campana© Wouter Koppen / iBulb

Fresias, belleza vibrante y aroma envolvente en tu jardín

Las fresias (Freesia) son bulbosas conocidas por sus delicadas flores en forma de campana, que pueden variar en una amplia gama de colores, como amarillo, rosa, morado, blanco e incluso combinaciones multicolores. Las fresias lucirán flores desde finales de la primavera hasta principios de verano. Suman a su atractivo visual su embriagadora e intensa fragancia, lo que las convierte en una excelente opción para jardines multisensoriales.

En cuanto a los cuidados, para un crecimiento óptimo requieren suelos bien drenados, preferiblemente ligeramente ácidos. 

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Jardín en primavera con bulbosas cultivadas en el terreno© Maayke de Ridder / iBulb

Plagas y enfermedades de las bulbosas

Las plantas bulbosas pueden verse afectadas por diversas plagas y enfermedades que comprometen su desarrollo. Sus amenazas frecuentes son los pulgones, de los más temidos, y los trips

Ten en cuenta, no obstante, que unas de las enfermedades más perjudiciales para las bulbosas son causadas por los hongos, que prosperan en ambientes húmedos y con poca ventilación. La botritis es la más habitual y se manifiesta con manchas marrones y un moho grisáceo en hojas, tallos y flores. Para combatir la botritis es esencial vigilar el encharcamiento y evitar el riego excesivo. También se recomienda eliminar las partes afectadas y aplicar fungicidas específicos. 

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Flores de las dalias ('Dahlia spp.'), bulbosas de floración estival © Timo C. Dinger / Unsplash

El verano también es tiempo de bulbosas

En primavera se puede disfrutar de la floración de numerosas bulbosas que plantamos en otoño, como todas las que hemos recogido en el reportaje. Su esplendor en esta estación del año se debe a que estas especies necesitan pasar el invierno bajo tierra, aprovechando el frío como estímulo para desarrollar sus flores una vez llegan las temperaturas suaves. El clima templado y el aumento progresivo de la luz favorecen su crecimiento, permitiéndonos ver ahora jardines y parterres llenos de color.

De cara al verano, también podemos contar con bulbosas, aunque, en este caso, se plantan en primavera, ya que no toleran bien las heladas y necesitan calor para prosperar. Estas especies agradecen una exposición soleada y suelos bien drenados, y empiezan a florecer cuando las temperaturas suben, aportando una continuidad de color al jardín tras la floración primaveral. ¿De cuáles se trata? Variedades como las dalias (Dahlia spp.; en la imagen), que ofrecen una gran diversidad de formas y colores, o los gladiolos (Gladiolus), con sus altas espigas florales que dan un toque elegante y vertical al jardín. También destacan los lirios (Lilium), con sus flores vistosas y fragantes; las begonias (Begonia semperflorens), ideales para zonas de sombra parcial y muy apreciadas por su floración prolongada; los espigados agapantos ( Agapanthus africanus), de espectaculares flores en color azul o blanco; y las cañas de Indias o cannas (Canna indica), de follaje exótico y flores vibrantes.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.