Los propietarios de esta vivienda (ubicada en Igualada, a 60 km de Barcelona) son un joven matrimonio con dos niñas que vivían en un piso de 77 metros cuadrados. Contaban con otro de 134 metros cuadrados, que tenían alquilado. Su decisión fue llevar a cabo una reforma integral para unir ambos. El resultado es una vivienda de 211 metros cuadrados, más casi otros 100 de terrazas, compuesta por un gran salón-comedor con biblioteca, una cocina con office, tres dormitorios, tres baños (uno de ellos en la suite principal), una sala de juegos y un despacho. Para dar vida a su nuevo hogar, confiaron con Albert Ramoneda Studio.

Ambientes comunicados en la zona de día
Los propietarios enfocaron la reforma a lograr una casa polivalente para disfrutar en familia y con los amigos. La estética debía ser atemporal con protagonismo del color. Con estas premisas comenzó a trabajar Albert Ramoneda Studio (www.albertramoneda.com). La distribución de los dos pisos unidos para convertirse en uno solo apenas se ha alterado, al contrario de lo que podría parecer.
La separación original de ambos pisos era a través de los salones, así que lo que se ha hecho ha sido respetar los mismos espacios, cambiando algunos usos. Por ejemplo, se han conservado las habitaciones de la vivienda grande, y en las de la pequeña, una se ha convertido en despacho y la otra, en cocina. Esta toma muestra cómo se suceden los ambientes en la zona de día, destacando las librerías a medida en la pared como biblioteca. Silla tapizada de Sancal.

El nuevo salón de la casa
La principal intervención en este proyecto se centró en la zona de día. Aquí se derribó el tabique que separaba ambos salones. Además, un espacio colindante que existía originariamente se ha dividido, integrando parte al salón y parte al dormitorio en suite para crear un vestidor. La antigua cocina del piso que contaba con más metros se ha reconvertido ahora en una divertida sala de juegos para las niñas, con acceso a la terraza.
El nuevo salón queda delimitado por una alfombra en color oro -de Cotlin- sobre la que destaca el sofá verde jaspeado en forma de riñón, de Habitat. Su diseño relaja las líneas rectas de los muebles. En la pared el aplique circular -de LedsC4- se convierte en foco de atención. Se trata de un modelo redondo en blanco con difusor en acabado oro, también presente en otras estancias de la casa.
La pared frontal del salón se ha revestido con un panelado a medida de roble emblanquecido para enrasar el televisor. Se completa con dos muebles verticales empotrados y suspendidos, en laca de color naranja. La mesa de centro es de Kave Home y los cojines azules y verdes de James Malone y estampados de Kirkby Design.

El comedor, entre salón y biblioteca
"Este de un proyecto con detalles inesperados y juegos de colores arriesgados pero solventes", declara Albert Ramoneda. Esas notas de color son el hilo conductor a través de cada espacio. Aquí se ve el comedor, con una mesa oval ubicada justo detrás del sofá que queda en mitad de la estancia. En esta toma se puede ver cómo el interiorista ha resuelto el frente del televisor que describíamos anteriormente. "La mesa presume de cierta esculturalidad", indican desde el estudio responsable de la intervención. Sobre ella, dos lámparas con un punto estético setentero, encargadas de sumar color, de LedsC4. Mesa de comedor de Kave Home. Sillas de ratán de Kenay Home. El suelo es de parqué laminado de L'Antic Colonial de Porcelanosa.

Biblioteca y rincón de lectura
Todo el mobiliario que preside la pared del comedor y de la biblioteca está realizado a medida y diseñado especialmente para este proyecto. La base de las dos librerías es el mismo panelado que se ha usado en el frente principal del salón (el del televisor). De esta manera se unifican los ambientes a través de los materiales. Para los estantes se ha elegido el acabado de laca en color verde y en la estructura de roble se ha instalado iluminación empotrada. El sillón y reposapiés es de Flexlux, la mesa auxiliar es de Kave Home, la lámpara de lectura es de Marset.

Una completa cocina con comedor de diario
Blanco, negro y, de repente, el color. Así es como se diseña la cocina, con colores y texturas contrastadas -como el beige de la laca, el negro de las encimeras y el nogal rústico para los detalles-. El toque de color no podía faltar en este ambiente y se incorpora con sillas de polipropileno en tono amarillo mostaza alrededor de la mesa de comedor que se adosa a la península. Muebles de cocina de Veneta Cucine, encimera y aplacados de Neolith, herrajes de Formani, suelo de Natucer, sillas de Kenay Home y lámpara suspendida de LedsC4.

Desde el recibidor, ¡mucho detalle!
La entrada es uno de los espacios que más le gusta a los propietarios. “Hemos de agradecerles que confiaron ciegamente en nuestra propuesta de empapelar el techo y teñir las puertas de roble oscuro. Una decisión que, cuando vieron el resultado final, les enamoró”, cuenta Albert Ramoneda. Aquí, sin duda, destaca el papel pintado en el techo. En la imagen, se ve la puerta corredera que da acceso a la cocina, realizada a medida en roble teñido y cristal ahumado negro.

Una imponente entrada diseñada a medida
Esta otra toma del distribuidor de entrada muestra cómo el papel del techo, muy texturizado, combina con el color azul grisáceo de las paredes. Las puertas de paso y el frente de los armarios también son diseños a medida, rechapados en roble y teñidos a poro abierto en tinte marrón/negro. Así también se disfruta de los matices de la textura natural de la madera. "Cabe destacar que los marcos se realizaron de suelo a techo, al igual que las molduras rectas de los armarios, y los herrajes se eligieron en dorado", detallan desde el estudio de interiorismo de Albert Ramoneda.
En cuanto a la iluminación, se eligieron unos apliques de pared redondos blancos con difusor oro -como el que se incorpora en el salón- y algunos focos encastados en el suelo para dar cierto dramatismo en la entrada. Y es que el estudio siempre trabaja mucho en la iluminación: "De esta manera el espacio se puede transformar dependiendo de tu estado de ánimo y de tus necesidades. Este proyecto goza de una luz natural espectacular, pero por este mismo motivo, el tratamiento de la luz ha sido indispensable", declara Ramoneda. El papel pintado es de Pierre Frey, los herrajes de Formani, y el aplique de LedsC4.

El baño de cortesía con un color profundo
Este espacio está ubicado en la zona de entrada de la vivienda. Aunque es el baño de cortesía, cuenta con ducha, además de un frente de lavabo de generosas dimensiones, que se resuelve con una gran pieza de porcelánico marmoleado con vetas anaranjadas de Xtone. Se ha apostado por un color teja profundo en el alicatado de las paredes. Las griferías se eligen en acabado cobre. Revestimiento de Equipe, pavimento de Natucer, grifería y accesorios de Rovira y lavabo y toallero de Noken Porcelanosa.

El dormitorio principal: todo a los tonos naturales
En la suite principal destaca el cabecero, diseñado a medida por el estudio y realizado con estructura de roble y tapizado en la parte central en un suave y relajante tono menta, color que se repite en la laca de las puertas del vestidor y que contrasta con el marrón dorado de la pintura de las paredes. Sobre este conjunto de tonos naturales y sosegados, los detalles en metal dorado añaden luz. En la pared, a cada lado de la cama, se instalan pequeños focos puntuales de lectura y desde el techo penden lámparas colgantes que "caen" sobre las mesitas de noche. Se trata de dos modelos con pantalla de ratán, que aporta calidez y tamiza la luz en un cálido efecto.
Todo el mobiliario del dormitorio está hecho a medida. Tela del cabecero de James Malone. Mesitas de noche, de Kenay Home. Cojines, de Yutes. Lámparas colgantes, de Aromas del Campo y apliques de lectura, de LedsC4. Cortinas, de Vilanova.

Dormitorio infantil con un extra de color
Si ya hemos visto que el color se repite en el interiorismo de este proyecto en cada estancia, en el dormitorio infantil no podía ser de otra manera: ¡se siente especialmente! Aquí se han combinado distintas tonalidades de tonos rosados y carmesí. Y estas se repiten no solo en la ropa de cama y la tela del cabecero -de James Malone- sino también en la mesita de noche y en las puertas del armario, diseñados a medida por el estudio. Cojines estampados de Yutes, lisos de Elastron, y lámpara de sobremesa de LedsC4.

El baño de las niñas
El baño que usan las hijas de los propietarios también tiene guiños a los tonos que predominan en la habitación, aunque aquí se mezclan con verdes y azules en el papel pintado -de Jannellie & Volpi- que cubre la parte superior de las paredes. El resto del frente se reviste con azulejos en tono neutro, como el suelo, de Natucer. Se opta por dos muebles de lavabo suspendidos en madera, con estructura metálica en tono rosado y lavabo integrado. Grifería y accesorios de Rovira, mueble y espejos de Codis y toallero de Noken Porcelanosa.