Los hermanos Scott son unos maestros de las reformas. Renovar casas y ofrecer a sus habitantes el hogar ideal es su principal objetivo. Y dentro de los cambios que realizan, abrir la cocina es uno de los más populares. Y es que el open concept lleva siendo tendencia desde hace años con resultados increíbles. Pero estas cocinas abiertas al comedor o al salón necesitan de ciertos recursos para enfatizar los espacios y dotarlos de cierta autonomía. En este contexto, los gemelos más famosos de la televisión, Jonathan y Drew Scott, apuestan por las lámparas sobre la isla para dar unidad a este espacio. Hemos reunido varios ejemplos que muestran este recurso. ¡Aplícalo en tu casa!

Un punto moderno más
La isla de la cocina puede tener muchas funciones, desde espacio de trabajo, si la encimera está liberada, como zona de cocción, cuando en ella está la placa de fuegos, o como la de aguas, si está el fregadero. También puede contar con almacenaje o ser la barra de desayunos. Lo que está claro, es que en una cocina abierta, la isla es el elemento que separa visual y físicamente el salón o el comedor de la cocina. Para dar más fuerza a este elemento, las lámparas de techo juegan un papel clave.
En esta elegantísima cocina con muebles de madera, las lámparas de estilo moderno juegan otro papel: el de conseguir dotar de un toque más contemporáneo al espacio. Y es que estos modelos de líneas curvas, en blanco, tienen un aspecto sofisticado y elegante, capaz de dotar a la isla de mayor protagonismo.

El contrapunto de color
Una de las claves para que la función de las lámparas de techo sobre la isla sean más eficaz es emplear un diseño llamativo o elegir modelos de un material diferente al resto de la cocina. Así serán capaces de aportar dinamismo y romper la monotonía. Lo vemos en esta cocina reformada por los hermanos Scott. Aquí, materiales nobles como la madera y el mármol consiguen una cocina moderna, pero sofisticada y con ciertos matices clásicos. Son las lámparas de cristal negro las que ponen el punto más moderno al espacio, además de remarcar la presencia de la isla en este espacio abierto.

Todo depende del tamaño de la isla
Para que el resultado sea equilibrado, el número de lámparas y la distancia entre estas dependerá del tamaño de la isla. En cocinas grandes como esta, la isla puede presumir también de grandes dimensiones. Así, si mide más de 2 metros, lo ideal es que tenga hasta tres lámparas, separadas una distancia entre 75 y 90 cm. También conviene dejar al menos 30 cm de margen desde los extremos de la isla hasta la primera y la última lámpara para evitar un efecto visual recargado.
Lo vemos en este espacio, donde, además, las lámparas de la cocina aportan un punto clásico y convierten a la isla en un espacio con personalidad propia y autonomía.

Personalidad y carácter
Más allá de ser elementos prácticos y funcionales, las lámparas sobre la isla son una oportunidad para expresar un estilo más personal. Escoger modelos que reflejen los gustos particulares o las tendencias decorativas conseguirá convertir la cocina en un espacio único y lleno de carácter. Desde diseños vintage hasta opciones ultramodernas, hay muchísimas alternativas para adaptar la iluminación a cualquier estilo de hogar. En este caso, la lámpara elegir por los Scott y que decora esta cocina es un modelo con matices art déco, con estructura dorada y bolas de cristal, que recuerda a las lámparas de principios del siglo XX, pero con un toque moderno.

Una iluminación cálida
Como hemos comentado, la iluminación sobre la isla tiene un papel funcional importante. Unas luminarias bien colocadas facilitarán tareas como la preparación de alimentos, los momentos de degustarlos o, incluso, el trabajo, si en tu casa se utiliza la isla como espacio para hacer los deberes o teletrabajar. Así, es recomendable optar por bombillas LED con una temperatura de color adecuada. Si buscas aportar calidez, apuesta por una temperatura de color en torno a 2700-3000 K. En cambio, si la isla está destinada tan solo a cocinar, lo recomendable es que las bombillas aporten una luz neutra (4000 K) que es la que mejor reproduce el color de los alimentos.

Remarcando el estilo
Aunque no les damos la importancia que se merecen, las lámparas tienen muchísima fuerza decorativa, sean como sean. Pero las de techo, tienen la capacidad de atraer las miradas. Por eso, usarlas para remarcar el estilo, crear contraste o hacer de la isla un espacio con unidad. En este caso, los hermanos Scott apostaron por unas lámparas de mimbre en negro que consiguen darle un punto más rústico y campestre a esta cocina, donde las paredes de piedra son las que consiguen ese toque de campo, sin abandonar el estilo moderno que caracteriza las reformas de los gemelos.

Minimalistas pero efectivas
No siempre es necesario poner unas enormes lámparas sobre la isla para disfrutar de su belleza y el efecto comentado. A veces, un diseño minimalista y depurado puede ser suficiente para conseguir que la isla tenga personalidad propia. Esta cocina es el perfecto ejemplo. Aquí las dos lámparas colgantes consiguen atraer las miradas sin recargar el espacio. Ahora, si te gustan estos diseños colgantes, ten cuidado con la distancia entre la lámpara y la isla. Para que sea cómoda, la parte inferior de la lámpara debe estar a una distancia entre 70 y 90 cm por encima de la encimera de la isla para evitar deslumbramientos y garantizar una iluminación óptima.

Acabados que unen
Cierto que las lámparas sobre la isla aportan personalidad y dan unidad a la isla de la cocina, pero si, además, el acabado que lucen está en varios elementos, podrás lograr un resultado aún más armonioso y equilibrado. El dorado es uno de los acabados favoritos de los hermanos Scott. La maestría con la que lo emplean lo vemos en esta cocina, donde los detalles en oro que protagonizan el diseño de las luminarias es el mismo acabado que el que luce la grifería y hasta el marco del cuadro que decora la pared.

Haz de la iluminación tu aliada
Esta cocina abierta es el mejor ejemplo de cómo las lámparas sobre la isla juegan un papel fundamental en la decoración. En este caso, Jonathan y Drew se decantaron por jugar con el diseño de las luminarias para diferenciar las distintas áreas de esta estancia abierta. Por un lado, una lámpara de estilo clásico corona la mesa del office, dándole unidad y carácter. Pero, por el otro, las que decoran la isla tienen una presencia muy potente, gracias a su enorme tamaño y original diseño. Por último, los apliques que recorren la pared en la que se aporta la encimera juegan un papel intermedio: con un diseño similar al de la lámpara del comedor, pero un acabado como el de las de la isla.