Con un parque inmobiliario en el que los pisos son cada vez más pequeños y la tendencia de las cocinas abiertas es cada vez más común, se ha convertido en una necesidad saber cómo separar ambientes sin necesidad de obras. Y es que levantar tabiques va en contra de lo que se lleva y, además, tiene bastantes desventajas frente a los espacios abiertos, que regalan amplitud y luminosidad a partes iguales. Por eso es importante encontrar maneras de delimitar diferentes áreas sin recurrir a la construcción de tabiques, mejorando, además, la funcionalidad y estética. Te proponemos varias soluciones decorativas que permiten separar ambientes sin perder luz ni sensación de amplitud.

Usa las alfombras para marcar los usos
Cuando la estancia es grande, es habitual que esté destinada a varios usos. En ella confluyen el salón, el comedor y puede que también una zona de lectura. Una de las maneras de separar y delimitar los diferentes espacios es mediante las alfombras. Elígelas con el mismo estampado y colores si quieres separar los espacios, pero manteniendo el estilo y la unidad decorativa del espacio.
Es lo que hizo en este espacio la interiorista Raquel González. Así, una alfombra bajo la mesa de comedor delimitará visualmente la zona destinada a las comidas, mientras que otra en la zona de estar creará un área acogedora para el descanso. Además de delimitar zonas, las alfombras aportarán calidez, absorberán el ruido y contribuirán a definir el estilo decorativo.

La palillería también separa
Aunque la palillería de madera es empleada sobre todo para decorar paredes, también puede servir para separar ambientes sin necesidad de tabiques. Se trata de una solución elegante y ligera, donde los listones, colocados a cierta distancia entre sí, permiten dividir visualmente un espacio sin bloquear la luz ni restar amplitud. Los listones crea una barrera parcial que delimita las zonas sin cerrarlas por completo. Es lo que hizo el equipo de Luzio Studio en este salón comedor abierto al recibidor, que en lugar de un tabique, instaló una pared de palillería de madera para reparar ambas zonas sin robar la luminosidad a la entrada de la casa.

Una estantería hasta el techo
Los lofts son un tipo de vivienda en el que todo el espacio es diáfano, de manera que el estar, la cocina y el dormitorio ocupan una sola estancia. Este tipo de apartamentos son perfectos para personas solteras o parejas jóvenes. Para poder diferenciar los espacios sin sacrificar los metros, una buena idea es emplear una estantería hasta el techo que separe los usos. Así se hizo en este apartamento con mobiliario de Mobalpa, donde se instaló una estantería de módulos abiertos y cerrados con huecos de madera y prácticas zonas de almacenaje orientados al salón.

El sofá también puede definir espacios
Los muebles también pueden usarse para delimitar los usos en el salón. Uno de los más empleados es el sofá. La única condición para que el resultado sea armónico y decorativo es que la trasera del sofá sea bonita. Colocarlo estratégicamente puede ayudar a definir cada zona y a mejorar la distribución del espacio. Una de las formas más efectivas es ubicar el sofá de espaldas al comedor. Así, el respaldo del sofá actúa como una frontera natural entre el salón y el comedor.
Además, si el salón es amplio, se puede enfatizar este efecto con una consola baja detrás del sofá, lo que aportará un extra de almacenaje y contribuirá a mejorar la decoración sin romper la fluidez del ambiente. Fue la solución de la interiorista Pia Capdevila en este salón comedor abierto a la cocina y donde el sofá con chaise longue es el encargado de separar los usos.

El cabecero como elemento delimitador
En dormitorios muy grandes en los que, además, hay instalado un baño abierto, es importante que haya elementos que delimiten los espacios y concedan cierta intimidad. En estos casos, una buena idea es colocar la cama en el medio de la estancia y emplear el cabecero como falsa pared para dar intimidad a la zona del baño. En estos casos, la zona del lavamanos puede apoyarse en el cabecero o en la pared de enfrente. De cualquier forma, la intimidad está garantizada.
Otra opción, además de emplear el cabecero para ‘esconder’ el baño, es emplearlo para separar el vestidor.

La isla une y separa
Una de las tendencias más populares en cualquier reforma hoy en día es unir en un solo espacio la cocina y el salón. Este tipo de reformas hacen uso de diversos elementos para diferenciar los espacios que comparten la misma estancia. Cuando los metros sobran es habitual que sea la isla el elemento con más peso para separar la cocina y el salón.
La clave es que entre los espacios haya una conexión, que puede lograrse mediante los materiales o los acabados. Lo vemos bien en este proyecto del interiorista Alberto Torres, donde el mismo acabado de madera de roble está presente tanto en la cocina, como en la estructura de la isla, como en el mobiliario del comedor.

Diferencia mediante el suelo
Otra de las maneras de separar la cocina y el salón cuando ambos usos están ubicados en una misma estancia es el suelo. Cierto que se puede emplear el mismo material para dar continuidad, algo muy recomendable en espacios pequeños. De hecho, hay laminados muy resistentes que pueden instalarse también en cocinas o porcelánicos con acabado madera que quedarán genial en un salón. Pero cuando los metros no son un problema, puedes emplear el suelo para remarcar la diferencia de usos entre el salón y la cocina. Distintos materiales o patrones te ayudarán a delimitar visualmente las áreas. Lo hizo en este espacio la interiorista Laura Martínez, donde empleó distintos materiales para separar de manera sutil pero efectiva los ambientes.

Lámparas que diferencian ambientes
La iluminación es otra herramienta clave para diferenciar ambientes dentro de un mismo espacio sin necesidad de divisiones físicas. Al combinar distintos tipos de luz, podrás crear atmósferas específicas para cada zona, resaltando su función y aportando dinamismo. Por ejemplo, en un salón comedor, se pueden emplear lámparas colgantes sobre la mesa para delimitar visualmente el área del comedor, mientras que en el estar se puede optar por luces más cálidas y difusas, como lámparas de pie o apliques de pared, para crear un ambiente acogedor.

Papel pintado que decora y separa
Uno de los recursos más empleados por los interioristas en los últimos años es el papel pintado. Se emplea para dar vida a las paredes y actuar como punto focal, pero también para diferenciar una zona en una estancia que comparte usos. Por ejemplo, es un comodín perfecto para enmarcar la zona del comedor en el salón o la del office en la cocina. Así lo hizo la interiorista Pia Capdevila en este espacio, en el que el papel pintado de cuadros blancos y amarillos sirve para dar unidad visual a este pequeño comedor.