Si estás cansada de la decoración sencilla, por muy efectiva que sea, buscas cierto exceso, pero sin pasarte, o crees que el minimalismo no es para ti, porque tienes demasiadas cosas y te resulta algo desangelado, el maximalismo neutro entra en escena.
Se trata de unir dos estilos muy diferentes, logrando imprimir un toque personal. Estamos ante una tendencia que tiene como objetivo principal crear espacios que se sientan ricos, con carácter, pero al mismo tiempo serenos, sin abrumar los sentidos.
Como en esta propuesta de Cathy Nordström, donde no falta nada (piezas de 'animal print', toques dorados, varias lámparas de sobremesa, alfombra…), pero no da la sensación de abarrotado. Para lograrlo, se busca no tanto un colorido vibrante y atrevido, sino una combinación de materiales, formas y texturas, que logre brillar de forma armoniosa. Estas 10 ideas de decoración te ayudarán a recrearlo en tus estancias.

Maximalismo neutro, un estilo entre dos tendencias
Situado a medio camino entre dos tendencias de decoración, resulta una buena alternativa si el maximalismo te intimida un poco y el minimalismo te resulta frío y algo aburrido. Este estilo se ubica en un punto intermedio, apostando por diseños atrevidos en espacios más sobrios y relajados, que aprovecha la luz natural y se apoya en combinaciones diferentes de color y texturas. Como ocurre en esta propuesta de Güell Lamadrid, donde la mezcla enriquece y aporta carácter.

Busca el orden
Si te parece que los ambientes maximalistas pueden caer en cierto desorden, este exceso neutro puede resultar una buena opción, ya que no permite que lleves la estética al extremo. Así, requiere una mirada más detallista, una meticulosa superposición de color, motivos y texturas, que contribuyan a la armonía y al equilibrio visual. Esta propuesta de Gallotti & Radica pese a estar llena de elementos, hay incluso tres mesas de centro, no parece abarrotada y se contempla limpia y en orden.

Huye del impacto fácil
No podemos negar que los ambientes maximalistas son atrevidos y no son para todo el mundo. Sin embargo, esta versión demuestra que el diseño audaz no necesita un cartel luminoso ni ruido para provocar impacto visual. Por ese motivo, olvídate de colores estridentes y estampados recargados, ya que se trata de crear un espacio vivo, pero a la vez tranquilo. Aunque estamos ante una decoración abundante, donde 'más es más', debe cuidarse cada detalle y moverse en una paleta neutra elegante. Esta propuesta de Jonathan Adler resume muy bien este espíritu, donde los toques dorados se integran en una atmósfera relajada.

Pon en práctica la regla del 3
Una de las maneras más sencillas de incorporar con éxito esta estética a tus estancias es a través de la regla del 3 o, al menos, jugar con números impares. Se trata de elegir tres elementos, tonalidades o texturas con los que 'trabajar' la decoración. Por ejemplo, puedes elegir tres estampados diferentes y unirlos mediante el color, de la misma manera puedes optar por tres texturas distintas en los mismos tonos.
Para sacar todo el potencial a esta regla, ve más allá del tono y usa la altura y la forma, por ejemplo. Lo ideal es empezar por una base neutra, que permita más variaciones. En esta propuesta de Sibyl Colefax & John Fowler, el amarillo, el caldero y el marrón de la madera son los tres elegidos.

Di sí a los colores neutros
Relacionamos el maximalismo con una explosión de color, atrevido e irreverente, pero podemos copiar ese espíritu, sin necesidad de saturar la estancia o de arriesgar cromáticamente. Los colores neutros pueden ser una buena base, nada aburrida, que te ofrece más libertad a la hora de elegir muebles que destaquen. Y no solo hablamos del beige o el crema, sino también del marrón, negro o verde. No olvides también jugar con los tonos de los elementos estructurales, las vigas, la chimenea…
Esto no significa que debas renunciar a su carácter lúdico. Así, opta por algo llamativo y escultural que actúe como punto focal, ya que las paredes en tonos poco vibrantes lo harán destacar aún más. En esta cocina de SCIC Italia, la neutralidad es un valor, gracias a materiales como el mármol o la pared de espejo.

Establece una decoración a capas
Dado que nos movemos en un territorio neutral, la decoración por capas nos permitirá añadir profundidad y complejidad a los espacios, como ocurre en esta propuesta de la galería de arte Metamorphose.
El centro de atención debe pasar de los colores atrevidos o brillantes, a las texturas y las formas. De esta manera, podrás moverte en arenas movedizas, entre la sobriedad y el 'más', sin perder la esencia de la tendencia. No se trata de vaciar la estancia de cosas, ni de llenar cada centímetro con ellas, sino diseñar, a través de las capas, un espacio especial y vivo, pero también tranquilo y cómodo.

Utiliza las texturas a tu favor
La decoración texturizada es tendencia de decoración y una buena alternativa en esta estética. Las texturas en paredes, mobiliario y textiles te permiten añadir profundidad y carácter, sin parecer exagerado ni demasiado abrumador. Visuales o táctiles, son capaces de cambiar por completo la estancia y potenciar tanto el equilibrio visual como el impacto en el espacio. Revestimientos con textura, mármol veteado, piedras, suelos de madera, textiles suntuosos… El abanico es amplio y variado, lo que permite elegir en consecuencia. Pero en cualquier caso, busca el contraste. Así, no dudes en mezclar una manta de lana con una pieza de mármol, por ejemplo.
Estos acabados terminan con los ambientes planos, buscan ser tocados y dan la sensación de tener una historia detrás o algo interesante que aportar a la estancia. Como en esta cocina, donde el antepecho y la encimera de piedra natural de Cupa Stone aporta sensación de movimiento y cierto dramatismo.

Incorpora alguna pieza impactante
Este maximalismo neutro busca un resultado impactante, pero equilibrado, que no te agobie ni te cause estrés visual. Una buena manera de conseguir este efecto es apostar por una pieza clave, como una mesa de comedor o un sofá, y añadir elementos menos llamativos, en formas y colores, para crear contraste.
Ten en cuenta que no es tanto lo que incorporas, sino la elección en sí. Debe tratarse de una pieza que, además de impactar visualmente, defina y dé sentido al espacio y no se vea como un (gran) pegote que acapara la atención. Este aparador de Eichooltz cumple todos los requisitos e imprime, además, un toque de estilo.

Los detalles importan
Recuerda en todo momento que buscas llamar la atención, pero sin recargar. Por eso, no empieces a llenar (y rellenar) el espacio, sino que crea pequeños grupos de objetos, que te permitan dar unidad y equilibrio visual. Elígelos con cuidado, sabiendo que son parte importante de la decoración, aunque se trate de jarrones, velas y otros accesorios.
Como no buscamos el exceso por exceso, los detalles, con sus diferencias de material y forma, te ayudan a crear profundidad y a dotar a las estancias de personalidad. Además, te brindan la oportunidad perfecta para dar rienda suelta a tu creatividad y a esa vena recargada y exagerada que todos tenemos, sin temor a caer en el mal gusto. En esta propuesta, el papel pintado de Borastapeter ayuda a generar un rincón lleno de encanto, donde el negro y el blanco son el nexo de unión.

Déjate llevar por los pequeños placeres
No se trata de caer en la opulencia decorativa sin motivo y sin darte cuenta, no es eso. En un momento convulso, en un mundo complicado e inestable, el maximalismo neutro se erige como un placer personal. Una forma de disfrutar tu casa, de rebelarte de forma alegre y atrevida y crear refugios, donde ser tú misma. Este rincón con papel pintado de Mindthegap (en Gancedo) es un buen ejemplo, ya que el exceso de elementos (pedestal, papel pintado, cuadro…) no agobia, sino que aporta estilo y calidez.