Margarita del Cabo: una planta con una floración abundante, resistente y con cuidados mínimos
La margarita del Cabo o 'dimorphoteca' es una planta con una floración particular: se cierra por las noches y se abre por las mañanas. ¡Descubre sus cuidados!
La dimorphoteca, también conocida como margarita del Cabo, es una planta con un sencillo porte gracias a sus flores, parecidas a las margaritas, y sus sencillos cuidados. Se trata de una planta con flor perfecta para decorar jardines, terrazas y balcones, ya que ofrece una floración abundante y prolongada.
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Se trata de la planta perfecta gracias a su resistencia y escasas necesidades, lo que la convierten en una excelente opción tanto para jardineros principiantes como para expertos. Y no solo tiene un gran valor estético, es perfecta también para atraer polinizadores como abejas y mariposas, convirtiéndola en el mejor aliado para mejorar la biodiversidad de tu jardín.
La dimorphoteca es una planta originaria del sur de África, específicamente de la región del Cabo en Sudáfrica, de ahí su nombre. Suele crecer en suelos pobres y zonas áridas, adaptándose a condiciones climáticas adversas. Debido a su origen en climas cálidos y secos, la dimorphoteca ha desarrollado bastante resistencia a la sequía, lo que la hace ideal para xerojardinería y jardines de bajo mantenimiento.
Se trata de una planta perenne o anual, dependiendo del clima, que puede alcanzar entre 30 y 60 cm de altura y de rápido crecimiento. Sus hojas son lanceoladas, de color verde intenso y con una textura ligeramente carnosa. Lo más llamativo de esta planta son sus flores, similares a las margaritas, que pueden presentar una amplia variedad de colores, como blanco, amarillo, rosa, púrpura y azul, con un centro generalmente más oscuro.
La floración de la margarita del cabo es abundante y se extiende desde la primavera hasta el otoño, aunque en climas cálidos puede mantenerse en flor casi todo el año. Para prolongarla, quita las flores marchitas de vez en cuando para estimular la producción de nuevos capullos. Incluso, puedes conseguir una floración más intensa si se realizan podas ligeras al inicio de la primavera, eliminando ramas secas o débiles.
Una de las peculiaridades de la margarita del cabo es que, durante las noches o en días nublados, las flores tienden a cerrarse, volviendo a abrirse con la luz del sol. Es lo que se conoce como nictinastia, una adaptación natural de muchas especies para proteger su polen y reducir la pérdida de humedad.
Gracias a su floración colorida y prolongada, así como a su rápido crecimiento, suele emplearse para cubrir amplias superficies, lo que la hace ideal como planta tapizante en jardines. También es perfecta para crear borduras vibrantes, macizos florales o combinaciones en macetas.
Asimismo, su capacidad para adaptarse a terrenos secos la convierte en una opción muy adecuada para jardines de estilo mediterráneo, rocallas o jardines de bajo mantenimiento. También luce espectacular en cestas colgantes o jardineras en balcones y terrazas, aportando un toque natural y fresco.
Para un desarrollo adecuado, la dimorphoteca debe plantarse en una zona en la que reciba pleno sol durante, al menos, 6 horas diarias. Esto garantizará una floración abundante y saludable. Puede cultivarse tanto en suelo del jardín como en macetas.
A pesar de ser una planta de exterior, puede cultivarse también dentro de casa, aunque no es lo más recomendable. En este caso, hay que situarla en un lugar con mucha luz natural, como cerca de una ventana orientada al sur.
Su origen africano hace que prefiera climas templados y cálidos, con temperaturas ideales entre 15 y 25 °C. La dimorphotecatolera bien el calor, es aconsejable aplicar una capa de mantillo o mulching alrededor de la base para conservar la humedad y proteger las raíces en verano.
También es sensible a las heladas intensas. En zonas frías, hay protegerla durante el invierno o cultivarla en macetas para trasladarlas al interior cuando las temperaturas descienden por debajo de los 5 °C. De hecho, en caso de heladas, se pueden utilizar mantas térmicas para proteger las raíces o acolchar el suelo con paja o corteza. También es útil colocar la planta cerca de muros, estructuras techadas o en un invernadero.
La dimorphotecano requiere riegos excesivos, ya que está adaptada a condiciones de sequía. Se recomiendan riegos moderados, permitiendo que el sustrato se seque entre cada riego. Durante el verano o en épocas de mucho calor, se puede aumentar la frecuencia, pero evitando siempre el encharcamiento. Es importante regar en las horas más frescas del día, preferiblemente a primera hora de la mañana o al atardecer, para minimizar la evaporación y el estrés hídrico.
En invierno, cuando la planta entra en reposo, reduce el riego para evitar problemas en las raíces.
Para un crecimiento saludable, la dimorphoteca necesita un suelo bien drenado. Se recomienda una mezcla de sustrato universal con arena o perlita para mejorar el drenaje. Si la cultivas en macetas, fíjate en que cuenten con agujeros en la base para evitar que se acumule el agua, lo que podría provocar la pudrición de las raíces.
Si añades materia orgánica al sustrato, como compost o humus de lombriz, aportarás nutrientes que garantizarán un crecimiento vigoroso.
El uso de fertilizantes es clave para potenciar la floración de la dimorphoteca. Aplica un abono líquido para plantas con flor cada 15 días durante la primavera y el verano. También se pueden utilizar fertilizantes granulados de liberación lenta al inicio de la temporada de crecimiento.
Un abono rico en fósforo y potasio favorecerá la producción de flores, mientras que un exceso de nitrógeno puede estimular el crecimiento de hojas en detrimento de la floración.
La reproducción de la dimorphoteca puede realizarse mediante semillas o esquejes.
Por semillas: se pueden sembrar en primavera en un sustrato ligero y bien drenado. La germinación suele ocurrir en 7-14 días con temperaturas cálidas.
Por esquejes: para este tipo de reproducción, corta brotes de aproximadamente 10 cm de largo a finales del verano o principios del otoño, eliminando las hojas inferiores y colocándolos en un sustrato húmedo hasta que desarrollen raíces. Este método garantiza plantas idénticas a la original y con un desarrollo más rápido.
Aunque la dimorphoteca es una planta resistente, puede verse afectada por plagas como pulgones, araña roja y trips, que pueden debilitarla y afectar a su floración. Para controlarlos, se recomienda el uso de insecticidas ecológicos como el aceite de neem o jabón potásico. También pueden aparecer enfermedades fúngicas como el oídio y la botritis, especialmente en condiciones de alta humedad. Para prevenirlas, evita el exceso de agua y garantiza una buena circulación de aire entre las plantas.
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