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Una isla de cocina sin placa de cocción ni fregadero es también una aliada de la funcionalidad. Se denominan islas de cocina auxiliares o de apoyo y ofrecen una superficie extra para preparar alimentos, compartir momentos y organizar mejor el espacio.
Su versatilidad las convierte en la opción perfecta para quienes buscan un diseño limpio, práctico y adaptable a cualquier estilo de cocina. La principal ventaja es que pueden reducir sus dimensiones al mínimo para no prescindir de este elemento. En la imagen de apertura, cocina de Rekker.
© Lupe ClementeIsla de apoyo: sin instalaciones complejas
La ventaja de una isla de cocina de apoyo, sin fregadero ni placa de cocción, es que aporta funcionalidad sin sobrecargar el espacio con instalaciones complejas (no hay que llevar tomas). Del mismo modo, permite reducir las dimensiones al no tener que albergar instalaciones. Estudio Ibarra firma este proyecto en el que se opta por una isla central de apoyo con base en madera y encimera redondeada en las esquinas. El pie se retrae ligeramente para dejar espacio de barra cómoda para taburetes alrededor. De esta manera se convierte en una gran mesa de comedor. Estilismo: Pilar Perea.
© CRISTINA GOLEMANLas dimensiones para una isla central sin instalaciones
Las dimensiones de una isla de apoyo varían según el espacio disponible. Puede realizarse desde un diseño pequeño hasta uno amplio. Puede usarse para organizar el espacio en una cocina cerrada o en un espacio diáfano compartido. Como pautas generales, el ancho puede estar entre 80 cm y 120 cm, dependiendo del espacio y la función deseada. El largo, ha de ser mínimo de 120 cm, pero lo ideal es entre 180 cm y 250 cm para mayor comodidad.
La altura es la estándar de 90 cm aunque con taburetes puede alcanzar los 100-110 cm. Puede tener una doble altura, 90 cm para la zona de trabajo y o bien barra elevada de 110 cm o "bajar" a 75 para una mesa con sillas. Esto es útil cuando se adosa una mesa de comedor, como en este proyecto con una cocina diseñada por Omnia Cocinas (Alicante).
© Yael VallésFunciones y uso de una isla de cocina auxiliar
El tamaño de la isla de apoyo no solo dependerá del espacio sino del uso que quieras darle. Entre los más comunes está el de ganar superficie extra de trabajo cuando la zona de cocción y fregadero se diseñan en un espacio pequeño sin apenas encimera. También es una forma de ganar almacenamiento adicional con cajones, gavetas y estanterías abiertas. Siempre será un punto de reunión ideal para desayunos, aperitivos o reuniones informales si incorpora una barra con taburetes. Este es un proyecto de la interiorista Laura Martínez con un diseño de isla rectangular en un espacio abierto, con barra con taburetes.
© Amador TorilMateriales que elevan el nivel de la cocina
No olvides que una isla se convierte en un foco visual en el diseño de la cocina por su ubicación, pero puedes hacer que destaque especialmente en el espacio con sus materiales en contraste con los del resto de la zona de trabajo, por ejemplo. Madera, mármol o piedra sin juntas, lacas, alistonados, revestimientos con azulejos llamativos… Esta cocina está diseñada por Studiomac. No es de grandes dimensiones y, sin embargo, completa el espacio con muebles el L. Es un espacio de reunión diseñado con un frente de palillería que enlaza con el revestimiento de la campana. Estilismo: Cristina Rodríguez Goitia. Sobre la encimera, en la esquina, cuadro collage de DdDuarte.
© Heidi CabazosEl estilo decorativo para este elemento de la cocina
Lo más habitual es que la isla de apoyo mantenga la línea decorativa que se ha elegido para el resto del mobiliario de la cocina. En algunas ocasiones, en espacios abiertos, puede variar esta situación y darle a la isla un estilo más especial, sofisticado o similar al del espacio al que se abre. En cualquier caso una isla de apoyo puede ser de tendencia minimalista y moderna (con encimera de cuarzo o porcelánico con almacenamiento oculto y sin tiradores, por ejemplo); de estilo rústico (donde aparecen la madera natural y tiradores en hierro y baldas abiertas); aire industrial chic (cemento y acero envejecido o en negro)…
Papara este proyecto, el estudio Coblonal Interiorismo ha escogido un estilo más clásico para una gran isla en madera oscura con una imponente encimera gruesa y contorneada que se aligera en un extremo para convertirse en mesa alta.
© Jordi FolchPara que quede bien integrada en el espacio…
Lo que no debe faltar es espacio suficiente alrededor: al menos 90 cm. No te olvides de planificar la iluminación en esta zona con lámparas colgantes o focos para iluminar bien la superficie. Para hacer más teatral este elemento puedes incorporar luces LED en la parte inferior o en algún estante abierto si lo incorpora el diseño. Escoge siempre buenos y resistentes materiales. Es fundamental que la encimera sea duradera y fácil de limpiar. El estudio de diseño de interiores Brákara Studio opta aquí por completar el diseño del espacio con una isla de apoyo con taburetes y una llamativa lámpara colgante.
© MIA StudioNo siempre se diseña la isla en bloque
Cuando diseñes la isla de tu cocina piensa en el uso que harás de ella y en lo que te gustaría. En este punto queremos recordarte que no siempre el diseño de este elemento tiene que ser simétrico y en bloque. Puedes jugar con retranqueos para crear una zona de barra con taburetes sin renunciar a tener más espacio de almacenaje cuando la isla es grande. Integrar una vinoteca y estanterías y retranquear la base para crear esa zona de apoyo con sillas altas.
La interiorista Olatz Trojaola ha diseñado esta vivienda con una cocina de Marina Cocinas en la Gran Vía de Bilbao. En este ambiente, el mobiliario y las encimeras -Calacatta Boheme de Levantina- contrastan entre sí en un juego de claroscuros. Al frente de trabajo adosado a la pared se suma una isla de apoyo que separa la zona del comedor y salón principal. En este caso, la isla central se usa como espacio de trabajo, ocio y almacenaje, ya que su superficie se puede aprovechar para preparar alimentos mientras que amigos, familiares e invitados disfrutan de una copa de vino. Taburetes de HAY y bandeja de &Tradition.
© The Room StudioUna isla con taburetes enfrentados
Este es otro ejemplo de cómo se pueden reducir algunos elementos en la isla de apoyo para lograr que tenga todas las funciones necesarias o para aligerar visualmente su peso. Las formas redondeadas ayudan al efecto, pero también el jugar con esos elementos entrantes o salientes que mencionábamos. Aquí, el estudio de diseño de interiores The Room Studio apuesta por una zona de almacenaje que ocupa el ancho total de la isla y una parte de mesa alta con cuatro taburetes enfrentados dos a dos.
Toma nota: si quieres una zona de comidas agradable, enfrenta las sillas o taburetes, siempre que sea posible u opta por una distribución en ángulo. Es más cómoda la disposición cuando se comparte barra que si los taburetes miran hacia la misma dirección.
© Jordi MirallesEnchufes y otras conexiones en la isla
Aunque se trate de una isla de apoyo, puede ser interesante instalar algún enchufe para el portátil o pequeños electrodomésticos que uses en tus elaboraciones (como una batidora). Puedes instalarlos a la vista en un lateral de la isla o en la superficie con sistemas que los oculten. Piensa que puede ser útil también una entrada USB o USBC para cargar los dispositivos móviles. Este es un proyecto con isla retroiluminada en la zona de la barra, del estudio Molins Design.
© Maria PujolFormas redondeadas para una isla llamativa
Ya hemos visto algunos ejemplos de islas de apoyo que recurren a las líneas más suavizadas para su diseño. Y sí, es que jugar con las formas sinuosas en este elemento de la cocina puede ser la nota distintiva del espacio. ¡Extra personal! En esta imagen vemos un ejemplo de isla de apoyo convertida en joya del espacio. Se trata de una isla que apuesta por la artesanía (una tendencia en cocinas) en un concepto contemporáneo. Su seña de identidad: los cantos redondeados, que conceden ergonomía, ligereza y fluidez. Gracias a ellos también se suavizan las transiciones con otros materiales. Se trata de GINA 35 de Cocinas Rekker.
© Jordi CanosaEn una cocina pequeña, ¡también isla de apoyo!
Este es un proyecto de la interiorista Pia Capdevila con estilismo de Mar Gausachs. En él, la isla central marca la transición hacia el salón-comedor. En poco espacio, se resuelven con acierto los ambientes. Al mobiliario de la zona de trabajo de la cocina, con una disposición en L, se suma la pequeña isla de apoyo con cajones y una mini barra con taburetes, ideal para desayunos y comidas informales. Este elemento contrasta en acabados y sirve de apoyo para la mesa de comedor, que se adosa en la cara exterior, orientada al salón.
