Tan elegante y cómodo como uno clásico, el sofá cama se cuela en la decoración actual por sus posibilidades y su capacidad para disponer, sin esfuerzo y con estilo, de un lugar de descanso para las visitas.
Es la opción ideal si no dispones de una habitación de invitados como tal, tu despacho en casa no es lo suficientemente grande para una cama o eres de las que no entiende la siesta del fin de semana si no se estira y se tapa mientras ve la televisión. ¡Fuera prejuicios! Los modelos actuales no tienen nada que ver con la imagen (ni las características) que tienes de ellos y estas 10 ideas de decoración son la demostración de sus cualidades estéticas y funcionales.

El imprescindible de los pocos metros
En un momento en el que los metros de las viviendas escasean, esta opción es perfecta para amueblar con estilo espacios pequeños, como en esta propuesta de Dfs. De esta forma, contarás con un sofá confortable y apetecible para el día, que se transforma en cama al llegar la noche de forma fácil. Y lo harás sin complejos ni traumas de estilo porque los nuevos diseños van a quedarse y se han ganado a pulso un lugar en nuestros hogares. Pregunta a los millennials qué opinan al respecto.

El comodín de la casa actual
Los espacios híbridos han 'tomado' la casa actual. Y en ellos disponer de un sofá cama es una forma de adaptarse al momento y lograr que el salón sea también cuarto de invitados, cama improvisada para una siesta, un lugar cómodo para ver una serie con amigos y que entremos todos, la posibilidad de celebrar una fiesta de pijamas, aunque tu estar sea minúsculo, o se trate de tu primer piso y quieras un modelo que te solucione este momento de tu vida.
El Southampton de BoConcept es perfecto en cualquier situación. Moderno y acolchado, incluye un espacio de almacenamiento y una pequeña tela que oculta el mecanismo para que parezca 'solo' un sofá. Además, sus reposabrazos finos contribuyen a aligerar su diseño y su relleno incluye dos tipos de espuma, para adaptarse a la situación y a tus necesidades.

Según tus necesidades y hábitos
A la hora de elegirlo, debes tener en cuenta la estancia donde irá ubicado y establecer si su uso será diario u ocasional, ajustándose tanto el espacio como al presupuesto. Dado que existe una gran variedad de diseños, en una gran horquilla de precios, para adaptarse a todos los bolsillos.
Así, si solo se trata de ‘por si acaso’ te bastará con un modelo que entre en cualquier rincón, sea para una persona y no ocupe. Si lo vas a utilizar de forma habitual y no descartas los maratones de series con familia y amigas, mejor uno grande y cómodo donde no haya problemas de espacio. Mientras que, si quieres que también te ayude a organizar el salón, mejor que tenga un arcón, donde poder guardar los cojines o la ropa de cama. Como el que tiene el Nap de Bancal. Inspirado en los antiguos colchones de lana, de ahí su estética mullida y apetecible, incorpora un cajón oculto bajo la estructura.

Un tipo para cada espacio
Existen distintos tipos de apertura, en función del espacio disponible, el presupuesto y tus necesidades. Desde sofás cama con sistema independiente, que hace que nada delate que ocultan un dormitorio (italiana) y te permite guardarla hecha, hasta los modelos nido, los de arrastre o los de libro, también llamado clic clac, tan sencillo como inclinar el respaldo y convertirlo en un colchón.
El Beaumont de Domkapa se transforma en una cama, que está oculta, con un sencillo movimiento, gracias a su innovador mecanismo. Además, está disponible en tres tamaños, para que elijas el que mejor se adapte a tu espacio.

Lugares en los que funciona
Aunque se siente cómodo en el salón, en el cuarto de invitados o en el despacho, no son los únicos lugares donde puede encajar. Todo depende de sus medidas y de tus necesidades. ¿Un rincón libre en la sala de juegos o de cine? ¡Perfecto! ¿En la habitación infantil? ¡Te lo compro! ¿En un hueco del comedor? ¡Funciona! La clave está en integrarlo en la estancia para que no se vea un pegote, se pueda abrir cómodamente y no ocupe demasiado. El Friheten de IKEA incorpora chaise longue y lugar de almacenaje, por lo que será el rey allá donde lo ubiques.

Cuestión de medidas
A la hora de elegir el sofá cama no solo debes tener en cuenta lo que ocupa cerrado, sino también el espacio que necesitas para poder abrirlo con comodidad y, a ser posible, sin tener que mover de sitio el resto de muebles. Es recomendable que, al menos haya unos 60 cm libres a su alrededor, para poder circular cómodamente. En este salón, el Pebble de My Furniture deja espacio suficiente tanto abierto, al estirar sus dos reposapiés ocultos (en la imagen), como cerrado.

Bonito, sí, confortable, también
A estas alturas, el confort no es un valor añadido, sino un requisito imprescindible, aunque incremente el precio. No solo le pedimos que sea bonito, sino que también resulte cómodo, especialmente si vas a utilizarlo de manera habitual y no quieres que tus invitados terminen con dolor de espalda y un mal despertar. Por eso, fíjate en el colchón que lleva, en el tipo de material y el grosor. Piensa que los de espuma de alta densidad y de mayor altura, al igual que ocurre con los de la cama, son más confortables. Ten en cuenta también que los modelos plegables sufren más desgaste que si están ocultos.
El Warren de Rowen & Wren cumple todas nuestras expectativas, ya que su asiento profundo y de proporciones generosas garantizan la máxima comodidad. Con brazos suavemente curvados, su asiento es de espuma del asiento y el cojín de plumas.

Formas de colocación
Aunque debe seguir las mismas reglas que un sofá al uso, presenta ciertas peculiaridades, por lo que, a veces, deberás, recurrir al ingenio. De esta manera, si lo ubicas en tu despacho frente a una ventana, es importante que coloques unas buenas cortinas que eviten que el sol (en verano sale sobre las ocho de la mañana, una hora antes en invierno) despierte a tu invitado. Otra opción es colocarlo contra una pared, dando la espalda a la ventana. También, siempre en función de los metros, puedes situarlo en el centro de la estancia, lo que te ayudará a distribuir el espacio.
En esta propuesta, el Metropolitan de Sofology se ha adosado a la pared principal del estar, sin que por ello tengas que renunciar a su opción de reclinación eléctrica (muy cómoda en el día a día), ya que esta puede hacerse a tan solo 10 cm del tabique.

La pieza principal del salón
Actualmente la decoración de la casa aúna belleza y funcionalidad, se busca que los espacios sean estéticos y derrochen estilo, pero también que sean prácticos y ordenados. Esto implica que el sofá cama pase de mueble para una urgencia a pieza principal del salón, al mismo nivel que los clásicos. Esto se debe, en parte, a la escasez de metros, de la que hablábamos antes, como de la revolución estética que han sufrido, que les ha hecho mejorar tanto en diseño como en confort.
El Lise de Maisons du Monde es la prueba de que el sofá cama también puede ser el rey del salón. Su diseño en antelina marrón con capitoné, que nos recuerda al 'Chester', se ganará al instante un lugar principal allí donde le coloques.

Otras opciones que cumplen (casi) el mismo papel
No lo son, pero se parecen y pueden hacer las veces de ellos. Hablamos de camas extraíbles que se esconden en un módulo o que 'vuelan' en un altillo, pero también de sofás modulares que permiten composiciones según el momento o de bancos que permiten un descanso reparador, como en esta propuesta de Marks & Spencer. Eso sí, debe medir mínimo 70 cm de ancho y disponer de unas mullidas colchonetas, cojines y mantas. ¡Todo ayuda!