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Decorar las paredes es una forma más o menos sencilla y asequible de renovar el interiorismo de cualquier espacio. Además de la pintura, los zócalos o las molduras decorativas, existe otra manera de conseguirlo: creando una composición de cuadros o láminas decorativas personal y única. Una galería de pared, o un solo cuadro, puede hacer que los espacios sean más originales y también acogedores. Descubre qué claves es importante tener en cuenta para lograr un efecto de 10.
© DesenioUna idea sencilla pero eficaz
Para conseguir espacios acogedores, personales y diferentes no es necesario invertir grandes sumas de dinero ni hacer complejas reformas. En muchas ocasiones aplicar algunas ideas sencillas puede obrar grandes cambios. Es lo que sucede si decidimos decorar nuestras paredes con cuadros o fotos, ya que se trata de una forma fácil, rápida y asequible de renovar la casa. No solo lograrás un efecto wow, sino que puedes cambiar tus paredes cuando te canses. Por otro lado, las posibilidades son infinitas, desde colgar un solo cuadro de gran tamaño hasta crear una galería.
© GallerixPrueba y error
Si ya te has decidido a decorar la pared del salón con unos cuantos cuadros y marcos, pero te asaltan las dudas sobre cuál es la mejor manera de hacerlo, lo mejor es no agobiarse. Puede parecer difícil encontrar la mejor manera de disponer los cuadros en la pared, pero en realidad no lo es tanto. Quizá te plantees la altura a la que colgar cada cuadro, la distancia que debes dejar entre los marcos o número adecuado de obras que colgar. Para dar con las respuestas a estas preguntas, lo mejor es experimentar hasta conseguir el resultado perfecto, es decir, la manera que más te gusta a ti.
Un consejo: antes de clavar los clavos en la pared para colgar tus obras, colócalas en el suelo y busca la composición ideal. Cuando la tengas, saca una foto para reproducirla en la pared. Ya solo queda medir y colgar cada cuadro en su sitio.
© DesenioEl valor decorativo de las galerías
Una galería de cuadros para una pared libre en casa siempre es una buena idea. Decorará el espacio de maravilla y no se pasará de moda. Solo tienes que encontrar la composición que realmente te encanta para lograr un efecto genial. Lo bueno de las galerías es que te permiten contar una historia íntimamente tuya. Hablan de tus gustos, de tu vida y de tus sentimientos, de las cosas que te hacen feliz.
Pero, además, tienen muchas ventajas a nivel decorativo. Por ejemplo, crean un punto focal en el salón que atraerá todas las miradas. Añaden textura e interés visual al espacio, incorporando una nota muy personal al interiorismo. A la hora de plantearte si crear o no una galería, ten en cuenta que quedan mejor en espacios despejados, en los que no haya muebles muy voluminosos como librerías, por ejemplo. No es un recurso para zonas pequeñas como pasillos estrechos o cuartos de baño angostos.
© DesenioCómo crear la composición perfecta
Para saber cuál es la mejor galería para un espacio determinado hemos de valorar numerosos aspectos. En muchas ocasiones conviene crear una composición en cuadrícula, ya que aporta orden y serenidad. Elegir los cuadros y colgarlos en filas ordenadas es una buena idea para crear espacios limpios y tranquilos. Esto tiene sentido cuando se trata de marcos del mismo tamaño y diseño, como sucede en la pared de la imagen.
Sin embargo, hay otras veces en las que es mejor crear composiciones más dinámicas e informales, enmarcando las obras con marcos diferentes de varios tamaños. Saber colocarlos en la pared para lograr cierto equilibrio, más alla del desorden visual que transmitan los marcos, es lo que marcará la diferencia.
Un consejo: procura centrar los cuadros horizontalmente entre dos puntos de la pared para lograr cierto equilibrio, ya se trate de una sola obra o de un conjunto de ellas.
© Poster StoreBuscar el hilo conductor
Esto no siempre es fácil, sino que depende de cada caso. Cuando las fotos o los cuadros forman parte de una misma colección, o comparten una característica concreta, encontrar el hilo conductor que defina el conjunto es sencillo. Esto sucede si creamos una galería de fotos en blanco y negro, por ejemplo. Otra forma de crear una conexión entre las obras que aporte equilibrio puede ser enmarcándolas con marcos iguales, o del mismo material y estilo.
© WestwingElegir elementos dispares
No siempre debes guiarte por la búsqueda de la uniformidad a la hora de crear tu galería de cuadros. A veces, lo que realmente pretendemos es elegir obras diversas que no compartan ningún rasgo en común, para añadir un toque heterogéneo y original. Si te decides por esta opción, tendrás que esforzarte un poco más a la hora de colocar los cuadros, ya que resultará más complejo hallar cierta armonía. Puedes conseguirlo eligiendo obras de colores complementarios, por ejemplo.
Un consejo: a la hora de decidir a qué altura colgar los cuadros, ya sea sobre el sofá o en cualquier otro espacio, no siempre debes guiarte por la altura de los ojos, ya que no todas las personas tenemos la misa estatura. Puedes colgar los cuadros dejando una distancia de entre 145 y 152 cm desde el marco inferior hasta el suelo.
© GallerixEl encanto de decorar con fotos
Las fotos tienen una gran potencia decorativa para añadir interés a nuestra casa. Elegirlas es ya toda una decoración de intenciones, tanto si nos decidimos por fotos de diseño, por paisajes o por imágenes familiares entrañables. Si te decides por esta última opción lo mejor es buscar una manera de que la composición sea ordenada. Las fotos de nuestra familia conllevan casi siempre cierto batiburrillo: hay fotos de grupo, retratos, imágenes de niños en movimiento, etc. Imprimirlas todas en blanco y negro puede añadir orden al conjunto, así como ponerles el mismo tipo de marcos.
© WestwingNo solo cuadros
Una de las cosas más especiales de las galerías de pared es que admiten otro tipo de objetos, además de cuadros, láminas o fotos enmarcadas. Puedes añadir entre estos elementos algún recuerdo de tus viajes, como un plato de cerámica o un espejo pequeño. Este tipo de cosas añaden textura y movimiento a la composición, y se convierten en una idea genial para crear decoraciones únicas. Deja volar tu imaginación e incorpora los objetos que prefieras: un cartel retro, un elemento de madera, etc. Todo lo que te guste a ti y sea susceptible de ser colgado y expuesto puede servir al conjunto.
© WestwingUn solo cuadro de tamaño XXL
Si las galerías no son lo tuyo, o no las quieres en todos los espacios, siempre puedes decorar una pared con un solo cuadro. Eso sí, conviene elegir uno que tenga un buen tamaño para que acapare todo el protagonismo. Para acertar este cuadro no debe ser muy pequeño, sino que debe ocupar en torno al 60% del espacio de la pared donde quieras colocarlo. Esto es, por supuesto, una aproximación. La idea es que no se quede perdido en la inmensidad de la pared principal de tu salón. De ser así, lo mejor es acompañarlo de alguna otra obra.
© DesenioEn pareja o en trío
¿Quién dijo que hay que elegir entre poner un solo cuadro o crear una galería? Entre esas dos opciones hay otras posibilidades. Como elegir dos cuadros que, por supuesto, no tienen que compartir diseño, tamaño ni estilo de marco. Es lo que sucede en la imagen: dos cuadros muy diferentes conviven de maravilla y decoran la pared. Otra idea es crear una composición con un número impar de cuadros, ya sea tres o cinco. Elegir un número impar de elementos genera dinamismo y movimiento, por lo que siempre es buena idea. Cuando los dispongas sobre la pared procura dejar la misma distancia exactamente entre ellos.
Como ves, decorar las paredes con cuadros es toda una aventura que está repleta de ideas por desarrollar, de claves que tener en cuenta y de estilos para adoptar. De las decisiones que tomemos dependerá el resultado.
