Si estás en plena operación cambio de look de alguna estancia de tu casa, seguro que te has dado cuenta de que los colores inspirados en la naturaleza están más de moda que nunca. Estos tonos, que nos recuerdan a paisajes tranquilos, bosques frondosos y cielos despejados, arrasan desde hace unas temporadas, ya no solo porque aportan calma, sino también porque contribuyen a crear decoraciones elegantes y atemporales. Aunque eso sí, todo pasa por acertar a la hora de combinarlos con otros colores, saber con qué tonos mezclarlos para que el resultado final sea lo más armónico y equilibrado posible. Así que, atenta, porque aquí te contamos cuáles son esos colores que mejor van con verdes, azules y marrones.

Los verdes se llevan de maravilla con tonos cálidos y materiales naturales
Mezclar distintas tonalidades del mismo color, en este caso, varios tonos de verde, es una forma increíble de darle profundidad y dinamismo a la decoración. Desde el verde más suave, casi menta, hasta un verde más intenso y profundo, con esta combinación lograrás un ambiente de gran riqueza visual. Más aún si decoras la pared con un mural como este, el modelo Bornéo de Manuel Canovas. Y es que, para evitar que la decoración quede "plana", es fundamental, ya no solo jugar con variaciones en las tonalidades, también añadir contrapuntos cromáticos –el amarillo o mostaza le va estupendamente– y diferentes texturas. Los muebles de madera natural y fibra vegetal son perfectos para potenciar ese toque 100% natural.

El azul como base y el rojo como acento
El azul, como protagonista, aporta sensación de calma y serenidad, y cuando se utiliza en varias tonalidades dentro de un mismo espacio, se crea un efecto visual profundo y envolvente. Y si no, fíjate en este salón, con un sofá azul sobre un fondo también azul, pero en un tono diferente, y un papel a rayas del mismo color sobre fondo blanco, el modelo Camber Stripe de Jane Churchill, para suavizar el conjunto y evitar que el resultado quede demasiado cargado. El rojo, en pequeñas dosis, rompe la uniformidad del azul y aporta vitalidad y energía al espacio. Una mezcla vibrante y sofisticada, con la que se consigue un look elegante, con carácter, pero perfectamente equilibrado.

Colores tierra, blanco y toques de negro
Tal y como deja claro en esta propuesta de Brabbu Design Forces, cuando los colores tierra se combinan con blanco, grises suaves y detalles negros muy sutiles, el resultado es una mezcla elegante y serena que respira sofisticación sin ser pretenciosa.
Los tonos tierra, como el beis, terracota o marrón, crean una base cálida y acogedora, que se ve perfectamente equilibrada con el blanco; los grises, en sus versiones más suaves, sirven de puente entre ambos, añaden profundidad sin robar protagonismo; y las pinceladas en color negro aportan contraste. Es una combinación moderna y elegante, que transmite una sensación de paz.

Verdes y azul intenso
A la vista está que si mezclas verdes y azules intensos con contrapuntos rojos y detalles en blanco, negro y acabados dorado, lo que consigues es una explosión de color que rebosa personalidad. El resultado es una decoración atrevida, llena de carácter, pero que mantiene la elegancia y el equilibrio. Un look vibrante, pero a la vez sofisticado, como el de este salón, con un papel pintado de la firma Mindthegap, en Gancedo.

Un 'look' que captura la esencia del Mediterráneo, pero con un toque moderno
Si alguna vez has soñado con llevar el encanto del Mediterráneo a casa, la mezcla de este dormitorio, decorado con muebles y textiles de Furniture Village, te va a encantar. El blanco y el azul son la base por antonomasia de este estilo, recuerda a las playas y cielos despejados. Pero en este caso, te proponemos animarlo con pinceladas de color rojo y mostaza, que suman un toque de calidez y energía. Esta combinación no solo funciona, sino que crea un equilibrio entre lo relajante y lo vibrante.

Combinar tonos verdes y marrones es como llevar la naturaleza directamente a tu casa
El verde, con su conexión con la vegetación, se complementa a la perfección con los tonos tierra. Juntos crean un ambiente relajante, acogedor y elegante. La clave está en jugar con las variaciones de ambos tonos: desde un verde suave y un beis hasta un verde más profundo combinado con un marrón chocolate, como vemos en este mural de Wallsauce.com. Esta mezcla invita a la calma, aporta una atmósfera sofisticada y pide muebles de madera o bambú, materiales que refuerzan la sensación orgánica y natural de estas gamas cromáticas.

Tierra y azules
Los tonos tierra, cálidos y acogedores, se equilibran maravillosamente con los azules, que aportan frescura y serenidad. Si añades toques de negro o marrón oscuro, como hizo el interiorista Rober Quiñones-Her, de RQH Studio, en este dormitorio, la decoración ganará una dosis extra de sofisticación y modernidad. Este contraste sutil, pero efectivo da como resultado un espacio elegante, sereno y contemporáneo.

Rojo con verde, con azul… y también con los tierra
El rojo también está de moda. Es potente, vital y crea espacios impactantes. Queda bien tanto con colores fríos como cálidos. Puede asumir un papel protagonista en paredes, muebles o detalles decorativos –como en este salón, con una pintura de Bruguer–, para generar un punto focal vibrante, y reservar los marrones en distintos tonos, para telas y tapicerías, y sumar una dosis extra de calidez y sofisticación. Y si te parece algo arriesgado, puedes optar por la fórmula contraria: que los tierra dominen el espacio con su neutralidad y elegancia, y que el rojo aparezca en acentos estratégicos

Contrastes limpios y elegantes
El marrón oscuro, con su riqueza y profundidad, aporta una base sólida y sofisticada, mientras que el blanco ilumina y aligera el espacio. El contraste no solo resalta los elementos decorativos, sino que también transmite serenidad y orden. Y para muestra, este comedor, decorado con un papel pintado de la firma Terratinta. Lo mejor de todo es que es una mezcla atemporal, que se adapta fácilmente a cualquier estilo y siempre se siente elegante y contemporánea.

Tonos pastel
También puedes combinar verdes, azules y tonos tierra en las versiones pastel y conseguirás una paleta refrescante y llena de serenidad. Estos tonos de verde menta, azul cielo y beis claro crean una atmósfera tranquila y acogedora. Fíjate en este rincón, con muebles y complementos de la marca b&m: al mantener la misma saturación, cada tono resalta de manera sutil sin competir por la atención. Es una mezcla que resulta especialmente efectiva en estancias como el salón o el dormitorio, donde el objetivo es relajarse y disfrutar de un ambiente agradable y tranquilo.