Perros y gatos son adorables. Nos hacen compañía cada día y son nuestros mejores amigos. Forman parte de la familia y les queremos incondicionalmente, aunque a veces tenerlos en casa provoque algún que otro inconveniente. Convivir con ellos es maravilloso, pero también hace que tengamos que estar muy pendientes de las tareas domésticas, y llevar a cabo ciertos ajustes para que la limpieza de la casa sea efectiva. Hoy te damos algunos consejos prácticos para que vivir con tu mascota no se convierta en un caos doméstico.

Cuida la higiene de tu mascota
Aunque hay perritos que se mueren por una buena ducha, otros no quieren ver el agua ni en pintura. Sea como sea tu amigo del alma, mantenerlo lo más limpio posible es esencial si quieres reducir las tareas domésticas relacionadas con la limpieza. Ten en cuenta que un perro limpio provocará menos suciedad a su alrededor y también menos olores. Por eso es importantísimo que programes un baño mensual para tu mascota (más puede ser perjudicial para su piel y su pelo), y que lo duches también si se ensucia mucho por cualquier imprevisto. Ya sabemos lo que les gusta a algunos perros revolcarse en los charcos cuando llueve...
Además del baño regular, no debes olvidar el cepillado diario, que te ayudará a controlar la cantidad de pelos que tu amigo disemina por la casa (es inevitable). Cortarle las uñas, siguiendo las recomendaciones del veterinario, hará que cortinas y tapicerías estén más protegidas, a salvo de arañazos y rasgaduras.
Un consejo: limpia bien sus patas cada vez que lleguéis de la calle. Conseguirás que entre menos suciedad en casa.

Aspirar, una tarea fundamental
Si el aspirado del suelo y de otras superficies de la casa es un trabajo esencial en cualquier casa, esta tarea cobra aún más relevancia en aquellas en los que hay mascotas. Perro y gatos provocan que los espacios se ensucien y que, en muchas ocasiones, se llenen de pelos. Por eso debes aspirar tu casa con bastante frecuencia, al menos cada 48 horas. Una buena idea es hacerte con un robot aspirador que haga el trabajo por ti. Conseguirás que el suelo esté siempre limpio, aunque debes tener cuidado de que tu perro no interfiera con el aparato.
Un consejo: si compartes tu vida con una mascota (o con varias) es importante disponer de un buen aspirador con potencia suficiente y equipado con un filtro HEPA de alta eficiencia. De esta forma te aseguras de que recogerá los pelos y hasta las partículas más diminutas.

¡Declárale la guerra a los pelos!
Por mucho que ames a tu perro no tienes por qué vivir con sus pelos pegados en todas partes: en la ropa, en las tapicerías, en el sofá, etc. Cierto que perros y gatos son monísimos y que te encanta acariciar su suave pelaje. Pero, desde luego, recoger los pelos que sueltan estas mascotas es otra cosa. En cualquier caso, hay estrategias y trucos que te ayudarán a solucionar el problema.
Para empezar, fíjate en el apartado anterior y pon en tu vida un buen aspirador. Será tu mejor aliado a la hora de limpiar la casa. Además de un robot aspirador o un modelo de trineo, conviene tener un aspirador de escoba (con accesorio para convertirlo en un aspirador de mano). Puede que no tengan tanta potencia como los otros, pero resultan muy cómodos para usar a diario.
Trucos que funcionan: utiliza un rodillo quitapelusas para atrapar los pelos, no solo de la ropa, sino también de las tapicerías del sofá y de otros asientos, de las cortinas, etc. También puedes usar un guante de goma ligeramente humedecido. Son muy útiles para recoger los pelos, gracias a la electricidad estática. ¿No tienes rodillo ni guantes? Usa cinta de embalar para conseguir que los pelos se peguen a ella y, así, eliminarlos.

Presta especial atención al suelo de la casa
Para mantener el suelo de toda la casa libre de polvo y de suciedad, debes esmerar la atención que le prestas, sobre todo cuando hay mascotas que te lo ponen más difícil. Comienza por pensar que no todos los suelos son adecuados cuando se convive con animales de compañía. Más allá de elegir un material u otro para el pavimento cuando tienes mascota, lo verdaderamente importante es que ese suelo, además de resistente, sea fácil de limpiar. Debe ser capaz de aguantar las limpiezas cotidianas, porque tendrás que someterlo a un mantenimiento constante. Además de aspirarlo cada 48 horas (o incluso a diario) es importante que puedas fregarlo con mucha frecuencia utilizando agua y un producto desinfectante. Hoy puedes encontrar limpiadores que desinfectan el suelo sin estropearlo.
Un consejo: evita las alfombras en la medida de lo posible. En las casas en las que viven mascotas, las alfombras se convierten en un foco de gérmenes y suciedad, y te dará mucho trabajo tenerlas limpias y en buen estado.

El poder del bicarbonato
Además de la suciedad, los malos olores en nuestra casa se convierten en uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos cuando convivimos con mascotas. A nadie le gusta vivir en espacios en los que huele mal, por lo que debes enfocarte a encontrar soluciones que acaben con el problema, más allá de enmascarar los olores con un ambientador. Para empezar, la limpieza exhaustiva te ayudará a minimizarlos, además de adoptar algunos trucos eficaces. También es muy importante ventilar la casa a diario, para renovar el aire y eliminar ácaros y otras partículas.
Uno de estos trucos consiste en utilizar el bicarbonato de sodio y aprovechar su poder desodorizante. Puedes espolvorearlo de vez en cuando sobre aquellas superficies que están en contacto con tu perro y que no puedes lavar con frecuencia: las tapicerías, la cama de tu perro y otros textiles, etc. Deja que actúe durante unos 30 minutos y después retira y aspira los restos con el aspirador.

Otros remedios contra los malos olores
Más allá de los consejos que te damos en el apartado anterior, existen otras cosas que puedes hacer para mantener tu casa libre de los malos olores provocados por tu perro. Una buena idea es limpiar la casa utilizando vinagre de manzana, un limpiador natural que neutraliza los malos olores. También puedes añadir un poco de vinagre de manzana al champú con el que bañas a tu perro, lo que ayudará a que no se produzcan tantos efluvios desagradables.
¿Quieres otro truco? Enciende en casa velas antiolor. Las encuentras especiales para neutralizar el olor que dejan los animales de compañía.

Protege tus muebles y superficies
Cuando se disfruta de la convivencia con mascotas, no solo es conveniente llevar a la práctica una limpieza doméstica más completa y eficaz. También es importante adelantarse a los acontecimientos. Siempre se pueden producir imprevistos, accidentes y derrames indeseados. Si protegemos las tapicerías y cuidamos de nuestros muebles, conseguiremos que no se estropeen o que el deterioro sea menor. Coloca fundas de tela en el sofá para no tener que preocuparte de si tu perro se sube a dormir la siesta en él. Elige textiles que se laven fácilmente y que resistan el desgaste.

Lavar los textiles de tus mascotas
Su cama, las toallas que usas para secarlo, sus cojines favoritos... Inclusos sus peluches y juguetes. Es importante que todas las cosas que usa tu mascota, sobre todo los textiles, estén lo más limpias posible. Puedes lavar las telas, la cama y las toallas en la lavadora y utilizar un desinfectante apto para lavados a máquina. También es buena idea que la cama y las mantitas estén confeccionadas con tejidos antimicrobianos. Este tipo de tratamientos ayuda a que se mantengan libres, en lo posible, de gérmenes y bacterias.

Ser precavido vale por dos
Como decíamos antes, las fundas para proteger el sofá son muy prácticas en casas en las que hay mascotas, pero no son la única solución. También conviene utilizar esterillas, empapadores, mantitas de protección y otros elementos auxiliares que nos ayudan a controlar la suciedad que provocan nuestros animales. Una pequeña alfombra para poner bajo la zona donde está el comedero, o una mantita o empapador para el sofá, pueden salvarte de tener que limpiar más de un desastre. Lo importante es que estos elementos sean resistentes y se puedan lavar con facilidad.

¡Cuidado con los accidentes!
Si tu perro es un cachorro, lo más seguro es que todavía esté aprendiendo cuándo y cómo hacer pipí, por lo que los imprevistos son más que probables. Si un accidente de estas características se produce en las tapicerías del sofá o de una butaca, es importante que reacciones con rapidez y limpies los restos del desastre cuanto antes. Usa papel absorbente para secar el pipí en la medida de lo posible. Para limpiar la mancha puedes hacer una mezcla de tres partes de vinagre de limpieza y una parte de agua. Empapa la zona frotando con cuidado, y después seca con un trapo limpio. Por último, cuando la tela esté seca, espolvorea bicarbonato de sodio, deja actuar y aspira después.
Si pones en práctica estos consejos conseguirás disfrutar aún más de la vida junto a tus mascotas, y limpiar menos y mejor.