Personal, diferente, cómoda y luminosa, así es esta vivienda diseñada por la interiorista María Acha, que fusiona la arquitectura tradicional japonesa y el estilo ‘mid century’. Situada en el centro de Bilbao y con 250 metros cuadrados, el proyecto se ha centrado en la reorganización de espacios, la optimización de la luz y la creación de un ambiente equilibrado y sereno. Los propietarios, una pareja con dos hijos adolescentes, querían adaptar la distribución existente a las nuevas dinámicas familiares y realizar una renovación estética en consonancia con sus gustos y necesidades actuales.
A nivel estético, la influencia japonesa se manifiesta en el uso de pocos elementos, pero de gran impacto visual, líneas horizontales, cerramientos ligeros y materiales naturales como la madera. La creación de diferentes niveles y la búsqueda de armonía y serenidad fueron también esenciales. Mientras que la inspiración ‘mid century’ se encuentra en los espacios abiertos, fluidos y familiares, donde predomina el uso de revestimientos de madera, y una distribución que favorece la interacción.

Recibidor abierto
En esta vivienda, el recibidor no solo da la mejor bienvenida, sino que es el primer paso para una distribución interna a la medida. Sencillo, pero funcional, cuenta con pocas piezas de mobiliario, pero de gran fuerza visual. Entre ellas, destaca la cómoda con estructura de metal lacado y sobre de cerámica, de Rosita Design, decorada con una escultura diseñada a medida por Maite Carranza en hierro lacado en negro. Con el fin de optimizar el almacenamiento, incorpora un amplio armario a medida, diseñado la interiorista.

Pasillo distribuidor
El objetivo principal del proyecto era reestructurar la circulación interna para que fuera cómoda y práctica. Así, se establecieron tres zonas independientes (día, noche y trabajo) que, mantienen, sin embargo, la cohesión estética general. Tres paneles de suelo a techo, de 275 cm de alto, con marcos de madera de roble y vidrio doble texturizado con tejido de lino, conectan este espacio con el salón. Una disposición que permite el paso de la luz y crea movimiento, mientras se garantiza la privacidad en la zona de sofás. Además, este elemento separador actúa también como transición hacia la zona de trabajo, ubicada en una de las esquinas de la vivienda.

Paredes y techo
La madera es el material que ha usado la interiorista para incorporar los distintos pilares estructurales en la zona de día. Así, dos de ellos se integran en la división de paneles correderos que separan la cocina-comedor del salón, mientras que el tercero se ha transformado en un elemento central, que organiza el mobiliario del estar, gracias a un mueble a medida que sirve de apoyo a los dos grandes sofás en L.
Otro de los aspectos que más llama la atención del proyecto es el techo de madera de roble en casetones, de clara inspiración japonesa. Diseñado por María Acha, no solo aporta una atmósfera acogedora, sino que también lo conecta visualmente con la cocina-comedor, donde la madera es el material predominante. Además, ayuda a delimitar visualmente la zona de salón.

Salón con chimenea
La decoración del salón resulta tan zen como resultona. Para conseguirlo, la interiorista se alió con tonos cálidos, rojizos y pimentones a juego con la madera, suavizados por colores fríos, como el blanco, los beiges y los grises, que consiguen resaltar los elementos, dulcificando el resultado. De esta forma, los muebles de mayor tamaño, como los sofás de Rosita Design o la alfombra a medida de Kuatro Carpets, se han escogido en líneas sobrias y tonos neutros. Mientras que las piezas más pequeñas, como las butacas y las mesitas de vidrio soplado de Miniforms, añaden el toque más alegre y vibrante, tanto por diseño como por su color.
En esta atmósfera, destacan los cuadros de Marina Arregi, escogidos especialmente para este proyecto, en blanco y negro y motivos geométricos, o las esculturas de círculos en color gris plomo (de Arbe). También merece una mención, la transformación de la chimenea original en un modelo de bioetanol con interior de ladrillo, respetando, de esta manera, su estética clásica.

Espacios conectados
La nueva distribución de los espacios planteó dos desafíos a la interiorista: la escasa iluminación natural de la cocina y el comedor y el largo pasillo que conecta las diferentes zonas. Para evitar que este se convirtiera en un corredor monótono y oscuro, se dividió en dos secciones diferenciadas. La primera se integra visualmente en la cocina. Desde el salón, se accede a una 'plataforma' que alberga la cocina y el comedor. Unos grandes paneles correderos de madera y vidrio separan esta área tanto del estar como del pasillo que lleva ala zona de noche, proporcionando privacidad sin llegar nunca a aislarla por completo.
“Desde el principio del proceso de diseño, tuvimos clara la ubicación de la cocina en centro del espacio. También sabíamos que no queríamos forzar el paso a través de ella para acceder a la zona de noche. Por eso, creamos un amplio pasillo en la parte trasera con dos pasos simétricos en madera a cada lado del mobiliario de cocina. De esta manera, hemos logrado independizar la circulación y hacer el acceso a la cocina más intuitivo, tanto desde el salón como desde la zona de habitaciones”, explica María Acha.

Comedor
Siguiendo la línea estética de influencia japonesa, que encontraremos también en la cocina, en el comedor destaca el alistonado de madera de roble y el revestimiento de paredes, que integra el cubrerradiador. Para no restar protagonismo a la escultural mesa redonda de nogal (de Poliform), cuenta con el mínimo mobiliario. Sillas tapizadas y una gran lámpara de techo completan un conjunto especial y práctico en el día a día.
En esta estancia, al igual que ocurre en los baños, la cocina y el lavadero, el parqué de roble natural se ha sustituido por un pavimento porcelánico de gran formato. El cambio de material consigue resaltar el carácter del espacio y favorece la luminosidad.

Cocina con isla
Belleza, funcionalidad e ingenio se dan cita en la cocina de marcado aire oriental. Por eso, dado que es una de las zonas que menos luz natural recibe de toda la vivienda, la interiorista optó por instalar un lucernario empotrado de vidrio con divisiones en metal y luz LED regulable en intensidad, que aporta la sensación de luz natural cenital. Para poder colocar este elemento sobre la isla, se optó por una placa con sistema de extracción incorporada.
Los muebles de cocina, diseñados por María Acha, combinan madera de roble y lacada con encimeras y antepecho de Dekton, una unión tan funcional como estética. Asimismo, se ha buscado crear volúmenes lo más puros posible, con mínimas juntas y cortes. “Mi intención era crear distintas capas con contrastes y no limitarme a una sola influencia. Por eso, hemos introducido un material porcelánico de alto brillo y de diseño complejo y colorido, inspirado en la Piedra Patagonia, para la encimera de la isla y la parte trasera de la cocina”, explica la interiorista.

Hacia la zona de noche
La interiorista juega en cada rincón de esta vivienda con paredes y techos, haciendo que sean parte tanto de la distribución como de la decoración. De esta forma, en el pasillo que se encuentra en la parte trasera de la cocina y que conduce a la zona de noche se han colocado murales de papel pintado enmarcados (de Glamora). ¿El motivo? Que se puedan ver desde la cocina, creando así interés y profundidad en el espacio.

Dormitorio principal
En el dormitorio principal, que incluye vestidor y baño, el gris y la madera se apoderan del espacio, creando una atmósfera cálida y envolvente, ideal para el descanso. El enmarcado alistonado de roble de la pared del cabecero integra la cama con las mesitas de noche, a la vez que da una pincelada de color y textura. Para lograr un resultado ligero, se ha dejado un espacio sin revestir hasta el techo.
Al igual que la zona de día, la habitación apuesta por pocos elementos, bien seleccionados, que cumplen su función y dan un toque de estilo. La cama es una estructura única, moderna y sofisticada, de Praddy, mientras que el toque de diseño lo proporcionan las lámparas de lectura Oluce G.O. de Rosita Design y la librería Ptolomeo.

Baño en suite
El dormitorio principal cuenta con baño, al que se accede a través del vestidor. Amplio y luminosos, la zona de lavabo se convierte en la protagonista absoluta, gracias al mueble bajolavabo redondeado de madera de roble y al gran espejo circular. Además, se ha optado por el uso de tres revestimientos diferentes en suelo y paredes, que, aunque armonizan, consiguen crear contraste y volúmenes que enriquecen el espacio.
Vestido de gris, a juego con la habitación, la iluminación artificial se ha tratado con cuidado. Así, se ha diseñado un foseado de luz indirecta en el techo, una hornacina con luz led en el interior de la ducha, focos en el techo y dos apliques en una de las paredes.

Aseo con ducha
Con ducha, actúa tanto de aseo y como baño para invitados. Para crear una sensación de unidad, se han usado los mismos colores que en los despachos, pero al mismo tiempo, se han utilizado los materiales y la estética del salón. Destaca el mueble bajolavabo en roble teñido y el pavimento inspirado en la técnica oriental Kintsugi, que repara fracturas en la cerámica con barniz de resina y polvo dorado. Las líneas en tono bronce metálico del suelo, aportan brillo al espacio y combinan con los detalles de las griferías y los tiradores. Tanto los pequeños focos empotrados como la luz indirecta del techo, que iluminan el espacio, se han instalado en el mismo tono que el revestimiento.