Desde pequeños detalles hasta paredes enteras, los colores potentes han encontrado su hueco gracias al auge del maximalismo. Los interiores ahora se llenan de contrastes, combinaciones inesperadas y una buena dosis de atrevimiento. Pero no hace falta lanzarse de cabeza al colorido extremo: hay muchas maneras de introducir estos tonos en casa de forma equilibrada y con mucho estilo. Así que, si te apetece dar un giro a la decoración de tu casa, aquí encontrarás inspiración y consejos para sumarte a esta tendencia.
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Fondos oscuros para realzar la decoración
Los colores oscuros, como el azul marino, el verde botella o el gris antracita, son ideales para crear una base sobre la que destaquen muebles y complementos en tonos blancos o claros. Un contraste que genera un efecto sofisticado y moderno. Y si no, fíjate en este proyecto de Trove by Studio Duggan.
Antes de lanzarte a pintar las paredes, es recomendable hacer algunas pruebas con muestras de pintura. Aplica pequeñas pinceladas en distintas zonas y obsérvalas a lo largo del día, ya que la luz natural y artificial puede cambiar su apariencia. Lo suyo es que pruebes con franjas de tres o cuatro tonos diferentes para visualizar mejor el efecto final.
Un extra de interés
Un recurso que está más de moda que nunca son los paneles 3D que se pueden pintar en el color que prefieras. Estos revestimientos, además de su impacto visual, aportan profundidad y movimiento gracias a su relieve. Son fáciles de instalar y de mantener y su diseño mejora la acústica y el aislamiento térmico de cualquier estancia. En este caso, los paneles acanalados Dorique de Noël & Marquet que decoran las paredes se han pintado en un tono azul profundo que no solo realza la textura, sino que envuelve el espacio en una atmósfera sofisticada y contemporánea.
En una sola pared
Aplicar un color potente en una sola pared es una excelente estrategia tanto para destacar un frente, ya sea el de la cama en el dormitorio o el del sofá en el salón, como para delimitar visualmente ambientes que comparten el mismo espacio. Así se ha hecho en este comedor, en el que, además, el verde el fondo contribuye a destacar las lámparas de techo de la marca Original BTC.
Para el resto de las paredes, puedes optar por tonos neutros que suavicen el contraste y aporten equilibrio, o bien elegir un color en una versión más clara del tono principal para mantener una armonía cromática sin perder profundidad. En cuanto al techo, si buscas un efecto acogedor y envolvente, píntalo en un tono más oscuro que las paredes, aunque ya sabes que un color más claro ampliará visualmente la estancia y le dará mayor luminosidad.
Paredes potentes para modernizar la decoración
Si tu mobiliario es de madera oscura y quieres darle un aire renovado, prueba con un color potente en la pared. Eso sí, ten en cuenta los tonos predominantes en los textiles de la estancia, como cortinas, cojines o alfombras. Si predominan los tonos cálidos, un terracota o mostaza se integrará de maravilla –este tono de pintura es de Sibyl Colefax & John Fowler–; y si dominan los azules o verdes, un tono petróleo o esmeralda será una opción armónica. En cualquier caso, para evitar que el resultado sea demasiado pesado, equilibra el espacio con accesorios en tonos claros y detalles de fibras naturales.
Colores inesperados en el dormitorio
Es cierto que los tonos neutros y suaves son ideales para pintar el dormitorio, ya que favorecen la relajación y crean un ambiente de tranquilidad necesario para descansar. Sin embargo, eso no significa que los colores oscuros deban quedar fuera de la ecuación. Una excelente opción es utilizarlos en la pared del cabecero, especialmente si se busca generar un punto focal que aporte carácter y profundidad al espacio, y matizarlos con crudos y blancos en otros elementos de la estancia, como hizo Caffe Latte en este proyecto: aportar dinamismo y contraste sin comprometer la calma visual.
Una idea estupenda para animar una pared blanca
Si tienes una pared blanca y no te atreves a pintarla de un tono intenso, las láminas en colores vivos son una solución perfecta. No es necesario que sigan una paleta cromática estricta, puedes mezclar diversas obras con tonos diferentes, pero para que el conjunto no se vea disperso, intenta unificar la galería a través de una temática común o un estilo visual que conecte todas las piezas. Ya sea una serie de ilustraciones botánicas como estas, de Tim Platt Fine Art Photography, fotografías artísticas o composiciones abstractas, lo importante es que haya una relación sutil entre ellas. Los marcos también te pueden ayudar a dar coherencia a la colección.
¡Mezcla sin miedo!
El maximalismo se caracteriza por combinar colores, formas y texturas que, a primera vista, podrían parecer opuestos, pero que, bien equilibrados, crean un espacio vibrante y sofisticado. Fíjate en este salón, decorado con muebles de Jonathan Adler: un sofá de terciopelo granate, una butaca tapizada en verde lima, una alfombra azul con patrones geométricos… una elección arriesgada que funciona porque hay elementos que unifican el conjunto. Repetir ciertos tonos en distintos objetos (como detalles dorados en el mobiliario) y equilibrar materiales naturales con acabados lujosos permite que la mezcla resulte cohesiva en lugar de desordenada.
El contrapunto cromático
Juega con contrastes de color para dar vida a un espacio. En esta imagen, los sillones en un tono naranja vibrante de IKEA destacan sobre un fondo blanco y se convierten en los protagonistas.
Si la base de tu casa es neutra –paredes blancas, muebles de líneas simples y materiales ligeros como vidrio o metal–, tienes muy fácil replicar esta idea. Solo tienes que añadir un color llamativo en elementos clave, como un sofá o unas butacas. Para recrear un look moderno y un poco retro, elige colores cálidos como el naranja, rojo o amarillo, y combínalos con detalles en negro o metálicos para dar un toque sofisticado. También puedes jugar con texturas, como telas acolchadas y superficies brillantes, para que el contraste no solo sea de color, sino también de materiales.
Textiles para un cambio fácil
Si no quieres pintar las paredes o cambiar los muebles, introduce color a través de los textiles. Podrás experimentar con diferentes combinaciones sin comprometerte con cambios permanentes, o adaptar el espacio a diferentes estados de ánimo o temporadas con simples ajustes en los complementos decorativos. Cojines, cortinas, ropa de cama o alfombras pueden ser el toque vibrante que necesitas para transformar un espacio. La clave está en lograr un equilibrio visual mediante un hilo conductor, que puede ser un color predominante o un estampado que se repita en distintos elementos.
En este caso, la alfombra "Infinito" de Carpet Edition, con sus tonos vibrantes y contrastados, marca la pauta para el resto de la decoración. Los asientos y los cojines en gamas de rojos, naranjas y fucsias refuerzan la paleta cromática y la obra de arte que vemos al fondo, en blanco y negro con detalles en rojo, añade un punto focal e intensifica la sensación de dinamismo en la composición. Además del impacto visual, el uso de textiles permite jugar con las texturas para enriquecer el ambiente.
La regla del tres
Durante años, se ha dicho que no conviene mezclar más de tres colores diferentes para evitar un ambiente recargado, pero lo cierto es que es una estrategia válida siempre que haya un equilibrio visual. La clave está en distribuir bien los tonos, repetirlos estratégicamente y equilibrarlos con materiales o colores que aporten cohesión.
Esta imagen es un ejemplo perfecto. El banco de obra en verde oliva se ha completado con una colchoneta a rayas multicolor, en tonos rojo, azul, amarillo y coral, y con unos los cojines apoyados en el respaldo que refuerzan la paleta cromática del espacios. El revestimiento cerámico en la pared, de Ca Pietra, con su patrón de cuadros en tonos vino y coral, introduce profundidad y textura, además de funcionar como un hilo conductor entre los diferentes colores del espacio.