El salón es uno de los espacios de la casa más importantes. Es donde nos relajamos, pero también el espacio que recibimos a las visitas cuando vienen a nuestro hogar. Por eso, su impacto visual importa, pero también lo hace su funcionalidad. Entre los elementos presentes en el salón, el sofá y las butacas juegan un papel protagonista.
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De hecho, su disposición puede afectar a los flujos de movimiento y a cómo percibimos el espacio. Y es que acompañar a tu sofá con dos butacas es la clave para lograr un entorno armónico y equilibrado. Te damos 10 ideas que lo demuestran.
La clave de combinar un sofá con dos butacas radica en la armonía que se genera entre los tres elementos (ya hemos hablado alguna vez de la regla del 3 en decoración). El sofá, al ser un mueble grande, es el que domina el espacio, mientras que las butacas se encargan de aportar un contrapeso visual, ya que son más ligeras y tienen unas dimensiones más reducidas.
Este equilibrio mejora la distribución del salón, pero también potencia la conversación y la interacción. Al colocar dos butacas junto al sofá, lograrás una circulación más fluida. Además, aunque renuncies a la presencia de otro gran mueble (como sería otro sofá), no lo haces a las plazas de asiento que proporcionan las butacas y todo con un entorno que respira.
Un factor muy interesante de elegir un sofá y dos butacas es que puedes jugar con una variedad de estilos y combinaciones. Una propuesta atrevida (pero muy resultona) es emplear estos muebles para mezclar distintos estilos. Por ejemplo, un sofá clásico como un chéster de cuero se beneficiará de la presencia de unas butacas más modernas en blanco y negro.
Mezclar lo tradicional con lo moderno conseguirá un contraste sofisticado sin perder la cohesión estética. Es la propuesta de Luzio Studio en este salón.
Una opción sofisticada es optar por un conjunto de sofá y butacas de un solo color. Aquí tienes muchas opciones: puedes emplear el mismo color y varias texturas, de manera que aporte dinamismo a la decoración. Otra alternativa es emplear el mismo color y tejido y elegir un sofá clásico y unas butacas más modernas.
Es lo que hizo en este salón el interiorista Alberto Torres, donde el sofá chéster en terciopelo azul claro luce el mismo acabado que las butacas con forma de concha y un diseño más moderno.
Para garantizar un estilo más orgánico y cálido, apuesta por jugar con las texturas. El algodón orgánico o el lino en el sofá y las butacas quedarán genial si las complementas con detalles en madera o mimbre para las patas o los acabados. Este tipo de combinación, además de versátil, se adapta muy bien a salones abiertos.
Si te decantas por esta opción, en la que las texturas ya juegan un papel importante, emplea un solo color, como ha hecho en este salón la interiorista Pia Capdevila.
Si tu sofá es de un color neutro, como el blanco, el beige, el gris o el negro, puedes emplear las butacas para incluir un acento de color a la decoración. Por ejemplo, unas butacas de un color mostaza, azul marino o color vino quedarán genial con un sofá de tonos grises y llenarán de energía el salón.
Otra opción es elegir un tono frío, como el verde como color secundario y añadir la calidez a través de pinceladas de un cálido. Lo ves en este salón decorado por la interiorista Raquel González.
En cuanto a la distribución, la colocación de las butacas y el sofá te ayudará a separar espacios sin necesidad de tabiques. Si bien es habitual emplear la iluminación, las alfombras y los colores para crear esta distinción de espacios en un salón abierto, la ubicación de los muebles también remará en esta dirección. Así, si el sofá se encuentra frente a la pared, puedes colocar dos butacas a cada lado, cerrando el círculo y creando un entorno más íntimo. Otra opción es poner las dos butacas juntas y dejar uno de los laterales abiertos, como en este salón del interiorista Rober Quiñones-Her.
El trío sofá-butacas no solo es funcional como lugar para sentarse, sino que también se adapta a diferentes actividades como leer, conversar, trabajar o ver películas. Esta versatilidad optimizará el uso del espacio y permitirá reconfigurar el espacio según las necesidades del momento, especialmente en salones abiertos.
Puedes acompañar el conjunto con dos pufs a mayores, como ha hecho aquí el equipo de Tinda’s Project y que te permitirán cambiarlos de ubicación con facilidad y usarlos hasta como reposapiés.
Si añades a la decoración de tu salón unas butacas no tienen por qué ser del mismo color que el sofá (ya te lo hemos demostrado), ni tampoco de un color liso. La presencia de estas butacas es la excusa perfecta para añadir algunos estampados a la decoración. Los amantes de lo vintage pueden apostar por unas butacas tapizadas con grandes flores o motivos étnicos, mientras que si quieres un efecto muy elegante, elige mejor un diseño geométrico. Las rayas son una opción elegante y atemporal que nunca pasa de moda.
Eso sí, si apuesta por añadir estos estampados, ten cuidado en incluir otros más si no quieres que quede el espacio demasiado saturado. En esta propuesta la interiorista Raquel González se decantó por unas butacas a rayas que encajan perfectamente con el sofá liso. De hecho, como ves, sí que hay más estampados, pero en elementos más pequeños, como la pantalla de la lámpara o los cojines decorativos.
Al incluir en la decoración dos butacas, apuesta siempre por piezas llamativas y que capten la atención. Empléalas para incluir texturas y acabados que te gustan, pero que no te atreves a incorporar en piezas más grandes. Así, tejidos como el bouclé, que aporta una calidez visual única, y acabados como el dorado, que pueden ser demasiado potentes, quedarán genial en unas butacas modernas como las que ha elegido la interiorista Sara Torrijos en este modernísimo salón.
Las butacas que elijas para acompañar a tu sofá y dividir el espacio están destinadas a ser tu asiento favorito, pero también el de tus visitas. Garantiza que tengan una sentada cómoda, que no sean demasiado bajas y que tengan un respaldo que abrace la espalda.
Los reposabrazos también garantizarán que sean más confortables. Por eso, sea cual sea su acabado, color, estampado o tapizado, pruébala antes para asegurarte de que sea un mueble cómodo para todos.