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Salón con alfombra blanca con motivos, butaca de rayas rojas con puf a juego, sofá blanco y estantería llena de libros© Belén Imaz

Decoración de salones

Salones donde la alfombra no es un detalle, sino la gran protagonista

No solo aportan calidez, sino que, además, protegen y son una buena manera de renovar tu salón, sin tener que redecorar toda la estancia. Aquí tienes 10 propuestas que te encantarán


20 de febrero de 2025 - 18:00 CET

Cálida y acogedora, la alfombra no es solo un accesorio decorativo del salón, sino un elemento capaz de renovar el estilo de la estancia sin necesidad de ningún otro cambio. Además, incrementa el grado de calidez, la hace más acogedora y protege el suelo, al mismo tiempo. En esta propuesta, obra del estudio de arquitectura, interiorismo y paisajismo Ábaton, tiene un papel principal, con permiso de la butaca Up de Gaetano Pesce para B&B Italia, ya que se trata de un diseño de Jaime Hayon para Nani Marquina. Llena de sentido del humor, pone un toque original y atrevido al espacio.

Por estos motivos, nadie le discute su titularidad ni el protagonismo, al mismo nivel que el sofá o la mesa de centro. Eso sí, es importante que tenga el tamaño adecuado. Ante la duda, y tal y como ocurre con las cortinas, nunca pequeña, ya que esta hará que la habitación parezca desequilibrada y estrecha. Estas 10 propuestas son una prueba de sus posibilidades y de su importancia. ¡Inspírate!

Salón con sofás blancos, alfombra, mesa de centro blanca y mesas auxiliares con lámparas de sobremesa metálicas© Westwing

1. Con efecto pasillo

Si quieres un estar cálido, opta por colocar dos sofás enfrentados, separados por una alfombra, que actúa como si fuera un pasillo. Una opción que 'acerca' los asientos y resulta acogedora. 

Lo ideal es elegirla de un color que vaya en armonía y no rompa la unión visual entre ambas zonas. Un modelo largo y estrecho será perfecto para resaltar los sofás y agregar perspectiva. 

En esta propuesta de Westwing se ha optado por un diseño ovalado, lo que incrementa aún más la calidez de la estancia, en un tono claro que mantiene la continuidad y favorece la calma.

Salón con chimenea, alfombra asimétrica de colores, sofás verdes y una gran planta © Sonya Winner Rug Studio

2. Un toque de color y atrevimiento

Una alfombra a todo color es una de las maneras más sencillas de convertir un salón aburrido y 'normal' es un espacio alegre y lleno de vida. Si, además juegas con las formas asimétricas, como las de este diseño de Sonya Winner Rug Studio, potenciarás su efecto por dos. 

En función de tu atrevimiento puedes apostar por sofás en tonos vivos, como estos verdes, o buscar el equilibrio con los neutros claros. “Elegir una alfombra contemporánea vibrante para una sala de estar puede ser transformador, ya que inyecta diseño, color y personalidad. 

Nuestras alfombras también tienen un pelo denso, lo que significa que la cantidad de fibra dentro también actúa para absorber el sonido, mejorando la acústica de una habitación y haciéndola muy acogedora”, señalan desde la firma.

Salón en color crema con sofás y alfombra de ese color y lámparas de techo escultura© Vibia

3. A juego con la decoración

Elijas el modelo que elijas, este debe no solo complementar sino también elevar la decoración, nunca ponerla en peligro o deslucirla. Una buena opción es hacer que combine con los colores, patrones y el estilo general de la estancia, para establecer una conexión visual. L

as alfombras en colores neutros claros son una apuesta segura, ya que resultan fáciles de integrar. Pero que no te confunda su neutralidad, ya que tienen mucho que aportar al estar. 

En esta propuesta de Vibia, donde la calidez de la alfombra crema, en combinación con la madera de las espectaculares lámparas de techo (modelo Rhythm), el parqué y el resto de piezas, incorpora grandes dosis de sofisticación. Para multiplicar el efecto y crear un punto focal, las dos luminarias están centradas. 

Salón con alfombra geométrica rosa y amarilla, sofás fucsias y mesa de centro y auxiliar metalizadas© Cassina

4. En contraste

Y, aunque incorporar una alfombra neutra siempre conlleva un acierto, apostar por un diseño atrevido, que se convierta en un verdadero punto focal, puede dar también mucho juego, decorativamente hablando. Se trata de crear contraste, sin perder cierta conexión, y una escenografía tan especial, como esta de Cassina. Diseñada por Patricia Urquiola, Rigadino, que reinterpreta el tradicional motivo rígido de la cristalería de Murano, aporta elegancia y sofisticación a cualquier ambiente, especialmente si la acompañan piezas tan impactantes. Realizada en lana, un contorno escasamente decorado con las líneas negras características de la técnica del rigadín, define el perímetro irregular de la alfombra, dando vida a un juego de formas hipnóticas, que harán que fijes la mirada en ella. ¡El poder de la hipnosis!

Salón comedor con alfombra redonda de color verde,  suelo de barro, estanterías de barro© Valentina Sommariva

5. Al suelo que más calienta

 Agradable al tacto, es el complemento perfecto para un salón al que le falta calidez, especialmente si su suelo es frío, de porcelánico o piedra. Además, proporciona  la sensación de ser una decoración cuidadosamente elaborada, con un espíritu sofisticado, incluso en salones de estética rústica. 

En este proyecto del estudio Paradisiartificiali, la gran alfombra circular CoDeco, de Carpet Edition, es la absoluta protagonista, tanto por su forma como por sus motivos como, por supuesto, por su color verde, que conecta con la línea cromática de los dos espacios. Realizada de forma artesanal en lana, su belleza compite directamente con su carácter acogedor

Salón comedor con techo de madera, sofá esquinero beige, alfombra marrón clara, mesa de centro de madera y cristal© La Redoute Interieurs

6. En salones abiertos

Cuando el salón comparte espacio con el comedor o con otra estancia, algo cada vez más habitual en la decoración actual, la alfombra se convierte en un elemento divisorio. De esta manera ayuda a delimitar ambos espacios, proporcionando una referencia visual en el suelo. 

Elige el diseño según tus necesidades, teniendo en cuenta que los tonos claros y los patrones llamativos tienden a hacer que una habitación parezca más grande. En esta propuesta de La Redoute Interieurs, la zona de estar queda a los pies de la alfombra, conectando tanto en forma como en color con el resto de la decoración. 

Salón con chimenea, alfombra gris, sofá blanco curvo, butacas azules y cuadros en la pared con marco de madera© Covet House

7. Para realzar el pavimento

Aunque muchas veces, usamos las alfombras para ocultar un pavimento anticuado o una zona con desperfectos, también podemos utilizarla para el efecto contrario: realzarlo. Para ello, debemos elegir un modelo bonito y espectacular, pero también discreto, que aporte calidez y belleza, pero no acapare un exceso de atención. 

Como en esta propuesta de Covet House, donde viste el estar, pero deja que el suelo de madera, al margen de los muebles, le robe parte del protagonismo. Para que esta fórmula decorativa funcione es importante que el parqué sea especial y llamativo. 

Salón con pared de piedra, estantería de madera, sofá blanco rinconera, gran ventanal y alfombra© Clara Larrea

8. A modo moqueta 

Las alfombras XL son tendencia de decoración y en el salón no solo suman estilo, sino también calidez y sensación de hogar. Con el efecto de moqueta, que invita a descalzarse y a pisar blando, estos diseños que crecen en tamaño necesitan, eso sí, ir en proporción con las dimensiones de la estancia

Es decir, necesitamos que cubra casi todo el suelo, pero que no empequeñezca. Esta propuesta de Robert Quiñones-Her es una muestra de la capacidad de una alfombra, su versatilidad y su capacidad para acompañarnos a nosotros y a la decoración. 

Aunque este ambiente cuenta con un gran ventanal, el estudio RQH ha apostado por un modelo en colores claros, que multiplica los metros y la luz. 

Salón con gran ventanal, con cortinas blancas, sofás blancos y alfombra a juego© Ángel Segura

9. A la medida

Y no nos referimos tanto al tamaño como al material y al color. La alfombra debe adaptarse a la decoración del salón y a tu propio estilo personal, pero también a tus necesidades y condiciones del espacio. 

Debe ser mullida, si el suelo es muy frío; en tonos claros, para no recargar; fácil de limpiar, si tienes niños... Por eso, la Reversible Yellow de GAN nos encanta, ya que puedes usarla por las dos caras, y cada una de ellas está elaborada con un material. 

Así, mientras que por un lado es 100% lana, perfecta para los meses fríos, por el otro es de lino y algodón, ideal para el verano y el buen tiempo. Una demostración de que las alfombras son para todo el año.

Salón con alfombra en degradado junto a un gran ventanal, pared verde y cuadro © G.T. Design

10. Distintas ubicaciones

A la hora de colocar una alfombra en el salón, el estar suele ser su ubicación habitual, pero esto no significa que no pueda situarse en otros rincones de la estancia. En el centro, cerca de un ventanal, pegada a la pared... 

Su lugar idóneo depende tanto de tus necesidades como de la distribución del espacio o, incluso, del tamaño de la propia alfombra. Realizada en fibra de viscosa en tonos en degradé, la Stripes Party de G.T. Design brillará de forma especial si la colocas junto a un gran ventanal y dejas que la luz resalte sus brillos.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.