Si estás pensando en reformar la cocina, una de las dudas que seguro que te invade es dónde poner el office, ¿en la isla o es mejor planificar una barra de cocina? Esta elección dependerá del uso que le vayas a dar, las dimensiones con las que cuente tu futura cocina, si es abierta o no y tu estilo de vida y el de tu familia. Analizamos las dos opciones con varios ejemplos diferentes que te inspirarán para decidirte y, sobre todo, acertar. ¡La inspiración está servida!
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![Cocina con península con taburetes.](https://www.hola.com/horizon/original_aspect_ratio/08ad93047475-02-mikel-irastorza-011.jpg)
Integrada, pero abierta
Una de las principales ventajas de colocar el office en la isla de la cocina es que podrás incorporar el espacio de trabajo con la zona de desayunos, creando un espacio completamente integrado. Es la mejor opción si te gusta recibir, ya que podrás preparar la comida con tus invitados acompañándote en la zona de la barra. Pero además, también contarás con un cómodo espacio en el que realizar tareas laborales o personales.
Integrar la barra de cocina en la isla aportará un diseño dinámico que se adapta a la perfección a las cocinas abiertas.
Su propio espacio
Planificar la barra de cocina con un diseño independiente te permitirá separar claramente los usos, pero también el espacio. De hecho, esta separación es ideal para conseguir una mayor personalización en términos de diseño y funcionalidad. Además, la barra puede integrarse de manera armónica en la decoración de la cocina, empleando materiales y colores que complementen el estilo del espacio, creando así una transición elegante entre la zona de cocción y la trabajo con esta otra, más de ocio, como vemos en esta cocina proyectada por la interiorista Pia Capdevila.
Personalidad que no pasa desapercibida
Colocar el office en la isla de la cocina te permitirá destacar su presencia mediante los materiales. Fíjate en esta propuesta de la interiorista Raquel González. Aquí ha continuado el acabado de la encimera para que caiga en cascada convirtiéndose en el soporte. Y su acabado en mármol blanco con vetas grises aporta un look moderno y elegante, también gracias al escaso grosor de la encimera. Eso sí, puesto que se trata de un material que puede resultar algo frío, lo completó con unos taburetes de madera que ayudan a subir la temperatura.
La mejor opción para cocinas pequeñas
Cuando el espacio escasea, es preferible apostar por una barra contra la pared en detrimento de una isla de cocina, que ocuparía demasiado espacio y se comería los metros. Lo mejor es que esta opción abrirá todo tipo de opciones decorativas. Así, puedes enmarcar su presencia con un acogedor papel pintado. En este caso, la interiorista Pia Capdevila se ha decantado por un modelo de cuadros mini, amarillos y blancos.
La altura también es importante, ya que es normal que la barra de la cocina necesite estar más elevada de lo que está la encimera. Que tenga independencia, hará esta transición más discreta.
Una isla en una cocina grande
La isla de la cocina no queda solo genial en una cocina abierta. Una cerrada de grandes dimensiones, como esta que ha sido planificada por la interiorista Pia Capdevila, también se beneficia de su presencia. Y es que actuará como separador entre espacios. Por un lado, quedará la zona de trabajo, de aguas y cocción, mientras que por el otro lado quedará el almacenaje y una zona en la que ubicar el mueble de desayunos, por ejemplo.
Este tipo de cocinas seguirá cediendo el protagonismo a la isla, dejando que se convierta en el corazón de la estancia (y de tu casa).
Una barra con vocación de isla
En cocinas alargadas, pequeñas y abiertas, colocar la barra en la parte exterior de la cocina puede ser la única opción para contar, al menos, con un discreto office. En esta propuesta del equipo de interioristas de Tinda’s Project, la cocina se encuentra en la entrada de la vivienda, de manera que una estantería actúa como separador entre los espacios. La barra de la cocina es una continuación de esta estantería, de manera que queda integrada con la cocina, pero separada, con personalidad propia.
Mirando a la cocina
Decantarse por una barra de cocina en lugar de una isla no implica que la primera no pueda estar completamente integrada en el espacio. Y es que, en muchas ocasiones, la falta de espacio hace que la única opción sea colocarla mirando hacia la pared. Pero si la cocina es alargada, como en esta proyectada por la interiorista Laura Yerpes, puedes planificarla al fondo y mirando hacia la puerta, de manera que queda completamente integrada y tiene personalidad propia.
Para darle más independencia y personalidad, la decoradora jugó con la iluminación de la cocina. Y es que no solo planificó un estante sobre la barra con una luz led integrada, sino que también añadió un par de lámparas colgantes que remarcan su independencia.
Más ligera
Uno de los inconvenientes de las islas de la cocina es que pueden tener demasiada presencia y sobrecargar el entorno. Para evitarlo, puedes hacer como en esta propuesta del equipo de Coblonal Interiorismo, donde la isla de la cocina cuenta con la barra, sí, pero abierta, de manera que presenta un aspecto mucho más ligero. ¿Y el almacenaje? Pues este está ubicado en la zona de la isla en la que está el área de fuegos.
Con un voladizo
A veces no queda más remedio que ubicar el office en la isla de la cocina, ya que el diseño y la disposición de la cocina no dejan muchas más opciones. Pero, como hemos comentado previamente, a veces la altura de la encimera no es suficiente para que sea cómoda como isla. Un voladizo permitirá sentarse cómodamente en los taburetes y tener espacio suficiente para meter las piernas, pero también regalará espacio para guardar los asientos y que no molesten cuando no se están usando.
Más personalidad
Lo mejor de instalar la barra de desayunos en la isla es los taburetes juegan un papel decorativo fundamental. Cuando la barra está contra la pared, es importante que los asientos tengan una unidad con el resto de la cocina, que queden completamente integrados. Pero cuando están ‘fuera’, podrás elegir modelos más originales que te ayuden a subir su nivel. Unos metálicos, como estos colocados por el equipo de Luzio Studio, aportan un look más industrial que ayuda a rebajar la potente presencia de la madera. Pero pueden ser de fibra natural o madera, si lo que necesita la cocina es calidez; o, incluso, tapizados, si quieres un look más clásico.