Cómo conseguir que tus cactus y suculentas sobrevivan al invierno
Aunque son de las especies más fáciles de cuidar, el frío puede jugarte malas pasadas y arriesgar su salud. Toma estas precauciones y mantenlas sanas como el primer día
Los cactus y las suculentas, además de plantas muy decorativas, son la opción perfecta para todos aquellos que no tienen mano con las plantas o carecen del tiempo de cuidar su green corner como se merece. Y, aunque cada especie de suculentas o cactus es distinta y tiene unas necesidades diferentes, hay varios consejos que puedes seguir para que sobrevivan al invierno sin percances.
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Y es que el frío extremo y demasiado riego puede ser perjudicial para su salud, especialmente en estas fechas que, además, planta está en reposo. Con estos consejos, lograrás mantener la salud de tus plantas en perfectas condiciones y también disfrutar de su vitalidad y belleza también en invierno.
Cada especie es única. Por eso, conocer bien las características de cada suculenta y cactus es básico para garantizar su supervivencia. Por un lado, los cactus son conocidos por su resistencia y su capacidad para almacenar agua. Eso sí, también hay especies que durante el invierno descansan. Por otro lado, las suculentas suelen ser algo más sensibles a las heladas.
Para poder proteger tus plantas, infórmate antes de las necesidades de luz, riego y temperatura de tus plantas. De esta manera podrás darles los cuidados que necesitan. Para que sea más sencillo, puedes agruparlas según sean sus cuidados.
La temperatura es uno de los factores más importantes para que tus cactus y suculentas sobreviven al frío del invierno. Y es que, aunque estas plantas son bastante resistentes, una exposición prolongada a temperaturas por debajo de los 5 °C puede dañarlas gravemente.
Si las tienes dentro de casa, trata de que la temperatura se mantenga entre 10 y 18 °C, evitando siempre corrientes de aire frío. En cambio, si están en la terraza, el balcón o el jardín, plantéate moverlas a invernaderos o protegerlas con cobertores especiales. Evita cambios bruscos de temperatura, ya que pueden provocar un shock térmico y debilitarlas.
Durante los meses de frío, reduce la frecuencia de riego. Piensa que estos dos tipos de plantas almacenan agua, por lo que un exceso de humedad será perjudicial y favorecerá la aparición de hongos o que se pudran las raíces. Así que, lo más adecuado es reducir el riego y dejar que la tierra se seque por completo entre riegos.
Si vives en una zona de mucho frío, puede que sea necesario que se retire el riego por completo durante el invierno. Eso sí, aunque es importante que el sustrato esté algo húmedo, recuerda que el agua estancada es el peor enemigo en invierno. Si tienes tus cactus o suculentas en el interior, comprueba de vez en cuando la humedad del sustrato y riégalas con agua a temperatura ambiente.
Dónde tengas tus cactus y suculentas durante el invierno influirá significativamente en su bienestar. Dentro de casa, coloca las plantas cerca de ventanas a través de las que puedan beneficiarse de una luz indirecta, evitando la exposición a corrientes frías.
En cambio, si tus cactus y suculentas se encuentran en exterior, es esencial que se ubiquen en áreas protegidas del viento y de las heladas. Una alternativa es agrupar las plantas en macetas grandes y colocarlas juntas, ya que el calor que emiten entre sí puede ayudar a mantener la temperatura interna. También es recomendable ubicarlas en zonas cubiertas o protegidas, ya sea junto a un museo o bajo un el techado de un porche.
La elección del sustrato también es crucial en el cuidado de cactus y suculentas. Y más en invierno. Este ha de ser ligero, con buen drenaje y capaz de evitar la retención excesiva de agua. Una mezcla ideal puede incluir arena gruesa, perlita y una porción de tierra para suculentas o cactus. Este tipo de sustrato evitará los encharcamientos, previniendo la pudrición de las raíces.
También es recomendable revisar y, si es necesario, renovar el sustrato antes del invierno. Así garantizarás que tus plantas cuenten con el mejor entorno para almacenar agua sin excesos.
¿Hay que abonar las suculentas y cactus en invierno?
La mayoría de cactus y suculentas entran en un periodo de reposo durante el invierno. De hecho, lo más adecuado es reducir o suspender la aplicación de abono durante estos meses de frío. Un exceso de nutrientes podría estimular un crecimiento que la planta no puede sostener en condiciones frías.
Sin embargo, si decides aplicar algún fertilizante, opta mejor por fórmulas específicas para invierno, de liberación lenta, que aporten los nutrientes necesarios sin estimular demasiado el metabolismo de la planta. Así ayudarás a las plantas a resistir el estrés invernal y prepararlas para la reactivación en primavera.
Durante el invierno, las plantas son más vulnerables a ciertas plagas y enfermedades, especialmente si las condiciones de humedad y temperatura no son las adecuadas. Nuestra recomendación es que vigiles de cerca tus cactus y suculentas. Así verás si muestran la presencia de pulgones o cochinillas, y actuar rápidamente.
Puedes aplicar métodos preventivos como aceites vegetales o insecticidas orgánicos. Ten en cuenta también que el exceso de riego puede provocar enfermedades fúngicas, por lo que mantener el sustrato seco es fundamental.
Es importante también que limpies la planta con regularidad, quitando las hojas muertas y asegurando una buena circulación de aire, ayuda a prevenir problemas.
El invierno es una época de menos luz natural. Por eso es importante garantizar que tus cactus y suculentas reciban la cantidad adecuada de luz. Si están dentro, ponlas cerca de una ventana por la que entre mucha luz natural. Si no la hay, puede ser necesario que complementes con luces artificiales de cultivo.
Una buena ventilación también es esencial para evitar la humedad excesiva. Asegúrate de que el espacio donde se encuentran tus plantas esté bien ventilado, evitando las corrientes de aire frío.
Una manera de proteger a tus cactus y suculentas en invierno es utilizando cobertores especiales para soportar las bajas temperaturas. Las fundas térmicas para macetas, mantas vegetales o incluso el uso de papel burbuja en casos extremos pueden ayudar a aislar las raíces del frío. Estas barreras crean una especie de microclima, manteniendo la temperatura del sustrato y evitando pérdidas de calor.
Cuando termine el invierno, es importante que revises el estado general de tus cactus y suculentas. Cuando las temperaturas comiencen a subir, incrementa poco a poco la frecuencia del riego y quita los cobertores protectores si las tenías en el exterior. Estas fechas serán el mejor momento para aplicar un fertilizante equilibrado que estimule el crecimiento y la floración. Puedes realizar también una poda ligera para eliminar cualquier parte dañada.