Un baño verdaderamente accesible es aquel que puede ser utilizado por todas las personas en condiciones de seguridad, comodidad y de la forma más autónoma posible. Para diseñar un baño sin barreras en casa, hemos contactado con la diseñadora de interiores con un Postgrado en Accesibilidad y Diseño Universal, Rosa Bramona (rosabramona.portfoliobox.net).
Errores comunes al diseñar baños que se suponen ‘sin barreras’
Rosa expone que un baño accesible para un hogar siempre tendrá en cuenta las necesidades de las personas usuarias incorporando en cada momento o etapa los elementos necesarios para favorecer su uso a las personas: a niños, a personas mayores, personas con discapacidad, personas con una discapacidad temporal…
No obstante, a la hora de diseñar un baño accesible muchas veces solo se piensa en que lo usen con confort persona con discapacidad física. Hay que pensar en otros aspectos que faciliten el uso a personas con discapacidad cognitiva, discapacidad sensorial, personas mayores, niños, etc.
“Creo que muchas veces estos errores se deben a un desconocimiento, al no saber qué elementos hacen que un baño sea accesible”. Y la experta pone algunos ejemplos de ello:
- Colocar solo una barra de apoyo a un lado del inodoro cuando deberían ser dos, una a cada lado del inodoro. En la propuesta Pia Capdevila acertadamente coloca dos barras y un pulsador para la descarga del agua cómodo de usar.
- Colocar una mampara fija en la ducha, lo que no permite hacer el traspaso a una persona en silla de ruedas al asiento de la ducha.
- Colocar lavamanos con pedestal o mueble en la parte inferior, lo que impide el acceso frontal de personas en silla de ruedas.
- Puertas que abren hacia el interior bloqueando el acceso al interior del baño en caso de emergencia.
Principios básicos para diseñar un baño inclusivo en los hogares
Rosa insiste en que un baño accesible debe resultar seguro, cómodo, funcional y promover la autonomía de todas las personas que lo utilicen independientemente de su capacidad y de su edad. De ese modo, el diseño del baño debe tener en cuenta las necesidades de las personas que viven en el hogar y que harán uso de él.
“Otro punto importante a tener en cuenta cuando se vaya a realizar el proyecto de un baño, es no solo pensar en el momento actual, porque es posible que no necesitemos en ese momento un baño accesible, sino que pensemos más allá. Si diseñamos un baño accesible desde el inicio evitaremos reformas innecesarias en un futuro”, apunta la interiorista.
Los puntos básicos a tener en cuenta serían los siguientes (los cumple el ambiente de la propuesta, de Nofer):
- El acceso al baño: es importante contar con un paso de puerta de 80 cm o superior, corredera o abatible hacia el exterior.
- Contar con espacio para la movilidad interior, sobre todo para personas en silla de ruedas, personas que se desplazan con andador, y contar también que si el usuario necesita asistencia, esta persona debe poder moverse con facilidad por el espacio.
- Colocar el inodoro a una altura entre 45-50 cm y dejar un espacio libre al menos a un lado del inodoro para poder realizar la transferencia desde la silla de ruedas.
- Superficies antideslizantes tanto en seco como en mojado para evitar caídas: en los pavimentos, plato de ducha…
- Colocar elementos de soporte que favorezcan la seguridad de la persona.
- El plato de ducha debe quedar enrasado con el resto del pavimento, para facilitar el acceso.
- Una grifería que sea fácil de usar, tipo palanca o una grifería por sensor.
- Una buena iluminación general y puntual.
- Contraste de color para favorecer a las personas con baja visión poder identificar los elementos del baño, como las barras de soporte, los interruptores, los enchufes…
Los casos de movilidad reducida o personas mayores
Si ponemos el foco en el diseño para personas usuarias con dificultades en la movilidad, el suelo debe ser seguro y ello no lo garantiza solo un pavimento antideslizante tanto seco como mojado, también hay que evitar alfombrillas que puedan provocar caídas.
Sin duda, para el aseo personal convendrá instalar un plato de ducha a ras de suelo, el acceso a las bañeras resulta complicado. Además, “conviene instalar un asiento de ducha. Puede ser abatible o puede ser fijo, sin embargo, es muy importante que el asiento esté diseñado específicamente para su uso en el baño, y no colocar un silla estándar, un taburete…”, advierte Rosa.
La experta sugiere que puede resultar interesante incorporar grifos con palanca. La modalidad de gerontológicos, con una palanca larga que permite accionarlos incluso con el codo, resultan todavía más fáciles de usar y son habituales en centros médicos.
¿Más recomendaciones? Sí. Tanto los tiradores de la puerta de entrada al baño si es corredera, como los tiradores de posibles cajones o armarios del baño serán de tipo asa para facilitar su uso a personas con dificultades de manipulación, debido a enfermedades como artritis, debilidad muscular… No hay que colocar tiradores tipo pomo redondos o aquellos que se hayan embutidos, ya que dificultan su uso.
Otro aspecto a tener en cuenta es que si tenemos puertas batientes de entrada al baño, los tiradores deben ser tipo palanca, ya que son fáciles de accionar tanto con la mano, el antebrazo, el codo… facilitando así la apertura de la puerta. De nuevo hay que evitar los tiradores tipo pomo o en aspa, ya que dificultan el uso a las personas con dificultad de manipulación en las manos.
Barras, un apoyo práctico
Si se van a instalar barras de apoyo (las del ambiente son de Hewi), aunque existen unas normativas en cuanto a medidas, materiales y ubicación para colocarlas en espacios públicos, cuando el baño se diseña para una vivienda siempre se adaptarán a las necesidades de la persona usuaria.
Rosa da este ejemplo: si una persona tiene dificultad para mantener el equilibrio le ayudará tener algunas barras de soporte colocadas en lugares estratégicos para favorecer su movilidad y seguridad, mientras que una persona que tenga un buen equilibrio no necesitará la colocación de estas barras de soporte.
Desafíos para diseñar un baño accesible para niños
“Creo que para diseñar un baño para niños hay que diseñar un baño bajo los mismos conceptos que lo haríamos para un baño accesible, y es que proporcione seguridad, comodidad y que fomente su autonomía”, opina Rosa.
Así, el diseño del baño debe funcionar para diferentes etapas de la vida sin que haya que ir reformándolo y que se vaya adaptando a su crecimiento y a sus necesidades. Con esta base, podemos ir incorporando elementos que faciliten su uso a medida que se vayan necesitando. La experta en accesibilidad sugiere:
- Incorporar elementos para facilitar el acceso al lavabo como un escalón estable con base antideslizante o un adaptador de asiento en un inodoro estándar (lo vemos en este baño de Ideal Standard).
- Situar alguna percha para toallas a una altura baja para que el niño pueda llegar con facilidad.
- Del mismo modo, el espacio para almacenar sus productos hay que colocarlos en estanterías bajas para facilitar el acceso. Si hay cajones, utilizar un dibujo para identificar dónde está guardada cada cosa.
- Utilizar griferías termostáticas para el control de la temperatura en la ducha, para evitar quemaduras accidentales. Además de seguras, otra ventaja es que nos permiten ahorrar agua.
- Como en el caso de las personas mayores, conviene instalar una grifería que sea fácil de usar tipo palanca o por sensor.
Problemas de visión
El contrate de color y texturas permite a las personas ciegas y con baja visión identificar objetos y orientarse mejor, ofreciéndoles así seguridad y autonomía.
En el caso de personas con dificultades de visión, para diferenciar y ubicar más rápidamente elementos como el inodoro, las barras de soporte… es importante que tengan gran contraste cromático con el paramento en el que se encuentran situados, como se comprueba en la propuesta, un proyecto de Rosa Bramona.
Por otra parte, las texturas permiten distinguir distintas zonas del baño como por ejemplo las transiciones entre el pavimento y la ducha.
Rosa también propone incorporar señalización en braille o con relieve en productos de higiene, para poder diferenciarlos mediante el tacto.
Cuando se está fuera de casa
Vamos a visitar a unos amigos a su casa, ¿hay tecnologías específicas que faciliten la orientación de personas ciegas o con dificultades de visión en el baño?
“Una de las aplicaciones que he descubierto hace poco es un asistente en vivo para personas ciegas que se llama Gemini. Realiza una descripción real a través del reconocimiento de la voz y la visión por computadora. Los usuarios pueden solicitar descripciones de su entorno o de las imágenes capturadas, lo que mejora la accesibilidad y la seguridad”, afirma Rosa.
Estamos viendo la zona de cortesía de un baño ideado por Dorotea Studio con el lavabo tipo bol, modelo ‘New Lys’ de Bathco y un mueble volado.
Problemas con las dimensiones del baño
Rosa reconoce que en muchas ocasiones las dificultades para crear un cuarto de baño seguro y cómodo está sujeto a que el espacio es de dimensiones reducidas. Existen modos de optimizar el espacio. Las resumimos:
- Barras de soporte abatibles verticalmente que podamos bajar cuando necesitemos un apoyo y dejar en posición vertical para conseguir más espacio libre.
- Cuando en el baño sea utilizado por una persona en silla de ruedas, si es posible, hay que situar el inodoro y la ducha en paralelo de forma que la zona de transferencia al inodoro y a la ducha sea compartida.
- En algunos baños donde todavía hay bidé, se puede ganar espacio eliminando esta pieza.
- Instalación de una puerta corredera para permitir aprovechar mejor el espacio interior y para que en caso de caídas en el interior del baño la puerta no quede bloqueada. Así lo hace Gokostudio en la propuesta, un piso para una familia cuya cabeza de familia sufre párkinson.
Otra opción interesante consiste en evaluar poder ampliar el baño, analizando si la habitación contigua permite cederle espacio.
Proyectarse en el futuro
Rosa narra que “la sociedad no está demasiado concienciada con la accesibilidad en general. Concretamente en la accesibilidad en los baños, pienso que ha mejorado un poco en los últimos años en los baños públicos pero queda mucho por hacer. En cuanto al ámbito del hogar, opino que las personas no son conscientes de la importancia de contar con un baño accesible hasta que no se encuentran con la necesidad de tener que necesitarlo”.
La solución puede ser diseñar un baño accesible desde el inicio con una buena planificación, evitando reformas innecesarias en un futuro ni que entrañe gastos elevados. De hecho, si se diseña el baño sin barreras desde el inicio la diferencia de precio es mínima, ya que hay muchos productos estándar que se pueden usar, como los platos de ducha enrasados, griferías, puertas… Mientras que cuando se trata de una reforma puede ser más costoso ya que es posible que se tengan que modificar las instalaciones, cambiar pavimentos, derribar paredes…
“Un baño accesible favorece el uso a todas las personas, ofreciendo seguridad, confort y autonomía. ¡Vale la pena invertir en ello!”, concluye la experta.