De todos los electrodomésticos que tenemos en la cocina, el horno es, sin ningún género de dudas, el más difícil de limpiar. Por las características y uso del propio aparato la grasa campa a sus anchas en su interior, se incrusta en paredes y suelo, y cuesta muchísimo eliminarla completamente. Cada vez que horneamos algo, la suciedad se acumula convirtiendo la limpieza del horno en una tarea doméstica ingrata como pocas. Sin embargo, no queda más remedio que limpiar el horno, por lo que conviene armarse de paciencia y ponerse manos a la obra. ¿Quieres una buena noticia? Cuantas más veces limpies tu horno, menos esfuerzo será necesario invertir en ese trabajo. En cuanto al método de limpieza más adecuado, no existe una única forma de limpiar el horno, aunque sí hay algunas que son más eficaces que otras. ¡Te lo contamos!
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¿Cada cuánto tiempo tengo que limpiar el horno?
La respuesta a esta pregunta es 'depende'. Depende del uso que le des. Sé que te gustaría que te dijera que basta con limpiar el horno cada dos o tres meses... pero no es así. Si lo utilizas mucho la limpieza ha de ser bastante frecuente para evitar que la grasa y la suciedad queden incrustadas, lo que hará que sean mucho más difíciles de eliminar. En cualquier caso, si llevas mucho tiempo sin limpiarlo, ahora te costará más hacerlo, pero cuando retomes una rutina adecuada de limpieza de tu horno, la cosa será mucho más fácil y no te llevará tanto tiempo ni requerirá mucho esfuerzo.
Para concretar, lo mejor es limpiar el horno después de cada uso, pasando simplemente una bayeta con agua y lavavajillas y aclarando después. De esta forma la grasa no se queda adherida y no se acumula. Si no puedes, o no te acuerdas de hacerlo siempre que cocinas algo en el horno, acostúmbrate a repasarlo una vez a la semana. Haz una limpieza a fondo cuando veas que la grasa y la suciedad se están apoderando del interior.
¿Elijo un horno que se limpie solo?
Los fabricantes de electrodomésticos conocen la dificultad que la suciedad del horno supone para los consumidores, por lo que tratan de diseñar modelos que solucionen este problema. La mayoría de los hornos modernos vienen equipados con funciones de autolimpieza que merece la pena tener en cuenta. Son hornos que, mediante diferentes tecnologías, se limpian solos, ahorrándote tiempo, trabajo y esfuerzo. Pero, ¿es esto tan bonito como lo pintan? Pues la respuesta es un tanto ambigua: estos procesos de autolipieza pueden llegar a consumir bastantes recursos.
- Hornos pirolíticos: son aquellos que utilizan la pirólisis para limpiar el interior y dejarlo libre de grasa, suciedad y restos de comida. Cuando se activa esta función, la temperatura del horno se eleva a 500ºC de forma que la suciedad de las paredes yb el suelo del horno queda carbonizada y reducida a cenizas. El programa puede durar de una a tres horas, tras las cuales solo tienes que esperar a que se enfríe y recoger las cenizas. El inconveniente es que la pirólisis conlleva un alto consumo eléctrico, por lo que se recomienda utilizar cada 10 o 15 usos.
- Hornos con función Aquaclean: utilizan el vapor de agua para limpiar el interior del horno. La temperatura del horno asciende a unos 250ºC, y el vapor contribuye a desincrustar la grasa, lo que facilita la limpieza.
¿Cómo limpio el horno con bicarbonato y vinagre?
Cuando el horno está muy sucio porque llevas algún tiempo sin limpiarlo, se requiere una solución potente. Puedes utilizar un producto comercial específico o decidirte por otras soluciones más naturales y ecológicas. Una de ellas es emplear bicarbonato y vinagre, tal y como explica Begoña Pérez, La Ordenatriz, en su cuenta de Instagram. Aprende a limpiar el horno paso a paso utilizando estos componentes que seguramente tienes en casa.
- Comienza por vaciar el horno sacando las bandejas, las rejillas y cualquier otro elemento extraíble, como los soportes laterales en los que se apoyan las bandejas.
- Ahora vierte una buena cantidad de vinagre alimentario en la base del horno. Es importante elegir un vinagre blanco. Procura que las manchas de grasa queden bien impregnadas con el vinagre.
- Espolvorea bicarbonato de sodio sobre la base y las manchas. En contacto con el vinagre, el bicarbonato produce un efecto efervescente que, una vez acabe, dejará una pasta blanca. Cubre con ella las zonas sucias del suelo del horno y, si puedes, también de las paredes.
¿Es mejor limpiar el horno en caliente o en frío?
Llegados a este punto del proceso de limpieza, puede que te resulte más fácil limpiar el horno en caliente, siempre teniendo cuidado de no sufrir quemaduras.
- Una vez hayas extendido la pasta de bicarbonato y vinagre blanco sobre la suciedad del horno como te hemos explicado en el punto anterior, es el momento de encender el horno a una temperatura de 90ºC durante 10 o 15 minutos.
- Pasado este tiempo, apaga el horno y deja actuar la pasta durante dos o tres horas. Para entonces, el horno estará completamente frío y podrás quitar la pasta sin quemarte.
- Retira la pasta con una bayeta de microfibra húmeda. Puedes terminar de eliminar los restos de suciedad y pasta limpiadora con un estropajo suave y jabñón lavavajillas. Aclara y seca.
¿Cómo limpio el techo y la parte posterior del horno?
A la hora de limpiar el horno es conveniente ser cuidadoso con algunas de sus partes, si no quieres deteriorar la maquinaria y provocar daños irreparables en el funcionamiento de este electrodoméstico. Hay ciertas partes del horno que no se pueden limpiar. Una de ellas es el techo, donde va alojada la resistencia. No conviene tocarla y no se puede limpiar, ya que corremos el riesgo de estropearla.
Otra zona que no debes tratar de limpiar es la pared del fondo, donde está el ventilador. Puede que también haya algunos orificios de ventilación en esta zona. Si intentas limpiar aquí y aplicar algún producto, puede que dicho producto se introduzca por los huecos del ventilador causando algún daño o avería. Limítate a pasar una bayeta húmeda y nada más.
¿Cómo se limpia la puerta del horno?
Las puertas de cristal de la mayoría de los hornos no queman cuando las tocamos. Realmente no llevan un solo cristal, sino que son puertas de seguridad que llevan dos cristales separados para aislar más el interior y evitar accidentes. Estos cristales van montados sobre la puerta y, en ocasiones, la grasa se introduce entre ellos dejando unos feos y desagradables chorretones difíciles de limpiar. ¿Cómo puedes hacerlo? Es más fácil de lo que crees.
La clave está en desmontar los cristales de la puerta, con mucho cuidado. Consulta las instrucciones de tu horno para saber cómo tienes que hacerlo. La puerta suele llevar una pieza o embellecedor de plástico en la parte superior que se extrae dejando libres los cristales. Sácalos uno por uno y colócalos sobre una toalla en la encimera, una mesa o cualquier otra superficie plana. Limpia la grasa de los cristales con bicarbonato y vinagre o con agua y lavavajillas, según lo sucios que estén. Después vuelve a montarlos en su sitio.
¿Y las rejillas y bandejas?
Dejar impecables las rejillas del horno y las bandejas en las que horneamos la comida no es tan difícil aunque requiere de cierta paciencia, sobre todo si están muy sucias. Comienza por llenar de agua caliente el fregadero y ponlas a remojo un buen rato para conseguir que la suciedad se ablande. Pon un poco de jabón lavavajillas en el agua. Cuando haya transcurrido unos 30 minutos, frota las manchas con un estropajo suave que no raye.
Un consejo: la mezcla de bicarbonato y vinagre blanco que has empleado antes puede ayudarte a eliminar los restos difíciles de rejillas y bandejas. Aplica la pasta, déjala actuar y retira después.
¿Cómo dejar impecable la parte exterior?
Para limpiar la parte exterior del horno de la manera adecuada debes fijarte en el material que tienes que limpiar. Si se trata de un fontal de acero inoxidable puedes utilizar un prodicto especial para este material. Suelen ser productos cremosos que se aplican y después se retiran, dejando un brillo genial. En caso de que prefieras no tener que comprar ningún limpiador específico, puedes limpiar la parte exterior con agua y jabón neutro procurando que el agua no se introduzca en el interior de los mandos.
¿Puedo limpiar el horno con sal?
Todos tenemos en casa ingredientes y productos naturales y económicos que pueden convertirse en un momento dado en buenísimos limpiadores para muchos materiales. Un ejemplo de esto es la sal, que tiene aplicaciones geniales en el hogar. Por ejemplo, puedes utilizar la sal para ablandar las manchas de grasa que se producen en el horno cuando cocinamos nuestros platos favoritos en él. Para ello solo tienes que diluir sal en agua (dos partes de sal por una de agua) y llenar con la mezcla una botella con pulverizador. Aplica el agua con sal por el interior del horno, pulverizando especialmente sobre las manchas de grasa. Después deja actuar unas dos horas y aclara con una bayeta húmeda.
¿Es efectivo el limón para limpiar el horno?
El ácido cítrico que contiene el limón lo convierte en un elemento de gran poder desengrasante. Por eso es buena idea utilizarlo para mantener el horno libre de grasa y suciedad. Puede que solo con limón no podamos dejar el horno impecable, pero sí nos puede ayudar a mantenerlo más limpio. Prueba este truco y compruébalo tú mismo. Parte tres limones por la mitad y exprímelos en una fuente apta para hornear, dejando las cáscaras también. Introduce la fuente en el horno y programa 30 minutos a 250ºC. Después apaga el horno, deja que se enfríe y retira la grasa con una bayeta mojada y escurrida. Saldrá mucho más fácilmente.