Si hay un elemento imprescindible en el salón es, sin duda, el sofá. Es el mueble en el que descansamos cada tarde después de llegar a casa y cuando hemos terminado con las actividades del día. En él nos sentamos a ver nuestra serie favorita, dormimos la siesta y nos relajamos. Es imposible imaginar nuestra vida en casa sin nuestro sofá. Por eso, si tienes la suerte de haber dado con el sofá perfecto para ti, debes cuidarlo para que esté siempre limpio y te dure muchos años en perfectas condiciones. Toma nota de estos consejos de limpieza, ponlos en práctica y disfruta de un sofá limpio y cuidado.
El sofá es para disfrutarlo
¿Quién quiere tener un sofá de adorno, con mucho estilo, pero tan delicado que dé reparo usarlo? Este mueble tan especial es mucho más que un mero objeto decorativo. Lo importante es disfrutarlo, vivirlo a tope cada día durante muchas horas. En el sofá descansamos, jugamos, nos relajamos, nos entretenemos y también comemos. Por mucho cuidado que tengamos, se ensucia y acumula alguna mancha que otra, rozaduras, etc. Aprender a limpiarlo es fundamental si queremos que se mantenga en buenas condiciones durante muchos años. Ten en cuenta que es un mueble pensado para durar.
Un consejo: elige un sofá que se ajuste a tus necesidades y, sobre todo, que te proporcione muchos momentos de relax y disfrute. Si tienes mascotas en casa o tus niños son pequeños, procura decidirte por un modelo con una tapicería menos delicada que sea fácil de limpiar.
Las mejores técnicas y utensilios de limpieza
Acometer la limpieza de los sofás que tienes en casa requiere una planificación previa, si quieres hacerlo correctamente. Comienza por pensar qué tipo de utensilios y limpiadores vas a necesitar, en función de la tapicería. El primer utensilio con el que tienes que contar es con un buen aspirador que lleve un accesorio especial para tapicerías. Además te harán falta bayetas de microfibra, esponjas, y un cepillo suave que no deteriore las fibras del tejido (para eliminar manchas). Procura que estos utensilios estén limpios y en buen estado.
Eliminar el polvo: el punto de partida
Una de las tareas de limpieza que debes realizar con frecuencia consiste en aspirar el sofá para eliminar el polvo que se va acumulando cada día, algo que es inevitable que suceda en cualquier hogar. Utilizar un buen aspirador y pasarlo cada poco tiempo por toda la superficie del sofá es lo mejor para mantenerlo libre de ácaros, algo que es esencial si en casa viven personas alérgicas a este tipo de componentes. En ese caso, elige un aspirador eficiente equipado con filtros HEPA capaces de atrapar hasta las partículas más diminutas.
Un consejo: trabaja con método, pasando el aspirador con orden por las diferentes zonas. Insiste después en los recovecos, esquinas y rincones difíciles. Repasa también la trasera y los laterales.
Limpiar sofás de tela
Lo primero que debes tener en cuenta es si tu sofá de tela es desenfundable. En caso de serlo, retira las fundas de asientos y cojines de respaldo y lávalas en la lavadora siguiendo las instrucciones del fabricante. Lo más habitual es hacerlo en agua fría para que no encojan y con un programa corto y delicado, con poco centrifugado. Después pon las fundas a secar y no las coloques de nuevo hasta que no estén completamente secas.
Si tu sofá no es desenfundable, y una vez lo hayas aspirado a fondo, lo mejor es repasar toda la tapicería con una bayeta de microfibra humedecida con agua. Haz esto mismo en las zonas que no se desenfundan, insistiendo en los brazos del sofá que es una de las partes que más se rozan. Esto sirve para todos aquellos sofás de tela que no están demasiado sucios, o para hacerles un mantenimiento frecuente. Sin embargo, hay alguna excepción: los sofás de terciopelo. En este tipo de tejido no conviene usar agua, ya que puede dejar marcas que después pueden ser difíciles de eliminar.
Soluciones para casos difíciles
En ocasiones, ya sea por falta de tiempo o porque no nos da la vida, dejamos un poco de lado la limpieza cotidiana de los sofás y, cuando nos damos cuenta, están bastante sucios, con muchos roces y zonas oscuras o manchadas. En estos casos se requiere una solución específica que nos ayude a eliminar la suciedad que ha ido acumulando la tapicería.
Es el momento de confiar en los expertos en limpieza, como Begoña Pérez, La Ordenatriz, quien nos da la clave para actuar cuando hace tiempo que no limpiamos el sofá: utilizar la 'fórmula mágica'. Se trata de una mezcla de gran potencia limpiadora que se prepara disolviendo en 500 ml de agua caliente 2 cucharadas de jabón en escamas y 50 ml de amoniaco. Una vez has mezclado bien estos ingredientes pásalos a una botella con pulverizador. Conviene hacer una prueba en una zona escondida del sofá, para comprobar que no se daña el tejido, aunque lo normal es que esto no suceda, ya que el amoniaco no estropea las tapicerías ni altera los colores. Ve pulverizando la fórmula por todos los almohadones, uno por uno, frotando en círculos desde dentro hacia afuera. Después de este paso, aclara bien con una bayeta mojada (y escurrida) en agua. Ahora solo tienes que esperar a que el sofá se seque completamente.
Combatir las manchas
No hace falta dejar que los niños merienden en el sofá mientras ven su serie de dibujos favorita para tener manchas en el sofá. También podemos causarlas nosotros cuando nos tomamos el café, comemos un tentempié o realizamos alguna actividad en este mueble tan versátil, algo que sin duda está a la orden del día en todas las casas. Mejor que preguntarnos cómo nos ha podido suceder a nosotros, conviene actuar rápido para evitar que las manchas se fijen en la tapicería. La rapidez de actuación es fundamental.
Usa un producto limpiador específico que te ayude a eliminar las manchas, atendiendo a la tipología de las mismas, y siguiendo las instrucciones del fabricante. Muchos de estros productos quitamanchas suelen dejar cercos, por lo que conviene probarlos en la trasera antes de utilizarlos sobre la mancha.
Limpieza y mantenimiento de los sofás de piel
Los sofás de cuero o piel natural nunca pasan de moda. Son una opción muy decorativa y elegante, capaz de aportar al salón estilo y personalidad. A la hora de limpiarlos, la piel tiene sus propias necesidades. Para empezar no es conveniente aspirarlos con el aspirador porque podríamos arañar la superficie del cuero. Para eliminar el polvo de forma efectiva en un sofá de piel puedes pasar una bayeta de microfibra ligeramente humedecida.
El siguiente paso consiste en utilizar un producto limpiador específico para tejidos de piel, siempre haciendo antes una prueba en la trasera o en una zona poco visible. En caso de que prefieras no utilizar productos comerciales, puedes limpiar el sofá con agua y jabón neutro, aclarando muy bien después con una bayeta y agua limpia. Y si hay alguna mancha que se resiste, aplica la fórmula mágica de La Ordenatriz frotando suavemente con un trapo limpio y después aclara con agua. ¡Verás qué resultado!
Nutrir la piel es clave
Cuando tenemos que limpiar un sofá de piel natural entran en juego las propias características y necesidades de este material. Como explica Begoña Pérez, La Ordenatriz, en su libro 'Limpieza, orden y felicidad' (Ed. Planeta), "la piel es un material orgánico que reacciona ante los estímulos ambientales. Por eso, como pasa con nuestra propia piel, la hidratación es vital para que se conserve en buen estado".
Aunque hay productos específicos para hidratar la piel, la influencer de limpieza afirma que también puedes usar la crema Nivea clásica, la de la caja azul. Para hacerlo correctamente, aplica una capa muy fina con un paño y frota hasta que se absorba. Cuidado con pasarte con la cantidad: si en algún punto has puesto demasiada crema retira el exceso frotando el cuero con un trapo limpio y seco.
Un consejo: Si te ha caido grasa en el sofá de piel y ha dejado una mancha con muy mala pinta, trata de eliminarla frotando con agua micelar y una bayeta de microfibra. Después hidrata la zona con crema Nivea. Aplíca esta última durante algunos días hasta unificar el tono de la piel.
Confía en los limpiadores caseros
En el siglo XXI contamos con grandes recursos a la hora de limpiar nuestros hogares: detergentes eficaces, productos desinfectantes, jabones quitamanchas específicos, etc. Todos ellos son seguros y podemos usarlos sin miedo. Pero también hay productos más naturales que tenemos en casa y que pueden servirnos para limpiar con efectividad toda la casa. De esta forma ahorramos en la cesta de la compra y conseguimos un entorno doméstico limpio, incluido el sofá.
Para darle a tu sofá el mantenimiento que necesita puedes limpiarlo con estas mezclas caseras que te ayudarán a dejarlo impecable. Prueba con una mezcla de bicarbonato, agua templada y detergente del que usas para hacer la colada. Frota con esta mezcla y un trapo haciendo movimientos circulares por toda la superficie del sofá y después enjuaga con un paño húmedo.
El bicarbonato, un ingrediente casero, también te ayuda a eliminar los malos olores del sofá, provocados por tu mascota, por los restos de comida que hayan podido caerle o por el uso. Espolvorea el bicarbonato sin miedo por la tapicería, almohadones y asientos. Déjalo actuar durante toda la noche y al día siguiente aspira el sofá hasta recoger todo el bicarbonato. ¡Ni rastro de malos olores!
La vaporeta, tu aliada en la limpieza del sofá
Si eres de los que confían en la vaporeta para mantener limpia todas las superficies de la casa, debes saber que puedes utilizarla también para limpiar tus sofás de tela. Con la fuerza del vapor de agua podrás hacer el mantenimiento del sofá sin necesidad de utilizar ningún producto limpiador, ni comercial ni casero. Ten en cuenta que las altas temperaturas desinfectan los tejidos, eliminan los ácaros y los malos olores.
¿Necesitas renovar tu vaporeta antigua? A la hora de elegir un modelo nuevo apuesta por una vaporte moderna que esté equipada con función de limpieza en seco. Podrás dejar la tapicería del sofá perfecta, sin estropear los tejidos ni los colores. Eso sí, no conviene utilizarla para limpiar sofás de piel.