La forma en que organizamos y decoramos nuestro dormitorio influye en el bienestar. Y puede que casi más de lo que imaginas. Hay elementos, detalles, texturas, colores, formas y disposiciones que no se sienten simplemente a la vista. Tienen influencia en cómo los percibimos y sentimos.
¿Y si te decimos que gran parte del peso sobre cómo se percibe un espacio está en las formas, disposición y el concepto de geometría? Lograr un equilibrio en la distribución, las proporciones y la simetría de los elementos puede transformar un dormitorio bonito y agradable en un auténtico santuario de calma y descanso.
El dormitorio, tu refugio
Ya no solo se busca que el dormitorio sea el lugar de descanso, asociado al espacio en el que dormimos. Es mucho más. Se trata de la estancia en la que recuperamos energía y buscamos calma tras un día de trabajo. Por eso es esencial que su diseño no sea solo estéticamente agradable, sino que también debe contribuir a nuestro bienestar emocional. Los colores, las texturas, la distribución del mobiliario y sus dimensiones y otros detalles influyen en cómo nos sentimos.
Muchas veces nos centramos en aspectos decorativos como los textiles y los colores, incluso los acabados y las texturas, pero en este artículo queremos ahondar en la relevancia que tiene algo más difícil de percibir a primera vista: la simetría y las proporciones.
La geometría, en definitiva, del espacio. Y es que este concepto es clave para crear esa atmósfera de equilibrio tan deseada. Este principio de diseño ayuda a que el dormitorio transmita una sensación de orden y armonía visual, elementos esenciales para la relajación mental. Este dormitorio decorado con molduras en la pared del cabecero es un diseño de Estudio Querencia.
¿Por qué la geometría en el dormitorio produce bienestar?
Entremos en materia: ¿sabías que al combinar la simetría con unas proporciones adecuadas se logra un equilibrio que calma los sentidos, reduciendo el estrés y mejorando la calidad del descanso? ¡Eso es lo que buscamos! Lo que tanto necesitamos en el tiempo presente. Diseñar un dormitorio con proporciones y formas equilibradas no es solo una cuestión estética, es una inversión en tu bienestar diario. Un dormitorio bien equilibrado, donde los elementos están en armonía, genera una sensación de calma y estabilidad.
Esa armonía es un conjunto de varios aspectos. Pero en la base, la geometría es la encargada de hacer que los muebles tengan las proporciones adecuadas y las disposiciones más beneficiosas para la forma del dormitorio. Cuando el espacio carece de simetría o proporción, el cerebro lo interpreta como caótico, lo que puede aumentar el estrés y dificultar la relajación. Este dormitorio de estilo contemporáneo, con notas de color y un cabecero corrido en madera con mesitas integradas es un diseño de Luzio Studio.
Las claves para lograr el equilibrio
Además de que la paleta cromática sea la adecuada (los colores suaves generan armonía) y que la iluminación también favorezca la relajación, la distribución del mobiliario y la simetría en los elementos decorativos son clave en la sensación de equilibrio. Aquí entra en juego cómo colocar la cama, las mesitas de noche, el armario… Vamos a ver algunas ideas concretas aplicadas en este sentido al dormitorio:
- Centrar la cama en la pared principal; que generalmente es la más larga. Además, con una ubicación así del mueble más voluminoso es más fácil distribuir de manera ordenada otras piezas a ambos lados.
- Mesitas de noche iguales y simétricas. Usar dos modelos del mismo tamaño, forma y color aporta simetría. Si no son el mismo modelo, sí que haya dos mesitas, una cada lado y de dimensiones similares.
- Una cama con dosel es tremendamente geométrica. Crea línea verticales y horizontales muy definidas, como una cuadrícula, que aportan orden y ponen de relieve la geometría creada. Es un recurso útil en dormitorios grandes ya que define el espacio. La que aparece en esta imagen es de la firma Fantin.
- Un cabecero rectilíneo y proporcional, que sobresalga lo mismo por cada lado de la cama. Un cabecero acolchado o con paneles geométricos aporta texturas equilibradas.
- Un armario ubicado al pie de la cama, mejor que en un lado, a no ser que haya dos a cada lado de la cama. Ideal que sea de puertas idénticas en tamaño y diseño repetitivo.
¿Elementos pares o impares?
Los elementos usados en número par crean simetría y equilibrio. Se asocian al orden y a la estabilidad. En un dormitorio, el uso de elementos pares crea una atmósfera armoniosa y estructurada. Por ejemplo, en cojines, lámparas junto a la cama o cuadros. Es una elección fundamental para los que buscan un diseño equilibrado. Por su parte, los elementos en número impar aportan dinamismo y composiciones más creativas. Son visualmente muy interesantes porque el ojo busca un punto central.
Con una composición de objetos impares se rompe la rigidez de los número pares. Y con ellos se crea una referencia focal en el espacio. Así, cada uso tiene unas ventajas. La simetría clásica recurre al uso de elementos pares, pero puedes destacar algo concreto con un número impar que aporte movimiento. Por ejemplo, cortinas simétricas y pares como los cojines, las alfombras y las lámparas de sobremesa pero una composición de cuadros en la pared del cabecero en número impar. Este dormitorio con techo inclinado rebosa calidez en un conjunto neutro gracias a los textiles y la madera. Es un diseño de Estudio Trece.
El juego geométrico de los textiles
Los textiles del dormitorio se pueden escoger para potenciar la geometría equilibrada que genera sensación de bienestar. Si los textiles son lisos, mejor en número par. Puedes beneficiarte de patrones geométricos para potenciar la simetría. Pero son más cargantes.
Una buena idea para crear sensación de orden visual es que la alfombra quede al pie de la cama o a cada lado de esta con una línea que delimite perimetralmente el textil. Las cortinas también pueden ser una sola que ocupe toda la ventana o dos. Si vistes la ventana con caídas más marcadas, una cada lado con visillo en el centro.
Dormitorio decorado en tonos neutros, en una composición sosegada y elegante, con mucho tono marfil y discretos detalles en negro. Todo, de H&M Home.
Presta mucha atención a las proporciones
Esto significa que haya relación adecuada entre cada pieza de mobiliario: mesitas de noche que no se vean demasiado altas ni bajas respecto a la altura del colchón. Un cabecero que enmarque o que se use para ampliar la estancia, pero que si el dormitorio es pequeño no sea demasiado voluminoso. Que las lámparas de mesa no ocupen toda la mesita de noche. Es preferible que se instalen en la pared. Que el tamaño de los espejos o cuadros de las paredes no sea desmedido.
¿Quieres una cama con cojines impares o ropa de cama llamativa? Equilibra con dos mesitas de noche iguales a cada lado de la cama o dos banquetas al pie. Será como enmarcar geométricamente la zona de descanso aunque haya más movimiento en los textiles. Esta propuesta para el dormitorio, de estilo clásico, es de El Corte Inglés.
Aplicando el concepto de proporción áurea
Este concepto hace referencia a un principio matemático que describe una relación entre dos cantidades. Si la relación entre ellas sigue esta proporción, se considera visualmente agradable y equilibrada. El menor de los objetos tendrá una proporción que se relaciona con el mayor de la misma manera que el mayor se relaciona con la suma de ambos. El mayor beneficio de aplicar la proporción áurea en el dormitorio es que se logra una estética natural y sensación de armonía, de manera que se promueve la relajación y esto afecta al descanso en positivo.
Por ejemplo, usa la proporción áurea para distribuir los muebles más grandes del dormitorio (cama, armario y mesitas de noche). Si la longitud de la pared del dormitorio es de cuatro metros, puedes dividirla en proporciones de 2,5 metros para la cama y 1,5 metros para el espacio libre. También es aplicable el concepto a la distancia que queda entre muebles. Es decir, que entre una alfombra y la cama las distancias y tamaños se rijan por la proporción áurea. Te aseguras la armonía. Este dormitorio con pared revestida con madera alistonada y espejo ahumado es un diseño de Alberto Torres Interiorismo con estilismo de Beatriz Sánchez.
Geometría: bienestar psicológico y físico
Existen investigaciones en el campo de la psicología, neurociencia y diseño de interiores que tratan la relación entre la geometría y nuestro bienestar. Se ha comprobado que un entorno visualmente equilibrado y armonioso tiene un impacto directo en cómo nos sentimos. Y es que el cerebro humano busca patrones y simetría. Las formas geométricas equilibradas activan áreas cerebrales relacionadas con el placer. Buscamos seguridad porque nos genera calma.
En neurociencia se ha trabajado para conocer la relación entre los entornos simétricos y bien organizados y la sensación de seguridad que nos producen. Esa seguridad nos lleva a un estado emocional más positivo. Lo sencillo y simple y el orden visual reducen la ansiedad y, por tanto, nos llevan a la relajación. Según los estudios, las formas geométricas claras como cuadrados, rectángulos o círculos son estables y los percibimos como ordenados.
La investigación de la psicóloga y diseñadora ambiental, Sally Augustin (autora de Place Advantage: Applied Psychology for Interior Architecture), muestra que el uso de patrones geométricos en el diseño de interiores puede mejorar la atención y la claridad mental. En la imagen, un dormitorio diseñado con mobiliario de la firma Tegar.
Equilibrio, orden, calma… ¿Cómo influyen en la calidad del sueño?
Ya hemos visto cómo determinados conceptos relacionados con la geometría no producen calma, sensación de seguridad y relajación. Es obvio que este estado nos lleva a dormir mejor. De ahí que el dormitorio deba diseñarse con estas ideas en la mente. También hay estudios relacionados con la geometría del espacio y la calidad del sueño. Y en ellos se explica cómo el diseño del espacio influye en la forma en que percibimos el entorno y cómo nos sentimos en él.
El sueño es más profundo y reparador si reducimos la ansiedad y nos encontramos en un ambiente que facilita la relajación y favorece o nos acompaña en los ciclos circadianos. Este dormitorio decorado en tonalidades azul verdoso, con cuadrícula en la pared principal creada con molduras, es un diseño del estudio de interiorismo Studiomac con estilismo de Cristina Rodríguez Goitia.
Ciclos circadianos: ¿Qué son y cómo afectan al descanso?
Los ciclos circadianos son los procesos biológicos que siguen un ritmo de 24 horas y regulan funciones clave del cuerpo, como el sueño, la temperatura corporal, las hormonas y el metabolismo. Nos centramos en la relación con el sueño. La exposición a la luz y a los patrones de oscuridad influye en estos ciclos. Pero, ¿qué hay de la geometría y los ciclos circadianos? También hay aspectos que influyen. Por ejemplo, si la geometría tiene que ver con la distribución de la luz en el espacio.
¿Dónde están ubicadas las ventanas? ¿Cuántas hay? ¿Dejan que la luz llegue durante el día para mantener el ciclo circadiano en sintonía? La elección de las lámparas con luz suave y regulable. Si se distribuyen bien en el dormitorio, se crea una atmósfera que propicie la relajación. El control de la intensidad de la luz favorece la producción de melatonina y facilita la transición hacia el sueño. Este dormitorio está diseñado con un cabecero a medida por la interiorista Pia Capdevila. Estilismo de Paloma Pacheco.