Van y vienen. Lo que hoy está de moda, al día siguiente, no se lleva. Pero si ha calado hondo, con el tiempo, volverá. Y es que las tendencias son cíclicas. Y en decoración esta máxima no es una excepción. De hecho, muchos elementos y objetos que nuestras abuelas lucían en sus casas y que hace años nos parecían un espanto, hoy vuelven al candelero con ganas de instalarse en tu casa.
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Y es que lo retro y lo vintage no solo evocan nostalgia, sino que también aportan carácter a la decoración, además de un toque cálido y auténtico. Hemos reunido 10 ideas decorativas y elementos que vuelven. De hecho, ya han vuelto. Tu abuela ya sabía que eran un acierto. Y, hoy, tú también.
1. Vajillas de porcelana con motivos florales
Eran las protagonistas de la vitrina que tenía tu abuela en el comedor. Estas vajillas con motivos florales eran auténticas obras de arte que se lucían hace décadas como tal. Y hoy están de regreso a nuestros hogares.
Así, los platos de porcelana con bordes dorados y delicados motivos florales son ideales para dar un toque elegante y vintage a cualquier estantería, pero también a la mesa. Porque si algo ha cambiado desde entonces es que hoy no queremos que se queden como meros objetos decorativos. Son perfectos para dar vida a tu mesa de comedor, así como un toque vintage. Quedarán genial sobre una mesa de madera natural o sobre unos manteles de lino, aportando un aire sofisticado tanto en reuniones formales como en las cenas diarias.
2. Lámparas de araña
Son un clásico atemporal. Y, aunque hasta hace unos años eras reticente a poner una en tu comedor, poco a poco has visto cómo pueden quedar genial en un comedor de estilo clásico. Estas lámparas de araña eran un símbolo de elegancia en las casas de antes, y hoy vuelven para convertirse en un elemento central en la decoración del comedor.
Con diseños que mezclan cristal y metal, estas lámparas crean un punto focal impresionante. Además, son perfectas para combinar con muebles contemporáneos, aportando un contraste lleno de carácter.
3. Muebles de madera maciza
De porte robusto, con acabados artesanales y diseños únicos (es lo que tiene la madera natural), los muebles de madera maciza son una de esas tendencias que nunca pasa de moda. Su mera presencia se encarga de aportar calidez, pero también son una garantía de durabilidad. Dependerá de su diseño, pero los más clásicos, además, son seña de lo importante que es para ti recuperar un pedacito de historia que quedará genial en entornos más contemporáneos.
Ya sea un aparador clásico o una mesa de comedor, estos muebles destacan por su longevidad y belleza natural.
4. El ganchillo vuelve a estar de moda
Al igual que el punto, el ganchillo es una técnica para tejer mantas, colchas o fundas de cojín, que nuestras abuelas dominaban a la perfección. Hoy vuelve a estar de moda. ¡Hay hasta prendas de ropa tejidas con esta técnica!
Colchas, mantas y cojines tejidos a mano evocan una sensación de hogar, pero también se encargan de enriquecer la decoración, añadiendo texturas únicas. Colocarlas sobre sofás o camas es una forma sencilla de crear un ambiente acogedor y personal.
5. Baldosas hidráulicas
Las baldosas hidráulicas son otra de esas joyas del pasado que ahora reaparecen con fuerza –lo llevan haciendo varios años–. Y no se trata tan solo de las que aparecen ocultas en rehabilitaciones de pisos tras años de estar escondidas bajo otros materiales, sino también las nuevas creaciones, capaces de dar carácter a cocinas, baños o incluso patios.
No solo son una genial opción por su durabilidad, sino que los patrones geométricos o florales que lucen aportan un encanto retro irresistible. Hoy, se pueden encontrar tanto en diseños originales como en versiones modernas que respetan su esencia clásica.
6. Espejos con marcos dorados
Lucía en los pasillos y salones de nuestras con cierta majestuosidad que los convertía en piezas imponentes, claves en la decoración. Hoy, estos contundentes espejos vuelven a ser tendencia, aunque con ciertas variaciones. Por un lado, añaden un toque de sofisticación, pero también cumplen con su función de ampliar visualmente el espacio y de reflejar la luz natural, haciendo que cualquier habitación parezca más luminosa y amplia.
Si hay un recurso que ha vuelto a la decoración de interiores con muchísima fuerza, ese es el papel pintado. Durante años se empleó en todas las estancias de la casa, con diseños florales, geométricos y retro, para ocultar las imperfecciones de las paredes –función que más tarde realizó el gotelé–.
Hoy vuelven a llevarse los mismos diseños, aunque con patrones y colores más delicados. De hecho, se ha convertido en uno de los recursos más empleados para protagonizar y decorar dormitorios, cocinas y hasta baños. Así, por ejemplo, es perfecto para la pared del cabecero, crear un punto de fuga en la que se sustenta el lavabo y el espejo del baño o aportar personalidad y delimitar la zona del office en la cocina.
8. Revestimientos de madera en las paredes
Los revestimientos de madera o frisos solían ser un elemento muy habitual en las paredes de salones y pasillos. Su presencia se debía a la necesidad de tapar las irregularidades de las paredes, pero también para protegerlas de golpes o rayaduras.
Hoy en día, este tipo revestimientos para la pared ha vuelto con el objetivo de sumar calidez y textura, así como un toque clásico a la decoración. De hecho, aunque pueden colocarse en paredes completas, lo más habitual es colocarlas a media altura, aportando ese estilo clásico y elegante, tan atractivo. Es ideal para conseguir un aire más acogedor a habitaciones de gran tamaño.
9. Sillas de mimbre
La antigua butaca de mimbre de tu abuela, la mesa auxiliar que tenía en el salón, el baúl para las mantas de invierno… El mimbre era un material con muchísima presencia en las casas de nuestras abuelas. Incluso, muchas veces, se relegaba a una ubicación en el exterior. Hoy en día ha vuelto al candelero, junto con otras fibras naturales, con una imagen más depurada, más elegante.
Así, sillas, butacas y otros muebles hechos con este material natural, protagonizan la decoración de muchos espacios en los que predominan estilos relajados, como el boho o el mediterráneo, aunque también se dejan ver en otros ambientes más modernos. Se trata de piezas ligeras y duraderas que aportan una estética desenfada y natural.
10. Alfombras orientales
Aunque las alfombras de diseños sencillos y lisos son una apuesta con la que acertarás seguro –más aún si eres un apasionado del minimalismo cálido y el lujo silencioso–, los amantes de los estilos maximalistas encuentran en las alfombras de estilo oriental una joya recuperada del pasado. Sus diseños intrincados y ricos colores eran clave en los salones clásicos y, a veces, algo recargados. Hoy se han hecho su hueco de nuevo en salones y comedores, pero combinados con muebles modernos, creando un contraste lleno de carácter.