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Salón© jose hevia

Cosas de casa

8 claves infalibles para elegir el sistema de calefacción perfecto para tu hogar

Fácil, cómodo y sencillo. Estas explicaciones te ayudan a dar con el sistema de calefacción ideal para tu hogar. Es necesario conocer qué sistemas hay, sus características y algunas claves relacionadas con cada uno de ellos, que te llevarán a saber si son los adecuados. 


28 de enero de 2025 - 18:00 CET

Desde la eficiencia energética hasta el diseño que mejor se adapta a tu espacio, el sistema de calefacción que elijas para tu casa la calienta de una manera pero también afecta al gasto energético. Debes tomar una decisión inteligente al respecto para mantener tu casa cálida de aquí en adelante. No hay nada mejor que tener la información necesaria, de forma clara y concisa, para afrontar este tema que para muchos es complicado. ¡Lo hacemos fácil! Contamos con la ayuda del estudio boutique de arquitectura e interiorismo Freehand para asesorarnos y equilibrar confort, eficiencia y costos. En la elección hay que tener en cuenta también factores como el clima de tu ciudad y la conciencia ecológica. También son interesantes las consideraciones de los expertos en suelo radiante de Uponor que nos dan en concreto para este sistema de calefacción. 

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Zona acristalada con chimenea© Freehand Arquitectura

Primera clave para elegir sistema de calefacción: la ubicación

"Lo primero es ubicar la edificación, si es un chalet en una montaña o un piso en un edificio urbano con calefacción central; en este último caso habrá que poner un contador que controle el consumo de cada vivienda", explican desde Freehand (www.fharquitectura.com). Este es un buen punto de partida para elegir bien. El lugar influye directamente en las necesidades térmicas y en las opciones disponibles. En el caso de una vivienda unifamiliar en un entorno frío, probablemente necesitarás un sistema de calefacción más potente y autónomo, como una caldera de biomasa, una bomba de calor aire-agua o incluso suelo radiante combinado con energías renovables. 

Recuerda: la prioridad aquí será minimizar la pérdida de calor mediante un sistema eficiente y bien aislado. Por otro lado, en un piso dentro de un edificio urbano, muchas veces la calefacción centralizada puede ser una opción eficiente, pero suele requerir un contador de consumo individualizado. Esto asegura que cada vecino pague solo por la energía que realmente utiliza, promoviendo un uso más consciente. En zonas urbanas con temperaturas menos extremas, los sistemas eléctricos como los radiadores de bajo consumo o las bombas de calor aire-aire también son opciones viables. En la imagen, un proyecto llevado a cabo por Freehand Arquitectura en Vigo donde se instaló una moderna chimenea de la firma Focus en el porche acristalado.

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Sistema de calefacción por suelo radiante© Uponor

Segunda clave: conocer los tipos de calefacción del mercado

Aquí hay que tener conocimiento de todo para saber escoger bien. Entender las opciones disponibles en el mercado y cómo se adaptan a las características y necesidades de cada hogar te llevará a realizar bien el análisis, sabiendo cuáles son las ventajas y desventajas así como otros requisitos técnicos (muy importante)de los sistemas de calefacción. Entre las principales opciones se encuentran:

- Radiadores: "Un sistema estupendo para una calefacción centralizada y puede ser alimentado por una caldera. Son cómodos y menos propensos a mover polvo y alérgenos", explican desde Freehand. Los radiadores pueden funcionar con una caldera de gas natural. Son eficientes y de coste moderado, ideales para viviendas con acceso a una red de gas (recuerda que una caldera de gas también encaja con el sistema de suelo radiante). Los radiadores también los encontramos en edificios con un sistema de calefacción centralizada.

- Suelo radiante: Proporciona una distribución uniforme del calor y es eficiente, y muy agradable. Su instalación es costosa. Desde Uponor, multinacional de origen finlandés experta en soluciones para el transporte de agua en la edificación y de climatización invisible por superficies radiantes, señalan que "los sistemas de calefacción por suelo radiante son la alternativa actual a los sistemas tradicionales de radiadores, proporcionando un mayor ahorro energético y un mayor grado de confort para el usuario. Este sistema de climatización usa como elemento emisor el propio suelo de la vivienda. El funcionamiento del sistema consiste en la impulsión de agua a través de circuitos de tuberías que quedan embebidos en una capa de mortero de cemento sobre la cual se coloca el pavimento final". 

Manuel Orellana Responsable del Servicio de Asistencia Técnica de Uponor en Iberia apunta que “por cada grado que incrementamos en el termostato, podemos llegar a aumentar un 8% la factura de energía. Por ello, optimizar el sistema de calefacción es fundamental para evitar un exceso en el consumo que un sistema mal regulado puede ocasionar, provocando además un confort inadecuado en cada una de las estancias de la vivienda”. 

- Bombas de calor: Se trata de un sistema de climatización que calienta o enfría el aire, a diferencia de los radiadores y suelo radiante.

- Estufas de leña o pellets: "Esta es la opción clásica por su belleza y por lo agradable del fuego; es perfecto para zonas donde sus combustibles son económicos y abundantes", detallan desde Freehand.

En la imagen, Skypark Valdebebas, un proyecto de Acciona llave en mano para Hines Spain con recreación de sistema de calefacción por suelo radiante de Uponor.

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Salón con chimenea© Freehand Arquitectura

Tercera clave para elegir: ¿cuál es el combustible o tipo de energía del sistema de calefacción?

El tipo de combustible o energía que alimenta el sistema de calefacción afecta directamente al coste, la sostenibilidad y la eficiencia de la instalación. Hay que analizar qué opciones hay disponibles en la zona donde se encuentra la vivienda y cuáles de ellas se adaptan a tu estilo de vida.

- Gas natural: Es uno de los combustibles más comunes y suele ser eficiente, pero requiere una instalación adecuada y acceso a la red de gas. Su uso implica emisiones de CO2.

- Electricidad: Fuente de energía muy eficaz  y más barata que el gas hoy en día, especialmente indicado para los sistemas de aerotermia."Con paneles solares el coste puede ser cero", recuerdan desde Freehand, que como estudio está certificado como Passive House Designers. Así, en combinación con energías renovables puede ser una opción más económica y sostenible.

- Propano o gasóleo: Son alternativas donde no hay acceso al gas natural, pero pueden ser más caros y requieren almacenamiento. "Con vistas a futuro les queda poco tiempo porque son poco eficaces y contaminan", aportan.

- Energías renovables: La energía solar o la biomasa son opciones populares por ser más sostenibles y pueden ofrecer ahorros a largo plazo; requieren una inversión inicial.

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Salón con chimenea© Agoko

Cuarta clave: analizar los costes

¿De qué costes hablamos en este punto? Del coste inicial, de periódico y el de la operación en sí. "Para comprender el precio de un sistema hemos de establecer un presupuesto para la compra e instalación, pero también evaluar el costo a largo plazo, incluyendo el mantenimiento y las factura que vendrán", anotan desde Freehand Arquitectura. Un análisis detallado de los costes no solo te ayudará a evitar sorpresas desagradables en tus facturas, sino que también garantiza que elijas un sistema que sea sostenible tanto para tu bolsillo como para el medio ambiente. Recuerda que lo más barato inicialmente no siempre resulta ser la opción más económica a largo plazo. A continuación te detallamos más sobre estos costes a tener en cuenta. 

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Cocina abierta al salón© Cesar by NERO / fotofranch

Sobre los costes: cómo calcularlos

Coste inicial. Incluye el precio de compra del equipo y su instalación. Algunos sistemas, como las calderas de gas o los radiadores eléctricos suelen tener un coste inicial moderado, mientras que opciones más avanzadas como las bombas de calor, el suelo radiante o sistemas basados en energías renovables pueden requerir una inversión más elevada. Mira le precio y compara, pero también la calidad y eficiencia del equipo. Una inversión inicial más alta puede traducirse en ahorros a corto plazo. 

Coste operativo. Se refiere al gasto periódico que se produce en el funcionamiento del sistema. Hablamos del consumo energético. En este sentido, el gas natural suele ser estable, aunque tampoco resulta hoy tan económico. La electricidad puede ser costosa si no se complementa con fuentes renovables. La biomasa tiene un coste por combustible moderado, pero puede fluctuar dependiendo de la oferta y demanda local. Y con coste operativo bajo están los sistemas renovables ya que aprovechan los recursos naturales.

Coste de mantenimiento. Es el coste que tiene cualquier sistema de calefacción. Se refiere a las revisiones que garantizan el buen funcionamiento. Las calderas de gas, gasóleo o biomasa requieren revisiones anuales, realizadas por un técnico especializado. Las bombas de calor y los sistemas eléctricos tiene un mantenimiento más simple y menos frecuente. Por su parte, las instalaciones de biomasa necesitan una limpieza constante porque generan residuos en su combustión.

Coste a largo plazo. Aquí es fundamental evaluar el equilibrio entre la inversión inicial y los ahorros futuros. Ten en cuenta en el cálculo la vida útil del equipo. 

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Casa pequeña con cocina abierta al mini salón© Rehau

Quinta clave en tu elección: dimensiones de la casa

"Otra variable es el cálculo de carga térmica para saber cuánta calefacción necesitamos", puntualizan los expertos del estudio de arquitectura consultado. Hay que ajustar la calefacción al tamaño de la vivienda. ¡Es clave! No todos los sistemas son igual de efectivos para cualquier espacio. Lo mejor, realizar un cálculo de la carga térmica. Este cálculo determina la cantidad de energía necesaria para calentar cada estancia de manera uniforme y confortable, teniendo en cuenta las dimensiones, el aislamiento y el clima local. En casas grandes en superficie y/o de techos altos, los sistemas han de ser potentes. En apartamentos pequeños, hay otros sistemas que pueden ser suficientes y económicos. En la imagen, mobiliario de cocina en acabado mate de la colección Rauvisio de Rehau.

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Cocina en un ambiente decorado en tonos neutros© Wetouch Imagework / Kvik
Wetouch Imagework

Sexta clave: el aislamiento

Una casa bien aislada maximiza la eficiencia de cualquier sistema de calefacción. Hay casas grandes con buen aislamiento que pueden necesitar menos energía que una vivienda pequeña y mal aislada. Para el cálculo de carga térmica que acabamos de mencionar, ya hemos visto que se tiene en cuenta el aislamiento de una casa. Se estiman las pérdidas de calor y en este punto se consideran el nivel de aislamiento (ventanas de doble cristal, paredes aisladas, etc.); el clima exterior (las zonas frías necesitan más energía que los climas suaves) y la orientación y ventanas (las estancias con más ventanas pierden más calor). Las estimaciones aproximadas de pérdida térmica en una casa bien aislada es de 40-50 W por m³; en una casa medianamente aislada es de 50-70 W por m³ y en una mal aislada de 70-100 W por m³.

Aquí hay que mencionar las ventajas de las casas pasivas o passivhaus. "Son viviendas con un enfoque de diseño arquitectónico que busca maximizar el confort interior y minimizar la dependencia de sistemas activos, como la calefacción o el aire acondicionado", apostillan desde Freehand. En la imagen, cocina de la serie Celleno en tono Arizona beige de la firma de mobiliario Kvik. 

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Comedor pequeño con mesa redonda© BoConcept

Séptima clave: sostenibilidad

Elige el sistema de calefacción adecuado con vistas al futuro. ¿Cuáles son las regulaciones futuras sobre la elección que vamos a tomar? Hay que tener en cuenta que la tendencia es la transición hacia fuentes de energía más sostenibles, limpias y eficientes. La sostenibilidad es por tanto otra de las claves a tener en cuenta en la elección. Con ella cuidamos el medio ambiente pero hay que asegurarse de que el sistema elegido cumpla con las normativas previstas en los próximoa años. De esta manera te ahorrará posibles costes extra de adaptación. De manera general, podemos dejar pincelados los pactos en material de reducción de emisiones de CO2, por ejemplo; las regulaciones relacionadas con el Certificado de Eficiencia Energética (escoge un sistema A++ o superior) o la prohibición progresiva de combustibles fósiles (en la Unión Europea se prevé que para 2030 muchos sistemas basados en combustibles fósiles ya no estén permitidos en nuevas construcciones). Este comedor está decorado con mobiliario de la firma BoConcept.

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Salón con radiador vertical de Irsap© José Hevia

Octava clave: asesórate bien y aprende sobre tu sistema

Y si has llegado hasta este punto, ya te puedes hacer una idea de que el análisis que hay que realizar para elegir bien el sistema de calefacción adecuado es muy completo. Seguro que te has hecho una idea y situado en qué punto debes centrarte tras conocer a grandes rasgos las ideas principales. Pero aún así, la recomendación es que te pongas en manos de profesionales para realizar bien el cálculo y escoger "de acuerdo a nuestras necesidades. El sistema ha de estar instalado por profesionales certificados para asegurar su correcto funcionamiento y seguridad", concluyen desde Freehand Arquitectura.

Además, es importante saber cómo sacar el mejor y máximo partido al sistema de calefacción que escojas. Porque cada uno tiene sus "trucos". Por ejemplo, ¿sabías que en el caso del suelo radiante, tras periodos de apagado prolongados -como la primavera y el verano-, se debe calentar el suelo de forma gradual, y se recomienda aumentar paulatinamente 1 grado la temperatura del suelo radiante desde la temperatura ambiente de la vivienda hasta la temperatura de confort? Así lo explican los profesionales de Uponor. O que si te vas a ausentar unos días, se recomienda mantener una temperatura de confort y una temperatura reducida de no más de 2-3 grados en periodos de ausencia temporal con el objetivo de controlar la inercia. Y siempre, ten en cuenta que en invierno, la temperatura ideal para lograr confort en los hogares se sitúa en 20º-22ºC. En la imagen, un radiador vertical de la firma Irsap.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.