¿En un rincón o en el centro de la habitación? ¿De frente o de espaldas a la ventana? La forma de colocar el sofá no solo influirá en la distribución del salón y en su forma de integrarse en la estancia, sino también en su estética y confort, tal y como se ve en este proyecto del estudio Terraza Balear. Estas 10 ideas de decoración te muestran qué posición es la más adecuada, según el tamaño del espacio y la forma y dimensiones de tu sofá. Encuentra la tuya... ¡o las tuyas!
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En 'L' pegados a la pared
Además de los metros y la forma del sofá, las condiciones del espacio (si hay ventana, una columna, si es zona de paso....) y tus necesidades también influyen en la decisión. Si tienes dos paredes en ángulo, puedes optar por una rinconera o, como en esta propuesta del estudio Punto M, por dos modelos gemelos de distinto tamaño. Independientes, pero sincronizados e integrados en el ambiente, cuentan con un lugar privilegiado para disfrutar de las vistas y la luz. Procura que no tengan obstáculos delante que se lo impidan.
De espaldas a una ventana
Perfecta para aprovechar la entrada de luz y disfrutar de sus muchos beneficios. Eso sí, este tipo de organización precisa que un sofá bajo, para que el respaldo no sea un obstáculo ni para el sol ni para abrir las ventanas, en el caso de que no sean correderas. Para sacar partido a esta colocación, haz que la decoración gire a su alrededor, con cojines, cortinas auxiliares en sintonía. Como ocurre en este ambiente, donde la alfombra de GAN queda totalmente integrada.
Frente a frente
En salones grandes, en pequeños no es recomendable, colocar dos sofás en paralelo es perfecto tanto a nivel práctico como estético, ya que derrocha estilo y elegancia. Lo ideal es que estén en el centro de la estancia para ganar fluidez y comodidad. Además, al estar enfrentados, crearás una agradable zona de estar, como la que tiene esta propuesta e BoConcept. Aunque no tienen que ser iguales, si que tienen que ir en sintonía, como aquí, donde se juega con el color ( blanco y gris) no solo de los asientos sino también de la alfombra o la mesa de centro.
En el centro del espacio
Estamos ante una de las posiciones más atrevidas y difíciles, ya que complica un poco la distribución del salón. De esta manera, el sofá será el mueble estrella y todos los demás se situarán a su alrededor y ocuparán un papel secundario: solo puede haber un rey. Por otra parte, estructurará el espacio, definiendo las diferentes actividades, mientras que su trasera puede actuar como elemento divisorio. Eso sí, esta colocación requiere un sofá a la altura de las circunstancias, como el Anagrama de Vitra de la imagen. Y si encima es amarillo, aún mejor. En el caso de que tengas dos, como aquí, colócalos en 'L', para que uno o los dos delimiten el estar.
De espaldas a la entrada
Aunque no es apta para supersticiosas que siempre deben mirar hacia la puerta, lo cierto es que esta colocación puede resultar tan cómoda como bonita. Además, funciona igual de bien en un salón pequeño que en uno grande, como el de esta propuesta de Fritz Hansen. En ambos casos ayudará a estructurar con estilo, ya que te permitirá delimitar el espacio desde la entrada, incluso si se trata de un estar abierto al recibidor.
Una rinconera en un salón grande
Aliado de los salones grandes y de los medianos, el sofá esquinero invita a la vida social y favorece el confort. Su forma en 'L' es ideal para modular ambientes dentro de una mismo espacio. Aunque puedes disponer la rinconera de una manera clásica, en la esquina de una habitación, lo cierto es que resulta mucho más atractiva en el centro, como en esta propuesta de Turri. Así, tiene la capacidad para estructurar y dar forma al espacio.
Mirando hacia la chimenea
Si tienes la suerte de tener una chimenea o una estufa de diseño, esta colocación resultará perfecta tanto en invierno como en verano. En este caso, la chimenea no solo proporciona calidez al espacio, sino que determinará, en gran medida, la distribución del mismo, como ocurre en este ambiente de Gubi. Además, hay pocas cosas que resulten tan agradables como mirar el fuego una tarde de frío y lluvia.
Un sofá esquinero que delimitar el estar
Además de en el centro, también es una buena idea colocar un sofá esquinero en un rincón, lo que permite optimizar los metros y crear, al mismo tiempo, un ambiente acogedor. Puedes pegarlo a la pared, aprovechando el ángulo, o, como en esta propuesta de Cassina, situarlo cerca de una ventana y diseñar una especie de isla, delimitada visualmente por su forma curva. Lo ideal es que no haya obstáculos altos que impidan las vistas.
Contra la pared que da a la entrada
Esta solución es perfecta para optimizar el espacio, tanto de salones abiertos que comparten ambiente con el comedor o la cocina, y también para hacer que entren las buenas energías en el hogar. Según el feng shui es fundamental que el sofá se apoye contra la pared que da a la entrada de la estancia, ya que equilibra y da armonía. En esta propuesta de La Redoute Interieurs, se ha colocado en paralelo a otro modelo idéntico, lo que ayuda a delimitar y recoger la zona del estar.
Contra una pared cerca de una ventana
Es la colocación más habitual y también una de las más fáciles y prácticas, especialmente en salones pequeños, como el de esta propuesta de Soho Home. Situado de esta manera, el sofá se adapta a la pared y hace que quienes se sientan en él vean toda la estancia, lo que resulta muy útil si comparten espacio con el comedor. Aunque esta solución funciona independientemente de las dimensiones del sofá, es importante que su tamaño sea proporcional, para que mantenga el equilibrio visual. Si vas a vestir la ventana, recurre a estores o a cortinas hasta el suelo y olvídate de los visillos.