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Situado en el barrio de Gros (San Sebastián), a escasos metros de la playa de la Zurriola y de los Cubos del Kuursal, este piso derrocha estilo desde la fachada. ¿Los motivos? Se trata de un edificio de comienzos del siglo XX de estilo afrancesado, con ese aire señorial que se respira también en el interior. Además, su ubicación esquinera le hace aún más especial, ya que cuenta con siete balcones y un amplio mirador, que llenan de luz, alegría y vida cada rincón.
Sus propietarios, una pareja francesa que encontró un trocito de París en Donostia, puso el proyecto en manos del estudio de Mikel Irastorza, sabedores de la capacidad del interiorista para transformar, mezclar y actualizar sin avasallar, respetando la esencia y la historia de los espacios.
© Héctor AgudoDistribución abierta
El proyecto partió de cero. Es decir, la vivienda se demolió por completo y se estableció una nueva distribución más acorde a las necesidades y expectativas de los propietarios. Una organización de los distintos ambientes abierta y conectada, ya que originalmente el piso tenía cinco habitaciones, salón, cocina y baños, repartidos en 135 metros cuadrados.
De esta manera, el interiorista diseñó un espacio único con salón, comedor y cocina, que aglutinan la zona social de la vivienda y lo hacen en perfecta armonía. Una paleta cromática neutra actúa también como hilo conductor entre ellos. “La orientación norte de la zona (salón-comedor-cocina), me llevó a la elección de colores neutros que se comportan perfectamente con la luz norte y la falta de sol directo”, señala.
© Héctor AgudoUn mirador donde desconectar
En el mirador las vistas y el sol se cuelan dentro, creando un lugar perfecto para relajarse y aislarse, en parte, del resto de la zona de día. Este rincón de lectura se ha equipado con una butaca de Unika Collection, cuyas suaves curvas se adaptan a la forma redondeada del espacio. Además, su color gris, sofisticado y actual, encaja a la perfección en la caja neutra del ambiente común. A su lado se ha colocado una mesa auxiliar (de Thai Natura), que puede moverse donde se necesite y servir de apoyo para dejar el libro o la taza de café.
© Héctor AgudoComedor actual y cómodo
Situado entre la cocina y el salón, ejerciendo de barrera, el comedor mantiene el mismo estilo que el resto del espacio. Con una gran mesa de madera natural y varias sillas tapizadas, la gran protagonista es la espectacular lámpara de techo de VicalHome. Un diseño que atrapa las miradas, con permiso del arreglo floral. La estética de este ambiente aporta naturalidad y sencillez a un espacio que destila aire parisino y en el que las paredes tienen tanto protagonismo.
© Héctor AgudoCocina con isla
Aunque la neutralidad vive en este espacio común, la cocina se declara en rebeldía, usando el azul en uno de los frentes de la isla. Esta acción decorativa encaja a la perfección con el estilo ecléctico de Irastorza. Además, las vetas doradas, grises y cobrizas de la encimera y el antepecho de Dekton también se resisten a vestirse enteramente de blanco.
Muebles en laca enmarcados, varias lámparas de techo (de Unika Collection), que juegan con la altura y las dimensiones, y dos taburetes tapizados en gris (de Bizzotto Italia) completan un espacio diseñado para disfrutar.
© Héctor AgudoAlrededor de la cama
Para crear atmósfera, a veces tan importante es la cama como lo que la rodea. Por eso, en el dormitorio principal esta cede todo el protagonismo a la pared del cabecero. Aquí el papel pintado de Casamance, con sus paisajes asiáticos, brilla (casi) en solitario. Las lámparas con pantalla de fibras naturales (de Thai Natura) también imprimen cierto aire oriental, favoreciendo una atmósfera ideal para el descanso. Mientras que las mesitas de noche con estructura dorada nos llevan (de nuevo) a ese estilo afrancesado presente en toda la casa.
© Héctor AgudoDormitorio en 'suite'
La nueva distribución, fluida y conectada, también esta presente en la zona privada, buscando crear espacios comunicados, más funcionales. De esta manera, el dormitorio principal integra baño y vestidor, lo que facilita el día a día. El baño revestido de suelo a techo mantiene la paleta cromática neutra que define el proyecto y ayuda a crear ambientes en calma.
© Héctor AgudoVestidor abierto
Integrado en el dormitorio y realizado en nogal (una de las maderas tendencia de esta temporada), el vestidor se ha dejado abierto. Circunstancia que no solo encaja mejor con en el espíritu de la casa (y seña de identidad del interiorista), sino que también hace crecer visualmente los metros de la habitación.
© Héctor AgudoParedes que hablan
Los suelos de madera de roble y los techos y paredes decorados con molduras hacen que el estilo parisino esté presente en cada rincón. Sin olvidar el papel principal que tiene el papel pintado en las distintas estancias, no solo a nivel decorativo, sino como una manera de 'romper' con la hegemonía visual del blanco. Un universo neutro que se ve salpicado también por destellos dorados, como los que producen los apliques de Fokobu.
Este rincón del salón también evidencia el carácter flexible del espacio. De forma que las butacas grises pueden 'cerrar' el estar o también trasladarse según el momento. Aquí, una se ha situado en el mirador, diseñando una zona de lectura, pero también puede moverse a uno de los balcones, cuando llega el buen tiempo.
