Con este artículo nos hemos propuesto que renueves la decoración de tu dormitorio. Es hora de diseñar un espacio que te inspire, te relaje y te haga sentir bien. A veces con pequeños gestos es suficiente. Cambiar los textiles, renovar las láminas decorativas de la pared del cabecero o colocar unas luces cálidas a ambos lado de la cama puede transformar la atmósfera por completo. Si te apetece ir un poco más allá, pero sin meterte en obras, también hay formas muy efectivas de darle un cambio radical al dormitorio.
Por ejemplo, puedes apostar por un cabecero original, invertir en una buena alfombra que se convierta en el centro de atención, o incluso en un papel pintado que transforme por completo el frente de la cama. Modificar la distribución de los muebles también puede sorprenderte: desde mover la cama a una pared distinta hasta añadir una butaca o dejar sitio para un rincón de tocador o de trabajo dará una nueva perspectiva al espacio. Las posibilidades son infinitas, así que ¡vamos a ello!
Colores cálidos para una estética moderna
El dormitorio principal de este proyecto de Molins Design se caracteriza por su estética minimalista y cálida, con una distribución sencilla y líneas limpias que transmiten serenidad. La cama está enmarcada por un cabecero a medida compuesto por plafones verticales tapizados en terciopelo beige, que armoniza perfectamente con la tapicería de la estructura de la cama. Este color, como tono neutro y base, se extiende por todo el espacio, y está presente también en la alfombra que cubre toda la zona de descanso, y en los visillos con onda, confeccionados en Trevira de Creation Baumann.
Los cojines y la manta a los pies de la cama, en un elegante terciopelo estampado en tonos beige y marrón, añaden un sutil toque de color y textura que complementa la paleta suave del espacio. Las mesitas de noche, diseñadas por Molins, se lacaron en el mismo tono marrón que la ropa de cama. La estancia se completa con dos lámparas suspendidas, de Aromas, que aportan un toque de sofisticación y calidez a la zona de la cama.
Si la escasez de metros no es un problema…
En dormitorios grandes, una excelente manera de aprovechar el espacio es integrar una zona de vestidor. Además, no necesitas levantar tabiques: coloca una estantería sin trasera a modo de elemento divisorio como hizo el equipo de GC Studio en este proyecto. Con este mueble, ganarás almacenaje –sus estantes te vendrán muy bien para almacenar libros o pequeños objetos organizados en cajas– y el dormitorio se verá más ordenado. Al estar abierto, permite que la luz circule libremente y mantiene la sensación de amplitud, pero al mismo tiempo ofrece la intimidad necesaria en la zona de vestidor.
Móntate un rincón para ti
Aprovecha una pared libre de muebles para crear una zona de trabajo o un rincón de tocador. Con un metro de ancho es suficiente para colocar una mesa y una silla o un banco. Eso sí, asegúrate de dejar una distancia adecuada entre el asiento la cama para que puedas moverte con facilidad. Se recomienda un mínimo de 70-80 cm de paso para garantizar que puedas sentarte y levantarte sin problemas. Pintar la pared de un color diferente al resto del dormitorio aportará carácter al ambiente, diferenciándolo del resto de la habitación y dotándolo de identidad propia. Lo ideal es que elijas un color que esté presente en otros elementos de la decoración, tal como vemos en esta suite de una villa de John Taylor.
Rompe las reglas con un cabecero original
El cabecero es el gran protagonista de este dormitorio, un proyecto de Rober Quiñones Her, de RQH Studio: una pieza con textura que simula curvas topográficas, llena de movimiento y carácter, que cubre prácticamente toda la pared. Su diseño en tonos neutros y líneas fluidas crea un efecto envolvente y sofisticado. La decoración se ha completado con muebles de formas curvas –una butaca y una consola– que refuerzan la armonía visual. Unas cortinas traslúcidas permiten que la luz natural inunde el espacio suavemente y como pinceladas de contraste, unos cojines de color terracota.
Decora la pared con un mural
Puede ser tan sutil o impactante como desees: desde paisajes tranquilos como este, de la firma Manuel Canovas, hasta ilustraciones abstractas o patrones geométricos. Los murales una excelente alternativa a los papeles pintados si buscas algo original y de gran impacto visual. Además, encontrarás diseños tipo trampantojos que, además de aportar un toque artístico, crean ilusión de profundidad y amplían visualmente el espacio.
¿Por qué no entelar las paredes?
Se han convertido en la versión lujosa del papel pintado. Ya no se limitan solo a tapizar muebles, sino que las telas también se utilizan para vestir techos y paredes. Una idea decorativa que nos inspira la firma Harlequin y con la que no solo se añade color o patrón, sino que también se crea una atmósfera envolvente que multiplica la sensación de calidez y confort.
Sube el nivel de la decoración con molduras
Decorar las paredes del dormitorio con molduras es una excelente idea para poner un punto elegante en el espacio. Las de poliuretano se pegan directamente sobre la pared, son fáciles de instalar y ofrecen una gran versatilidad. Puedes elegir molduras de líneas sencillas para un estilo más moderno o diseños más ornamentados para un toque clásico. Una vez fijadas, lo suyo es que hagas lo mismo que hizo Raquel González en este dormitorio: pintarlas del mismo color que las paredes.
Que tu dormitorio no parezca sacado de un catálogo
Para ello, es importante añadir toques únicos que reflejen tu estilo. ¿Qué te parece la idea de recuperar un mueble antiguo y darle una nueva vida con una mano de pintura? Puedes elegir una cómoda (esta es de Annie Sloan), una silla o una mesita de noche que haya pasado de moda y transformarla con un color que complemente la paleta de la habitación. Este detalle hará que tu dormitorio se sienta más auténtico.
Una composición de cuadros en la pared de la cama
La clave está en elegir motivos que hablen de tiya sea arte abstracto, ilustraciones botánicas o fotografías en blanco y negro. Para conseguir un equilibrio visual, mezcla láminas de distintos tamaños (estas son de Poster Store), pero mantén una proporción armoniosa: combina piezas grandes como un cuadro central con varias más pequeñas alrededor. Puedes optar por una disposición en línea, en forma de cuadrícula o incluso algo más libre, dependiendo del estilo que busques. Las medidas ideales para la composición son de alrededor de 120 a 150 cm de ancho, que quede centrada sobre la cama, asegurándote de dejar una distancia equidistante entre las piezas. Para un acabado impecable, juega con los marcos: elige colores o acabados que complementen el resto de la decoración del dormitorio.
¿Y si le das un estilo playero?
Decorar el dormitorio con un estilo mediterráneo es una forma de crear un ambiente fresco y relajante que no está limitado a casas de playa. Sí, es cierto que es una estética que triunfa en casas costeras como esta, un proyecto de la interiorista Paola Ribeiro, pero puede aplicarse en cualquier vivienda. El uso de colores como el blanco y el azul crea una atmósfera tranquila y luminosa; las fibras vegetales como el ratán o el sisal aportan textura y los muebles de madera, ya sea en tonos claros o envejecidos, refuerzan el carácter cálido y natural de este estilo. Una propuesta que invita a la calma y el bienestar.