Seleccionar los textiles para el hogar es todo un arte en el que hay que combinar creatividad y planificación. La interiorista Raquel Chamorro (www.raquelchamorrodesign.com) nos ofrece una completa guía para acertar con el tipo de tejido, con la mezcla de estampados e incluso nos da claves de mantenimiento.
¿Por dónde empezar al elegir las telas?
Raquel, primero de todo, recomienda acudir a un diseñador de interiores. Y después, también es clave:
- Tener muy claro el estilo que te gusta: si eres más tradicional, más innovador, si es para una casa en la ciudad, en el campo, en la playa… Selecciona las gamas cromáticas que quieres incluir en tu casa: elige muestras de cualquier cosa que pertenezca a los espacios y ve colocando los distintos materiales y todo lo que te agrade para cada una de las estancias. Extiéndelas en una mesa, donde puedas realizar esta especie de panel de inspiración, y ve completándolo en diferentes momentos sin hacer todo de golpe.
- A continuación, selecciona los espacios que quieres decorar con los tejidos según su funcionalidad: si es una zona en la que van a disfrutar niños, mascotas, durante todos los días (lo que supone un alto tránsito y mucho uso) o es un espacio exclusivamente para ti, zona de dormir… si está próxima a la cocina, etc. Será esto lo que determine las características de las telas que vas a elegir: unas que sean antimanchas, que sean de fácil mantenimiento y que se puedan lavar o, por el contrario, alternativas más delicadas.
- Por último, los metros cuadrados de cada espacio, así como la luz natural y artificial con la que cuentes, será determinante a la hora de elegir las telas.
Otros aspectos cruciales
En el punto anterior la interiorista nos ha detallado las premisas a tener en cuenta antes de elegir las telas. Y, a partir de aquí, explica que hay que elegir qué elementos van a ser los protagonistas de cada zona (como el sofá, las cortinas, un banco, las butacas…) que marcarán todo el estilo textil de cada ambiente. Las superficies más pequeñas como cojines, escabeles y otros elementos son más fáciles de sustituir con el tiempo para darle un aire nuevo a la decoración.
Por otra parte, nos recuerda que “no debemos olvidar el presupuesto, ya que debes tener clara la inversión que quieres realizar, no todas las telas tienen por qué tener el mismo nivel de calidad y precio, da prioridad a lo más importante que utilizarás durante muchos años y juega con diferentes precios para el resto de los tejidos. Recomiendo priorizar”. Este salón es diseño de la interiorista consultada, Raquel Chamorro.
Detalles que debes observar antes de comprar las telas
No adquieras un textil sin tener en cuenta la composición y saber el tipo de tejidos que necesitas para cada estancia. También es importante el grosor de las telas, puesto que por lo general cuanto más gruesas más resistentes al desgaste son. Raquel relata también que debemos atender a su mayor o menor caída, porque conoceremos si son apropiadas para cortinas o tapizados de mayor volumen o, por el contrario, deben dejar pasar la luz porque serán visillos o paneles japoneses, estores…
“Las telas más ligeras como el lino son maravillosas y, si tienen mezcla, no se arrugan como antiguamente; los terciopelos son pura tendencia, no tienen por qué ser de seda y se pueden limpiar. Algunos se pueden lavar en casa. Se trata de un material estupendo que queda genial mezclado con algodones y tejidos más fuertes con los que poder combinar”, afirma la diseñadora de interiores.
El rincón de lectura de la propuesta, con un diván tapizado en un cálido terciopelo, es una creación de Mausha Marsá.
Funcionalidad y estilo
¿Qué importancia tiene el uso que se le dará a cada espacio al seleccionar las telas? “Desde mi punto de vista es lo más importante. El hecho de conocer las necesidades de cada estancia y, por lo tanto, barajar la ‘durabilidad’ de las telas de mucho uso diario o de menos, como pueden ser dormitorios y bibliotecas; la necesidad de tener un mantenimiento continuo y, por supuesto, la estética: la atmósfera que pretendemos conseguir. Si va a ser mucho más elegante y exclusiva o será de uso continuado es la característica clave, además del espacio…”, cuenta Raquel.
Respecto a la estética, considera que el acabado cambia notablemente el efecto visual, ya que no es lo mismo si tiene un acabado brillo o mate, si es más suave se refleja la luz, si deseas que sea más discreto, más espectacular, más rústico o, definitivamente artesanal. Todo lo puedes conseguir con la selección textil adecuada.
Esta habitación infantil la ha diseñado Sube Interiorismo.
Textiles sufridos
Especialmente en los hogares con niños, hay que prestar mayor atención a que los tejidos sean resistentes. En estos casos Raquel propone tapizar con microfibras, muy resistentes a las manchas, al desgaste y que se pueden limpiar con facilidad: las telas con acabados antimanchas como las Eco-Clean, donde los líquidos resbalan sobre la superficie, son ideales para sofás y comedores de diario.
“Antiguamente, se trataba de elegir buenas telas para los salones, bibliotecas y dormitorios principales y de menos calidad para el resto de las estancias. Gracias a la tecnología, todo esto ha quedado atrás y no tenemos por qué perder ni calidad ni diseño por la necesidad de que los tejidos necesiten más durabilidad o sean zonas de alto desgaste. Existen firmas y largas colecciones de telas aptas para zonas de juego donde no se tiene el mismo cuidado que una zona de adultos”, comenta Raquel.
Gran variedad: telas naturales, sintéticas y mezcla
En opinión de la diseñadora de interiores las telas naturales, como el lino, el algodón, la lana o la seda, entre otras, ofrecen muchas ventajas: tienen un acabado más elegante, son cómodas y, además, son transpirables; no obstante, resultan más difíciles de mantener y son mucho más delicadas.
Las sintéticas, como acrílicos, nylon, poliéster, son muy resistentes, más asequibles y se limpian de maravilla. Raquel afirma que “hoy existe una oferta inmensa de firmas y colecciones de telas sintéticas de gran calidad con diseños increíbles, lo que supone no perder diseño ni estilo por el hecho de utilizarlas”.
Por supuesto, la sostenibilidad en todos los tejidos y materiales utilizados en diseño están fuera de toda duda, así que la experta prosigue: “es imprescindible que las telas cumplan todos y cada uno de los requisitos necesarios para que no perjudiquen el medio ambiente ni nuestra salud”.
Lo más habitual es que la composición incluya materiales naturales y sintéticos, por ejemplo, las cortinas de bucólico estampado floral de la imagen, el modelo ‘Manila’ de Pepe Peñalver, mezclan 37% de poliéster, 35% de algodón y 28% de lino.
Combinar patrones y colores con éxito
El truco que recomienda Raquel es comenzar con una, dos o tres telas dentro de una gama como punto de partida. “Mejor que sea la base de la totalidad de la casa, para evitar el efecto puzle. Después, elige tu color favorito para cada ambiente”.
¿Más aspectos para tener en cuenta? Preferiblemente hay que seleccionar un diseño con un patrón que tenga un dibujo mayor para superficies más grandes y otros que sigan la misma cobertura de líneas, ya sean geométricas, asimétricas, rectas… variando los tamaños. “Si no estás en manos de un buen profesional no te arriesgues a mezclar diferentes patrones, es mejor que mezcles texturas engamadas y solamente un par de tejidos con dibujo. El mundo de las telas requiere, además de conocimientos, mucha práctica”, continúa la interiorista.
El papel de las texturas
Las telas ofrecen color, dibujo (o no) y, por supuesto, textura. Esta cualidad táctil es, según Raquel, imprescindible para conseguir estilo, riqueza, profundidad sofisticación… ¡las texturas lo son todo! Vemos en detalle unos tejidos de la editora textil Gancedo.
“Solamente utilizando las texturas ya se lograrían estancias muy elegantes y exquisitas. Existe un gran abanico: suaves como la seda, lujosas como el terciopelo y otras rústicas como algodones gruesos y linos, muy acogedoras para espacios entrañables y la mezcla de todas ellas crea efectos visuales muy interesantes, definiendo el propio estilo de cada persona, las características de la vivienda, su ubicación geográfica y la línea que queremos crear…”, cuenta la experta.
Un buen mantenimiento de tus telas
Una vez seleccionadas las telas, Raquel aconseja seguir las instrucciones de las etiquetas, respetando las temperaturas de lavado y empleando los jabones recomendados. Consultar todas las recomendaciones ofrecidas por el fabricante es fundamental, puesto que conoce cómo se comporta cada tejido con el paso de los años y de los lavados.
Por otra parte, “elimina las manchas lo más rápidamente posible. No dejes que se filtre en la propia fibra”, afirma. Otros aspectos vitales para la interiorista es que planchemos con mucho cuidado los tejidos. En el caso de las cortinas, tras limpiarlas es buena opción colgarlas y, después, plancharlas en vertical.
En el moderno comedor de la imagen las ventanas se dejan sin 'vestir'. Respecto a las sillas, son ‘Kasuka’, de Roche Bobois, con una tela con aspecto de piel.
Avances para facilitarnos la vida
¿Quieres evitarte mucho tiempo en la limpieza de la ropa de casa? La interiorista considera que las telas con acabados como Easyclean o Aqua Clean son ideales para tapizar, pues simplifican mucho el mantenimiento. Así, escógelas en zonas intensivas en cuanto a tráfico y uso diario.
Aún más avanzados son los textiles ‘inteligentes’. “Estos tejidos han supuesto una revolución en el mundo del diseño y su funcionalidad. Son telas recicladas y sostenibles, como el poliéster reciclado, son perfectas para espacios más ecológicos y saludables. Existen varias firmas en el mercado, entre ellas Ecoplen, que además de purificar el aire y son antivirus tienen una enorme resistencia a las manchas que desaparecen en contacto con la luz y también a los olores, la termo regulación y, en definitiva, la auto limpieza”, destaca Raquel.
Errores que debes evitar
Raquel Chamorro dirige un estudio con más de 25 años de vida, desde su experiencia relata los errores más habituales que ha detectado y cómo evitarlos.
Para comenzar, es bastante habitual que los clientes se obsesionen con una tela en concreto y no sean capaces de ver si va a armonizar en el conjunto. “La falta de estrategia siempre es el fallo inicial. Por eso, recomiendo que pidan muestras y las lleven al propio espacio para ver cómo se comportan con la luz y los metros cuadrados. El realizar una especie de galería con los colores y materiales que van a dialogar es fundamental; destacar los puntos focales y protagonistas de cada estancia; elegir los estampados más grandes desde el principio”.
También ocurre que las personas no tienen claro el presupuesto, algo vital. Habría que reservar más en las partidas para sofás, cortinas y visillos, porque son muchos más metros. Y también pensar en el futuro y en cómo irán evolucionando las distintas estancias, y prever qué telas podrán sustituirse puntualmente sin cambiar toda la inversión.
“Además de esta falta de organización, está el propio gusto personal, la capacidad para visualizar el espacio con todas las telas incluidas. Esto es muy difícil para la mayoría de la gente, por eso he dado estas pautas para facilitaros el trabajo”, apunta la diseñadora de interiores.