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Con las cocinas de estilo 'cottage' se recupera esa atmósfera familiar y hogareña, donde las despensas (de la abuela o no) recuperan un lugar principal en la planificación del espacio. Sin olvidar que el orden facilita el día a día y nos hace ganar tiempo y dinero (adiós a que se caduque el tarro de mermelada de la cesta de Navidad).
Aunque puede parecer un imposible, estas 12 soluciones de almacenaje te demuestran lo contrario. Se trata de modelos que se adaptan tanto al estilo como a los metros. Estamos seguros de que al verlas, querrás una en tu casa igual o harás limpieza para que la tuya luzca tan bonita y estilosa.
© Mobalpa1. Independiente
Si sois muchos de familia o tu casa no tiene trastero, donde almacenar las cajas de leche y el resto de la compra, una despensa independiente será tu mejor aliada. No es necesario que se trate de un gran espacio, no hace falta que sea un salón de baile, sino que la organices de tal manera para que puedas moverte y tener todo a mano. Esta propuesta de Mobalpa es un ejemplo de cómo el orden te hace más feliz. Empieza a buscar sitio...
© Amador Toril Estilismo: Cristina Rodríguez Goitia2. Exenta y decorativa
Lo hemos dicho, las despensas no solo cumplen una función práctica, sino que también decorativa. En este proyecto, obra de la interiorista Raquel González, la cocina blanca encuentra en la despensa exenta de madera su mejor partenaire 'deco'. Un diseño, con una parte cerrada y otra abierta, que suma calidez al ambiente, crea contraste visual y rompe con la uniformidad del blanco.
© deVOL3. Integrada en el mobiliario
Las despensas tienen mucho que ofrecer tanto desde el punto de vista práctico como emocional, ya que diseños como este de deVOL, en verde y con los tiradores de concha, nos hace pensar en recetas familiares y esos botes de conserva que hacía tu abuela. Integrada en el mobiliario, no ocupa metros visuales y, sin embargo, ofrece mucha capacidad para guardar. La idea de aprovechar las puertas para las especias y las cosas pequeñas es todo un acierto.
© Neptune4. Abierta y ligera
Los modelos abiertos, tipo estantería, son una buena opción en cocinas pequeñas, donde los módulos cerrados pueden recargar el espacio. En esta propuesta de Neptune, además, se ha combinado con vitrinas, lo que hace más ligero aún el diseño y aporta un encantador aire británico. Eso sí, como todo está a la vista, resulta especialmente importante que esté siempre recogida y ordenada.
© Borästapeter5. Hasta el techo
Para sacar partido al espacio de tu despensa, no dudes en mirar hacia arriba y aprovechar la altura del techo, colocando las baldas lo más alto posible, como en esta propuesta de Borästapeter. A la hora de organizar, dedica los estantes inferiores a los productos y accesorios que usas a diario, mientras que los superiores para almacenar vajilla, libros de cocina y artículos que utilizas menos. Tener a mano una escalera, como si se tratase de la estantería del salón, es un acierto.
© Garde Hvalsôe6. Un armario desayunador
Además de productos perecederos, las despensas pueden guardar electrodomésticos y aparatos de cocina, liberando el preciado espacio de la encimera. También puede funcionar como un rincón de desayuno, si colocas la cafetera y la tostadora, ideal para el día a día. Los armarios desayunadores, como este de Garde Hvalsôe, te permiten organizar la cocina y mantener a mano todo lo que necesitas (y más ocupa), pero fuera de la vista.
© IKEA7. Puerta con truco
Cada centímetro cuenta, incluso si se trata de una cocina sin problemas de espacio. Por eso, las despensas actuales intentan aprovechar al máximo cada rincón, tirando de ingenio, al mismo tiempo. Esta propuesta de IKEA es una muestra, ya que el módulo despensero, además de ser grande y profundo, tiene una estantería en la puerta, perfecta para botellas y botes. Otra buena idea para copiar es la luz interior.
© Kvik8. Una columna
El almacenamiento en vertical siempre es bienvenido, especialmente cuando se trata de una columna extraíble, como esta de Kvik. Esta solución rentabiliza el espacio interior, permite mantener el orden más fácilmente, hace que puedas localizar todo a la primera y no deja huecos muertos, donde puedan quedar cosas olvidadas. Los recipientes de cristal o transparentes te serán de gran utilidad.
© Conforama9. Un módulo despensero extraíble
Los despenseros extraíbles, como este de Conforama, ofrecen una ingeniosa solución en cocinas pequeñas, donde cada centímetro cuenta. Este tipo de módulo aprovecha cada centímetro y facilita el acceso a las cosas que necesitas, incluso si están en la parte superior. También resultan una buena opción para rentabilizar las esquinas.
© Monoware10. Práctica y bonita
Deja que la despensa cuente con ese encanto de las cocinas de antes, para que, así, además de capacidad de almacenamiento, resulte bonita. Para lograr ambas condiciones, puedes jugar con el color de la trasera o de los estantes, dejar una zona abierta, cerrar la zona inferior con una cortinilla... Pero también haciendo que luzca ordenada. Por eso, una buena idea es clasificar y guardar los cereales y alimentos secos en recipientes de cristal, como en esta propuesta de Monoware. De esta manera, localizarás todo más fácilmente y rentabilizarás mejor el espacio interior.
© Rehau11. Bien iluminada
Aunque la iluminación de la despensa, y de la cocina en general, es un aspecto que se suele pasar por alto, resulta muy cómodo en el día a día, especialmente si no hay una ventana cerca. Iluminar las baldas, como en esta propuesta de Rehau, hará no solo que buscar algo sea aún más fácil, sino que también creará atmósfera. Se acabó el tardar valiosos minutos en localizar lo que quieres. En el caso de que se trate de un módulo con puertas, los sensores automáticos pueden ser una opción.
© John Lewis12. Con capacidad
Este diseño de John Lewis reúne todo lo que queremos y deseamos: capacidad para guardar, sin perder estilo. Para lograrlo, los elementos interiores son de madera, lo que crea un bonito contraste con el exterior blanco, y cuenta, además de con baldas, con cajones y estanterías en las puertas, lo que hace crecer el sitio de almacenaje. Para no perder ni un centímetro, la parte superior del mueble de cocina no llega hasta el techo y así, puedes colocar cestas con las cosas que menos usas.
