Un refugio en plena naturaleza gallega: una segunda vivienda que conecta tradición y diseño moderno
Los propietarios de esta casa optaron por construir un refugio en la misma parcela rural que la vivienda principal, situada en el corazón de la aldea de Viro, a los pies de la Serra de Outes (A Coruña), rodeada de hórreos y edificaciones tradicionales.
Los propietarios de esta casa, una pareja con dos hijos, deseaban contar con un lugar sencillo, sin excesos ni pretensiones, que les permitiese desconectar y disfrutar de la naturaleza en familia durante sus días libres y vacaciones. Y dieron con la solución idónea: construir un refugio en la misma parcela rural en la que se encuentra la vivienda principal, situada en el corazón de la aldea de Viro, a los pies de la Serra de Outes (A Coruña), rodeada de hórreos y edificaciones tradicionales. 100 metros cuadrados útiles, distribuidos en recibidor, salón y cocina con isla, dos dormitorios, un baño, un aseo y una despensa.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Cristales, madera carbonizada y cubierta ajardinada
El estudio 2es+_oficina de arquitectura (www.dosesmas.es) diseña este pabellón de una planta, con cubierta plana ajardinada y envolvente de madera de cedro japonés. Es esta construcción rectilínea y moderna, de 100 metros cuadrados útiles, la que se convierte en segunda residencia de la familia. Su diseño sencillos conecta con el entorno a través de grandes ventanales acristalados en ambas caras de la construcción. "La madera, carbonizada según la técnica tradicional nipona del Shou Sugi Ban, se ha combinado con amplios paños acristalados que, además de potenciar la luminosidad de los interiores, favorecen su relación con el entorno más inmediato", explican los responsables del proyecto.
La familia decidió ubicar este pabellón en la misma parcela rural que la vivienda principal. Este tipo de arquitectura favorece la conexión con el entorno gracias al acristalamiento de la fachada que además permite abrir o cerrar los espacios. Junto a la zona de día se crea una terraza solada que permite "sacar" una mesa y sillas o un par de butacas al jardín.
Una zona de día compartida: salón, comedor y cocina
Este pabellón cuenta con una planta rectangular a la que se ha añadido un pequeño volumen anexo que, sin invadir el espacio central, se convierte en recibidor y conecta con la zona de día a través de una celosía de madera carbonizada. El pavimento de microcemento reviste todo el suelo y da continuidad a los distintos ambientes. El bloque central de la construcción lo ocupa el salón y la cocina, abierta y con isla. A cada lado de estos ambientes queda un dormitorio, el principal con baño integrado. Entre el dormitorio secundario y la cocina se ubican el aseo y un cuarto de despensa y lavado. Todo el estilismo del proyecto lo firman Paula Ferreira y Patricia Crego.
Esta es la imagen que se tiene del salón desde la cocina. El efecto que crean las paredes acristaladas es de conexión, luminosidad y amplitud. El salón es el mueble que organiza los ambientes y mira hacia la pared en la que se integra el televisor, en un retranqueo que suma un banco para añadir asientos a la zona de estar. El sofá está realizado a medida en Tapicerías Brey y el mueble en Carpintería de Moreira.
Grandes paneles correderos conceden independencia y privacidad a los dormitorios, sin restar espacio de uso. Con ellos se pueden cerrar las estancias o abrirlas. Lo mismo sucede con los paneles correderos de fachada, encargados de dar continuidad al espacio para desdibujar los límites entre el interior y el exterior. Detrás del cubo de madera en el que se aloja el televisor queda el baño, junto al dormitorio principal, equipado con ducha, lavabo e inodoro.
Resuelta en unos 34 metros cuadrados, la cocina de esta vivienda se diseña abierta, integrada en la zona de día y disfruta de la sensación de conexión con el entorno a través de los ventanales. De esta manera, cocina y salón se convierten en el núcleo central de la vivienda. Para amueblar la cocina se ha optado por un diseño FINE de Santos en acabado Negro Seda, muy acorde con la paleta cromática y el espíritu minimalista del interiorismo.
Los muebles de la cocina se han organizado a partir de una gran isla central que reúne las zonas de preparación, cocción y office, con placa de inducción de Balay y encimera Granito Negro Zimbabwe de Levantina. Sobre la placa queda la campana a techo de Frecan, que pasa totalmente inadvertida. "La isla incluye múltiples opciones de organización en sus dos caras: dos módulos portaplaca con cajones y gavetas de extracción total y gran capacidad en la interior, más cuatro módulos de servicio con estantes en la exterior", explica desde la firma Santos. La superficie de trabajo se prolonga en uno de los laterales de la isla a modo de barra, convirtiéndose en un lugar de reunión y comedor en esta construcción. Los taburetes Revolver Bar Stool de Hay en color rojo ponen una interesante y llamativa nota de contraste en el conjunto. La lámpara de techo es el modelo Djembé de Marset.
Con mucha madera, que da calidez al suelo de microcemento continuo presente también en el dormitorio principal. Al pie de la cama queda un frente de armarios, que sin tiradores, simula una pared. El mismo revestimiento en la pared demarca la zona de la cama como cabecero. Armarios y cama de Carpintería de Moreira. Lámparas Funiculí de Marset. Junto al ventanal se ubica una zona de escritorio, con mesa de Acevedo y silla de Ikea.
Con lucernario en el techo, que hace más confortable la estancia. El baño se diseña en blanco total, salvo en el suelo. Con un ligero inodoro suspendido de cisterna empotrada, de Laufen, como la ducha que queda al fondo. El lavabo se resuelve con una encimera corrida con lavabo integrado y grifería mural en negro.
Este espacio cuenta con dos camas adosadas a la pared, en línea, con otras dos debajo para las visitas. El estudio de arquitectura 2es+_oficina de arquitectura opta por una organización simétrica de la construcción, también en este dormitorio con un frente de armarios de puertas lisas que oculta no solo cajones y baldas sino también un televisor. La imagen muestra el panel corredero en negro que cierra la estancia.
También con un lucernario en el techo que baña la estancia con luz natural, el aseo mantiene la misma línea que el resto del interiorismo. En este caso el lavabo es un mueble suspendido en acabado madera con lavabo de sobreponer en blanco -New Lys de Bathco- con grifería en negro. En la pared, un espejo circular.
Después de realizar el recorrido por este pabellón y los espacios que lo componen, aquí puedes ver el plano de la planta con los metros destinados a cada uno. El estudio de arquitectura ha creado el refugio deseado con sencillez y funcionalidad. Solo con lo básico para que no falte de nada pero sin que la casa suponga un trabajo extra innecesario en tiempo de descanso.
,type=downsize)
