Más que un lugar para dormir. Los dormitorios infantiles son un refugio, un lugar donde dar rienda suelta a la imaginación, espacio de juegos, aventuras, anhelos, deseos… Las paredes de los cuartos de los pequeños les ven crecer. Cada vez más, el papel pintado y las molduras se convierten en protagonistas en la decoración de las paredes de estas habitaciones, aportando personalidad, textura y un encanto especial que las hace únicas. Vamos a ver diferentes ejemplos que combinan elegancia, calidez, estilo y diversión. No falta el color, más intenso o en tonalidades soft, combinados con molduras lisas u ornamentadas. ¡Estos son algunos de los dormitorios infantiles más bonitos que hemos visto con estas ideas! Listos para reproducir en tu espacio.
Zócalo alistonado, papel y moldura rectilínea en madera como transición
La interiorista Pia Capdevila apuesta por los tonos neutros para este dormitorio infantil en el que el papel pintado de la pared se combina con un zócalo alistonado en la parte inferior, rematado a su vez por un listón de madera que aporta un sutil contraste entre el tono de la madera lacada y el fondo neutro del papel. El zócalo protege la pared de roces en la zona de la cama e integra el mueble tipo banco que completa la zona de almacenaje.
Pintura y papel con moldura en medio
En este otro dormitorio infantil, la interiorista Maria Bermúdez del estudio Quefalamaria ha decorado las paredes con una solución que combina pintura en la parte inferior y un papel pintado estampado en la superior. Entre medias, un listón o moldura rectilínea, en color verde agua, soluciona el encuentro entre materiales. Esta solución es sencilla y encaja perfectamente en cualquier habitación infantil, adaptando el tono de la pared y de la moldura a los colores predominantes en el papel o escogiendo colores contrastados.
Molduras en el techo y papel en la pared
En este proyecto del estudio de arquitectura Pilsferrer, el quipo de arquitectos e interioristas diseñaron una solución llamativa en este dormitorio infantil, con papel pintado a rayas verticales en blanco y rosa, combinado con molduras y elementos de carpintería que enriquecen la pared. Tanto el rodapié alto alistonado de la parte inferior como las molduras superiores, en este caso pintadas en un tono fresa intenso, suman detalles y textura, creando una composición original y vistosa.
Zócalo con revestimiento 3D y papel estampado
Anabel Soria apuesta en este cuarto infantil por una solución que soportará bien el paso del tiempo y el crecimiento de los niños. Opta por un papel pintado en tonos neutros y azules, con motivos divertidos animales y vegetales, que anima un conjunto en blanco. Enmarcando las camas y protegiendo la pared, en L, un zócalo realizado con paneles texturados en color blanco. ¿Conoces este tipo de revestimiento 3D? Orac Decor, por ejemplo, cuenta con ellos, con paneles de diferentes acabados, todos ellos con volumen. El estilismo del proyecto es de Pilar Perea.
Un cabecero de obra con lamas verticales, molduras en el techo y papel en la pared
El estudio de decoración Mugarri diseña este dormitorio infantil con dos camas, haciendo uso nuevamente del papel y de las molduras. Por un lado, estas últimas no faltan en el techo, en el perímetro de la estancia. Para la pared, se opta por un papel pintado floral en neutro y rosa palo, que aporta movimiento al frente donde apoyan las dos camas. Estas lo hacen sobre un cabecero diseñado a medida de lado a lado de la habitación, con efecto lamas anchas verticales en blanco. Este elemento crea una repisa que viene bien como apoyo de objetos decorativos.
Revestimientos y molduras que rematan
La parte inferior de la pared más larga la ocupa en este dormitorio infantil un elemento liso lacado en tono rosa palo, que actúa como zócalo en el frente que ocupa la cama. Sobre este, un papel pintado muy delicado de tono taupe de fondo con estampado en blanco. El estudio Clysa se encargó del equipamiento de este espacio, así como de su estilismo, que se completa con una cama con textiles en el mismo tono que el zócalo, un aplique en la pared, un escritorio corrido debajo de la ventana y armario a continuación. En el techo, delante de la ventana, una moldura que disimula el mecanismo del estor.
Más allá de molduras de pared: rodapiés y otros elementos decorativos
Cuando hablamos de molduras que decoran un dormitorio infantil no solo hablamos de listones que crean cuarterones en la pared, que se combinan con papel o que marcan el encuentro cuando hay zócalos. También hay elementos moldurados que pueden animar el encuentro entre pared y techo o el propio techo en sí. También los rodapiés son elementos que dan juego con alturas excepcionales o trabajos de carpintería que no solo protegen esa zona del roce de escobas y aspiradores sino que decoran. Cualquier papel pintado quedará más protegido y rematado con un buen rodapié, por ejemplo, que además de práctico puede ser extra decorativo. Este es un proyecto de María del Valle Interiorismo.
Una moldura clásica pintada en rojo entre pintura y papel
Dentro de la línea home, lanzada por el equipo de Pilsferrer, encontrarás papeles pintados característicos del estilo de la marca, ideales para decorar dormitorios infantiles, entre otras estancias. Precisamente como el que aparece en este rincón de juegos y que reviste la parte superior de la pared. Se remata con una moldura ornamentada y pintada en color rojo. La parte inferior se termina en pintura blanca, cediendo todo el peso visual al papel. Aquí hay que destacar el uso de un rodapié decorativo bastante alto y un diseño similar que se repite en el encuentro entre la pared y el techo.
El movimiento de las ondas como remate en la pared
Este dormitorio infantil, diseñado por Estela López, de Deco & Living, cierra este artículo con una propuesta original que se sale de lo cnvencional. Para este proyecto, la interiorista apostó por el tono rosa y el verde menta, combinados en todos los elementos. El papel pintado combina ambos, sobre un fondo neutro, en un motivo gráfico de hojas y líneas. Con él se cubren las paredes de la habitación. En el frente en el que apoya la cama y el escritorio, la parte inferior se protege con un zócalo lacado en verde menta que actúa también como cabecero. Este se separa ligeramente de la pared y se remata con una moldura en el mismo tono que repite la forma de medio círculo.