Amarillo, rojo, azul, verde... Tener un dormitorio a todo color es posible, sin necesidad de pintar sus paredes blancas. Puedes dar una pincelada alegre y colorida en la cama, el cabecero o la decoración, jugando, además de con las tonalidades, con los revestimientos, las texturas y los estampados. Como ha hecho el estudio MAS by Arquesta en esta habitación, donde los elementos y los textiles imprimen carácter y personalidad.
Ve a las paredes blancas como un aliado decorativo, ya que ofrecen el escenario perfecto para imprimir tu sello y tus gustos al ambiente. De manera que puedas dar un nuevo aire a tu dormitorio fácilmente y sin tener que pintar de nuevo. ¿Quieres dejar atrás la neutralidad? Echa un vistazo a estas 11 ideas.
La propia cama
Tanto si se trata de un modelo tapizado como si no lo es, que la cama sea de un tono atrevido, como esta de Moogg, logrará dar color sin necesidad de nada más. También ayuda el hecho de que sea amarilla, una de las tonalidades que son tendencia este 2025, que es sinónimo de frescura, dinamismo y, por supuesto, personalidad. Aunque la cama acapara la mayor parte de las miradas, no podemos pasar por alto la pared del cabecero, decorada con varias fotografías con marco negro y paspartú.
La ropa de cama
A veces son los pequeños detalles los que logran una transformación rápida y completa. Y eso es lo que ocurre si cambias tus fundas nórdicas, sábanas y cojines lisos y de colores neutros y claros por otras de tonalidades atrevidas y, a ser posible, estampados. En este dormitorio, la ropa de cama a rayas amarillas, blancas y verdes de La Redoute Interieurs imprime al Instate un chute de energía y buenas vibraciones. Es una forma de atrapar la alegría del sol en pleno invierno.
Las lámparas
Con el fin de lograr un toque de luz y color en la zona de la cama, una buena idea es jugar con los elementos cercanos, como apliques y lámparas de techo o de sobremesa. En esta propuesta de Let's Pause, donde las luminarias Coro, realizadas con hoja de palmera, crean un punto focal sorprendente. Además, no solo logran romper la neutralidad cromática, sino que imprimen calidez y belleza, al mismo tiempo.
La decoración de las paredes
A modo de lienzo, la decoración de paredes permite dar vida, color y personalidad al dormitorio. Una fotografía, un cuadro o un tapiz atraparán la mirada y lograrán romper con la caja blanca y con su uniformidad. Puedes elegir una obra que aporte dinamismo, pero al mismo tiempo, se integre en el ambiente, o puedes, como en esta propuesta de Mayúscula Estudio, optar por el contraste e incidir con el binomio blanco-negro, presente en la alfombra o la propia cama.
Con flores
Tanto naturales como artificiales. Así en esta propuesta de Westwing, las flores conquistan el dormitorio aportando su toque colorido y fresco. Las encontramos en la ropa de cama, donde se apoderan de la funda y los cojines, pero también en el ramo natural que destaca en una de las mesitas de noche. Una buena alternativa a las flores son las plantas. Prueba a ubicarlas en tus rincones preferidos de la habitación y disfruta de sus beneficios.
Un zócalo alto de madera
Una buena idea para que las paredes blancas pierdan algo de fuerza en la decoración del dormitorio es incorporando un zócalo alto. En este proyecto, la interiorista Raquel González ha optado por un modelo en madera alistonada, muy de moda este 2025. Además, ha optado por la mezcla infalible de blanco y madera en el mobiliario, desde la cama o la mesita de noche hasta el mueble a medida con banco.
Un mural en la pared del cabecero
En el dormitorio, el papel pintado reemplaza a las paredes y oculta su neutralidad en un universo lleno de color, vitalidad y textura. En esta habitación, el diseño de Les Dominotiers (en Pepe Peñalver) actúa a modo de gran mural, creando un autentico jardín, alegre, pero también lleno de belleza y paz, para favorecer el descanso. Además de los modelos con flores, son tendencia los motivos geométricos o los vintage, aportando fuerza visual. Déjate conquistar por cualquiera de ellos.
Cortinas estampadas
Los textiles sacan los colores al dormitorio, tanto por el tono como por el estampado o la textura. Además, son una manera sencilla de adaptar la habitación a cada temporada o a tus gustos y necesidades. En esta propuesta de Designers Guild, las cortinas llevan la voz cantante, en lo que a colorido se refiere. Estampadas y en distintas tonalidades, hacen que la estancia arroje su neutralidad por la ventana, a favor de la alegría de las telas que la visten.
Una alfombra llamativa
Las alfombras son una pieza clave en la decoración del dormitorio, a la hora de crear ambiente, imprimir calidez, garantizar mayor confort y aportar color y estilo. Para que realmente planten cara a las paredes blancas, debes elegir un diseño atrevido, impactante y con distintas tonalidades, como el de esta habitación, diseñada por Alberto Aranda. También es cierto que en esta estancia, el panel de madera de la pared del cabecero compite directamente con ella, haciendo que dirijas la mirada de uno a otro.
Un cabecero tapizado
Aunque los de madera o fibras naturales suman también color, lo cierto es que los cabeceros tapizados logran que el efecto sea aún mayor, sobre todo si contrastan con las paredes blancas, como ocurre en esta propuesta de BANNi. Vestido de negro, a juego con los apliques y las mesitas de noche, este diseño alto, una de las tendencias de decoración del momento, se erige como el protagonista absoluto de la estancia, robando, incluso, el protagonismo a las molduras decorativas.
Una cama con dosel negro
Una de las maneras de hacer que las paredes pierdan fuerza es creando un punto focal con otro elemento, como ocurre en esta habitación. Así, la cama con dosel de Fantin acapara no solo toda la atención, sino que también pone el toque de color. Además, sabemos que el binomio blanco-negro siempre funciona. Para suavizar el contraste, las sábanas y otros detalles son rosas.