¿Cuántas veces has sentido que a tu cocina le falta ese toque de luz para llegar a ser un espacio cómodo, práctico y acogedor? Esa luz que hace que todo sea más fácil: encontrar a la primera el rallador que siempre se esconde, trabajar cómodamente en la encimera sin sombras molestas o disfrutar de charlas improvisadas mientras alguien prepara algo rico.
La luz lo cambia todo, y lo primero es aprovechar al máximo la natural: esa que entra por la ventana y que no solo ilumina, sino que llena la cocina de vida. Y luego, es el momento de añadir diferentes tipos de iluminación: una luz general en el techo para dar claridad al espacio, luces bajo los armarios para iluminar las superficies de trabajo, y focos dirigidos a las zonas donde más las necesitas, como la isla o la barra. Con un buen equilibrio entre funcionalidad y diseño, tu cocina no solo será más eficiente, sino también mucho más acogedora.
En este artículo, te ayudamos a identificar las áreas donde la iluminación de tu cocina puede estar fallando y te mostramos cómo solucionarlo con opciones prácticas y decorativas. Además, Miquel Siquier, Lighting Designer de Faro Barcelona, nos comparte algunos consejos para que cada rincón brille con su mejor luz.
Una iluminación general uniforme
Si vas a hacer una reforma en la cocina, es el momento perfecto para planificar una iluminación integral que cubra todas las necesidades del espacio. Instala plafones, lámparas empotradas o de superficie en el techo que proporcionen una luz general uniforme. A la hora de elegir las bombillas, las LEDs son la mejor opción por su eficiencia energética y larga duración. Lo recomendable es distribuir varias fuentes de luz, manteniendo una distancia de unos 1,5 a 2 metros entre cada foco para evitar zonas oscuras, tal como hizo el equipo de Luzio Studio en este proyecto. "En la cocina se recomienda una iluminación general basada en diferentes downlights distribuidos por toda la cocina, para evitar sombras y proporcionar una luz amplia y homogénea en todo el espacio", apunta el experto de Faro Barcelona. Además, puedes aprovechar para instalar interruptores regulables (dimmers) y ajustar la intensidad según el momento del día o la actividad que estés realizando.
Y si no tienes previsto meterte en obras…
No te preocupes, aún puedes mejorar la iluminación de tu cocina con soluciones rápidas y prácticas, como instalar lámparas colgantes o focos dirigidos (estos son el modelo Leo de Faro Barcelona, que tienen un ángulo de rotación de 360 grados). También puedes añadir tiras de LED adhesivas bajo los armarios, que no requieren instalación compleja y proporcionan una luz directa perfecta para trabajar en la encimera. Para lograr una distribución de luz más uniforme, opta por focos de superficie o plafones en el techo y colócalos estratégicamente para cubrir bien el espacio. En cuanto a la temperatura de luz, elige bombillas de 3000K a 4000K para que la luz sea cómoda y adecuada para tareas culinarias. Y si tu cocina es pequeña, puedes instalar varias lámparas pequeñas distribuidas de forma inteligente para maximizar la luminosidad sin saturar el espacio. S
Lámparas colgantes sobre la isla o barra de desayunos
Lo ideal es optar por dos o tres lámparas, dependiendo del tamaño de la isla o barra, para crear un equilibrio visual y asegurar que toda la zona esté bien iluminada. A la hora de colgarlas, asegúrate de que queden a una altura adecuada, entre 70 y 80 cm por encima de la superficie de la mesa o barra, para evitar que obstruyan la vista o molesten en las interacciones. En cuanto al estilo decorativo, elige diseños que complementen el look general de tu cocina, tal como hizo el interiorista Alberto Torres en este proyecto.
Según Miquel, de Faro Barcelona, la isla es el lugar perfecto para dar un carácter único a la cocina con luminarias suspendidas que enfoquen bien la superficie plana, y que se integren con la decoración de la casa.
Ayúdate de luces puntuales
A veces, es necesario contar con luces puntuales para resaltar ciertas zonas de la cocina, como cuando estás picando ingredientes en la encimera, cocinando sobre la isla o disfrutando de una comida en la barra. En estos casos, las lámparas portátiles son la solución perfecta. Ofrecen la flexibilidad de moverse según tus necesidades y crear una iluminación precisa sin la complicación de cables o instalaciones. Un ejemplo ideal de este tipo de iluminación es el modelo África de Vibia, que, con su diseño moderno y elegante, no solo es funcional, sino que también aporta estilo. Esta lámpara LED recargable ofrece tres niveles de intensidad, lo que te permite ajustar la luz con facilidad para adaptarse a diferentes ambientes, desde una luz suave para una cena íntima hasta una luz más fuerte para tareas de cocina.
Luz bajo los armarios altos
Para iluminar las superficies de trabajo de manera eficiente y facilitar tareas como mezclar o cortar ingredientes, tanto las tiras LED como los focos de superficie son opciones prácticas y sencillas. Muy fáciles de instalar, ya que se fijan a la base de los armarios con adhesivo, lo único que necesitas es asegurarte de tener un enchufe cerca. Fíjate qué bien resuleta ha quedado la iluminación de la encimera en esta cocina de Brákara Studio.
También los focos empotrados son ideales. Sin embargo, su instalación es más compleja, ya que requieren perforar los muebles y hacer conexiones eléctricas. Este tipo de focos proporciona una luz más dirigida y una estética minimalista, pero es recomendable contar con un profesional para realizar la instalación de manera segura y estética, especialmente si los armarios no tienen un acceso fácil a la red eléctrica.
Una alternativa más decorativa a las regletas LED
Miquel Siquier recomienda reforzar la iluminación de la cocina con tiras LED debajo de las baldas o muebles superiores, ya que de este modo las zonas de trabajo cuentan con una iluminación óptima. Sin embargo, una opción igualmente eficaz, pero más decorativa, es instalar un aplique en el frente de la pared que queda entre la encimera y los armarios altos. En este caso, es el modelo Calma de la firma Faro Barcelona, que no solo proporciona luz directa sobre la superficie de trabajo, sino que también añade un toque elegante y sofisticado a la cocina.
Vitrinas perfectamente iluminadas
Una idea genial para resaltar el contenido del mueble y dotarlo de mayor valor decorativo. Y si no, fíjate en este cocina de la firma Santos, en Casa Decor: las baldas incorporan dos sistemas de iluminación LED. Uno, integrado en el canto posterior de los estantes, proyecta luz indirecta sobre el panel de madera en fresno olivo; y otro, instalado bajo la balda inferior, es un perfil que ilumina la encimera. La vitrina cuenta también con tomas eléctricas que facilitan la conexión de pequeños electrodomésticos y con un canal para acomodar prácticos accesorios como, por ejemplo, soportes para tablets, libros o botes, portarrollos para papel de cocina, barras con ganchos, estantes especieros o cuchilleros.
Igual que el interior de los armarios
Imagina abrir un armario por la mañana, todavía medio dormida, y que una luz suave se encienda automáticamente para guiarte directamente hacia el café o las tostadas. ¿Algo más práctico que las luces interiores que se activan al abrir las puertas? Son ideales para muebles desayunadores (este es de Mobalpa), donde necesitas encontrar rápidamente lo que buscas sin encender todas las luces de la cocina. Además, estas luminarias, generalmente LED, son fáciles de instalar y altamente eficientes, lo que las convierte en una opción perfecta para modernizar tu cocina sin grandes obras. Piensa en lo útiles que pueden ser también en armarios donde guardas utensilios, vajilla o incluso en despensas. ¡Se acabó tener que rebuscar en la oscuridad!
Un detalle práctico que te facilitará el día a día
Iluminar el interior de los cajones es una de esas ideas que, una vez probada, te hace preguntarte cómo has podido vivir sin ella. Los sistemas de iluminación LED con sensores integrados son la solución perfecta: se encienden automáticamente al abrir el cajón y se apagan al cerrarlo. Son ideales para cajones donde guardas cubiertos, especias o utensilios pequeños, esos que siempre parecen jugar al escondite (este es de una cocina de Conforama). Además, su instalación es más sencilla de lo que parece; hay opciones adhesivas y recargables que no requieren conexión eléctrica.
Lo último: estantes con iluminación integrada
Ahora que las cocinas sin muebles altos están tan de moda, aprovechar al máximo las paredes se convierte en todo un reto. Un estante con iluminación LED integrada (este es de la marca Novy) es una solución fantástica para estas cocinas: proporciona una luz funcional sobre la encimera y, al mismo tiempo, añade un toque decorativo. Además, con opciones de luz superior e inferior, permite jugar con diferentes ambientes, desde una iluminación suave y cálida para cenas relajadas hasta una luz más clara y práctica para cocinar. Incluye ajustes de intensidad, temperatura de color, e incluso control por gestos. Una idea brillante (literalmente) para cocinas minimalistas y abiertas.