¿Te imaginas un jardín que parece sacado de las páginas de un cuento, un lugar donde cada rincón invita a explorar y descubrir algo nuevo? Lograr esa atmósfera mágica es posible combinando el poder de las plantas adecuadas, senderos misteriosos que guían suavemente la curiosidad e iluminación teatral que transforma el espacio al caer la noche. La paisajista Marta Puig de la Bellacasa, directora de proyectos en MPB Estudio Paisajismo (www.martapuig.es) comparte las claves para convertir cualquier espacio exterior en un rincón de ensueño. ¡Tu jardín te hechizará como nunca!
Pautas para crear un jardín mágico y lleno de intriga
Los elementos esenciales para crear un jardín realmente mágico combinan escala, detalles y escenificación. Estos son los ejemplos que nos ofrece la paisajista: una entrada casi oculta, como una pequeña puerta que conduce a un espacio inesperado, crea sorpresa y misterio; no dejar entrever todo el jardín de un vistazo añade intriga; un punto de color indeterminado en la distancia puede atraer al visitante, mientras que unos setos que limitan la vista generan una grata sensación de expectación, invitando a explorar qué hay al otro lado. Todo lo que no se muestra por completo despierta curiosidad.
Además, añade, “el juego de luces y sombras es fundamental. Pérgolas, árboles y árboles multitronco o plantas trepadoras pueden filtrar la luz solar, suavizándola y creando una atmósfera acogedora”. Este enfoque también permite ajustar la escala del jardín a una más humana: elementos más cercanos en altura generan una sensación de refugio en contraste con la grandeza del cielo abierto o los árboles altos.
El verde jardín de la propuesta cuenta con una pérgola y mobiliario de Ethimo, en el espacio central, y un pabellón que también proporciona cobijo y misterio.
¿Magia en todo el jardín o en un rincón especial?
Va a gustos, se puede dar magia e intriga a todo el exterior o concentrarse solo a un rincón especial del jardín. “Dividir el espacio en estancias mejora la profundidad y el dinamismo, ofreciendo un recorrido lleno de descubrimientos. En jardines pequeños, los puntos de fuga y los juegos de escala son herramientas poderosas para ampliar visualmente el espacio. La clave está en equilibrar lo que se revela y lo que se oculta”, cuenta Marta. Ella misma firma el proyecto de la propuesta, con detalles únicos a cada paso, como un rincón de descanso a base de bancos y otro de relajación donde deleitarse escuchando el relajante sonido del agua de la fuente.
La experta considera que un jardín no siempre se mide por su tamaño, sino por los detalles que lo hacen especial. Incluso los pequeños patios o terrazas pueden transformarse en rincones mágicos. Crear espacios donde puedas observar a la naturaleza, como puede ser una salamanquesa en la pared, escuchar a los gorriones disfrutando entre los árboles o encontrar flores inesperadas desde una ventana también añade magia al día a día.
Senderos sinuosos, pinceladas de color y mucho más
En lugar de caminos rectos puede ser una genial alternativa decantarse por los senderos serpenteantes que mantienen esa sensación de descubrimiento, como este ideado por el paisajista Fernando Pozuelo.
Marta opina que “un camino rodeado de vegetación densa o flanqueado por arbustos da la impresión de adentrarse en un espacio no del todo conocido. Estas rutas pueden conectar pequeños rincones o estancias divididas, cada una con su propia atmósfera”. Además, puedes integrar detalles como espejos ocultos para ampliar la percepción del espacio o plantar flores de colores vivos que atraigan todas las miradas.
Otra sugerencia de la experta es crear refugios acogedores, por ejemplo, a base de pérgolas cubiertas con glicinia. Y en los jardines pequeños, es una excelente idea combinar colores estratégicos con elementos vegetales impactantes, porque un punto de color inesperado hará que quieras descubrirlo.
Un proyecto lumínico con toques dramáticos
Durante el inicio del día y al atardecer, la luz natural aporta romanticismo a los exteriores; al anochecer, las luces cálidas resaltan texturas y crean sombras teatrales. Marta combina en sus proyectos distintas fuentes de luz en función del objetivo marcado: “las luces cálidas, similares a las del fuego, generan una sensación de acogida, mientras que las luces frías tienen un toque más arquitectónico y energético”.
La paisajista aconseja que en espacios pequeños optemos siempre por luces cálidas cerca de la casa, no solo porque las frías atraen más a los insectos sino también porque estas últimas resultan menos acogedoras. Si necesitas contraste en zonas amplias o accesos específicos, una luz fría bien dirigida puede añadir dramatismo y son ideales para ver con claridad; aunque ten en cuenta que es disruptiva para la fauna y vegetación.
La romántica lámpara de pie de la imagen es ‘Out’, diseñada por Víctor Carrasco para Vibia.
Juegos de luces y sombras
Continuamos con el capítulo de la iluminación porque es un elemento clave para añadir intriga al jardín. Otra consigna de diseño es seguir la regla de ‘menos es más’. En sus proyectos Marta emplea la luz cuanto más natural mejor. Opta por una iluminación discreta: pequeños focos o apliques en muros suelen ser suficientes para moverte por el jardín sin saturarlo de luz.
Para iluminar árboles o arbustos de manera creativa, una propuesta de diseño es colocar luces ascendentes para resaltar troncos y ramas, pero siempre haciéndolo con moderación para evitar la contaminación lumínica. Así, lo ideal es usar focos pequeños y dirigibles que no interfieran con la vista desde las ventanas ni molesten la vida nocturna del jardín.
“Las guirnaldas luminosas o lámparas solares discretas son ideales para iluminar caminos o áreas de reunión, creando un ambiente alegre, cálido y acogedor. A mí personalmente me encantan, porque siempre dan una sensación de fiesta. Y, son ideales para atraerte al jardín de noche”, manifiesta la paisajista.
En la propuesta, una pérgola bioclimática de KE, que alberga el salón y el comedor de verano, se dota de Leds.
Plantas que añaden misterio al caer la noche
Las plantas preferidas de Marta para crear intriga son, por su aroma embriagador nocturno, la dama de noche (Cestrum nocturnum) y el jazmín (Jasminum).
Mientras que, si atendemos a la estética y las texturas, considera muy adecuadas las plantas con flores blancas u hojas plateadas, que reflejan suavemente la luz y aportan un toque etéreo al jardín al anochecer. Otra opción fantástica son las gramíneas con espigas que se mueven con el viento, reflejan la luz y crean cortinas traslúcidas entre estancias.
La cineraria gris (Senecio cineraria), en la imagen, presenta hojas grises y, en verano, flores amarillas.
Así puedes aportar un ‘efecto de cuento de hadas’
Para lograr una estampa mágica en las pérgolas vegetales puedes utilizar rosales colgantes que se arqueen naturalmente sobre la estructura. Otra alternativa consiste en mezclar glicinia con parra para una floración impresionante y, en verano, disfrutar de las uvas.
¿Más sugerencias? Marta prosigue explicando que las buganvillas y bignonias rosas que cuelgan desde balcones o esquinas impenetrables crean un impacto visual único.
En espacios pequeños, alternar plantas de floración escalonada asegura un interés visual constante, pero la paisajista advierte que “no siempre es posible diseñar jardines así, pues dependerá en gran manera de la orientación y las condiciones del terreno”. Por ello es importante que el espacio funcione todo el año, con una estructura y distribución singular, tapizado con vegetación cuanto más tiempo mejor; esa es la mejor manera de disfrutarlos. En jardines pequeños, elige enredaderas con floraciones escalonadas, mezcladas, y cubre paredes para maximizar el uso del espacio y mantener el interés durante todo el año.
No te olvides de los elementos de agua
Las fuentes, los estanques y otras láminas de agua son fundamentales para fomentar la biodiversidad animal y para crear un jardín multisensorial que produzca bienestar en las personas. Pero, además, tal y como cuenta Marta, “el agua añade movimiento, reflejos y sonido, elementos fundamentales para un ambiente mágico”.
Un pequeño estanque rodeado de florecitas blancas, como anémonas, puede crear un rincón de misterio. Si no hay movimiento continuo, añadir peces al estanque ayuda a controlar los insectos y enriquece la experiencia visual.
Mobiliario mágico y funcional, todo en uno
La fundadora de MPB Estudio Paisajismo nos insta a elegir muebles cómodos y funcionales en materiales naturales (como madera o hierro forjado), pero que nos lancemos por los de aluminio con colores si lo que queremos es tener un mobiliario ligero y duradero. Este salón en el porche del jardín se equipa con mobiliario de la firma Westwing, su colección propia ‘Caio’.
Más consejos, estos destinados a exteriores pequeños. En estos casos nada mejor que optar por muebles ligeros y plegables y utilizar tonos vivos que alegren el ambiente. Además, hay que evita sobrecargar el espacio con asientos innecesarios, priorizando lo esencial para garantizar comodidad y fluidez.
Un jardín muy sensorial
Marta resume las claves para crear un jardín mágico y, para comenzar, hay que diseñar con los sentidos y las emociones en mente. ¿Cómo se hace? Creando un equilibrio entre detalles, luz, sombra y escala. El de la propuesta es un jardín diseñado por Fernando Alonso, de Ábaton.
“Recuerda que un jardín no es solo un espacio para admirar, sino un lugar para vivir y experimentar, lleno de rincones para explorar y momentos para disfrutar. La sensación de cobijo y paz que genera un jardín bien diseñado, incluso uno asilvestrado, lo convierte en un refugio que invita a estar sin prisas”, cuenta la paisajista.
En un jardín pequeño tiene resultados muy efectistas revestir las paredes de distintas trepadoras, dándoles un buen suelo y acompañar el espacio con muebles o elementos de colores alegres (amarillos, verdes pistachos, etc.) que te hagan sonreír. Si puedes juega con los materiales minerales, los pavimentos, color y textura de las paredes, incluso de la carpintería de la casa, despieces divertidos, materiales naturales siempre que puedas y evita todo aquello que parezcan artificial, porque uno debe sentirse en la naturaleza, y cualquier detalle cuenta.