Es probable que, tras la visita de los Reyes Magos, tu casa haya quedado irreconocible. Hay un coche teledirigido en el pasillo, una muñeca cantando en bucle desde el sofá y piezas de Lego que acechan tus pies en cada esquina. ¿El panorama te suena? Es el momento de ponerse manos a la obra para recuperar el orden.
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Pero antes de empezar a guardar los nuevos tesoros, toca un paso fundamental: decidir qué hacer con los juguetes que ya no se usan. Tirarlos no es la única opción. Puedes donarlos a organizaciones benéficas, regalarlos a otros niños, o incluso transformarlos en nuevas creaciones con un poco de creatividad. Este paso no solo hará sitio en casa, sino que puede ser una forma preciosa de enseñar a los más pequeños sobre compartir y reciclar.
Con estas 10 ideas prácticas y decorativas, vamos a recuperar el orden en la habitación de los niños, dar nueva vida a los juguetes viejos y hacer que organizar no sea un castigo, ¡sino una actividad divertida y útil!
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Un baúl (o dos) a los pies de la cama
Un clásico que nunca pasa de moda. Además de su gran capacidad para guardar montones de juguetes, un baúl aporta un toque de estilo a cualquier habitación. Puedes optar por un modelo de madera pintado en colores vivos para dar alegría, o elegir uno que combine con la decoración, como en este dormitorio con muebles y complementos de El Corte Inglés. ¿Lo mejor? En cuestión de segundos, todo lo que guardes en su interior desaparece de la vista. En habitaciones compartidas, una idea práctica y funcional es colocar un baúl a los pies de cada cama: así, cada niño tendrá su espacio personal para organizar sus juguetes. También puedes reservar uno de ellos para esos juguetes que ya no se usan tanto, pero que aún tienen un valor especial y no están listos para despedirse.
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Una estantería para sus cuentos
Una pequeña estantería, colocada a la altura de los niños, te vendrá muy bien para organizar sus cuentos favoritos (esta es de Kenay Home). Podrán acceder a sus libros fácilmente y, lo mejor, aprender a devolverlos a su sitio después de usarlos. Seguro que entre libro y libro encuentran hueco para algunos de sus muñecos y quizás puedan convertirlos en originales sujetalibros.
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Un juguetero con asas
Ligero, manejable y fácil de mover. Un juguetero de tela, como este de IKEA, es ideal para mantener todo organizado sin mucho esfuerzo. Además, si eliges estampados bonitos o que combinen con la habitación, sumas puntos decorativos. Y aquí viene su mejor truco: cuando lleguen amiguitos de tus hijos, puedes guardarlo en el armario en un santiamén para dejar la habitación despejada (cuantos menos juguetes tengan a la vista, menor será el caos que dejen). Y si prefieres no esconderlo, las asas les ayudarán a transportarlo cómodamente de un lugar a otro dentro de la habitación.
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Pequeños tesoros bien organizados
Unas maletas decorativas, como estas de La Redoute Interiéurs, son perfectas para guardar juguetes pequeños o esas piezas cuya caja original ya no sobrevivió a la emoción del juego. Colócalas en una estantería o apílalas en un rincón del dormitorio y, además de funcionales, se convertirán en un elemento decorativo que sumará encanto a la habitación.
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Para el rincón artístico
Para los niños más creativos, es fundamental tener un espacio dedicado al material de artey así evitar que lápices, témperas, pinceles y demás utensilios estén desperdigados por toda la habitación. Un mueble como este de Sklum, que puedas destinar exclusivamente a las manualidades, es la solución perfecta: con cajones o compartimentos para organizar todo, los pequeños artistas tendrán a su alcance todo lo que necesitan para dar rienda suelta a su imaginación, ¡y además con todo en su lugar!
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Si tienen una estantería, ¡aprovéchala al máximo!
En los estantes inferiores, coloca cestas con los juguetes que los niños más usan, como coches, bloques de construcción o sus muñecos favoritos, para que puedan alcanzarlos fácilmente sin ayuda. En los superiores, guarda aquellos que utilizan con menos frecuencia, como juegos de mesa o sets más grandes. Así, tendrás un sistema práctico, accesible y que ayuda a mantener el orden, como el que nos propone en este caso Leroy Merlin.
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Enséñales a clasificar
Las cestas de fibras naturales son perfectas para organizar los juguetes de forma sencilla y decorativa. Asigna una cesta para cada tipo de juguete: una para los coches, otra para las figuras, otra para los peluches, etc. Así, cada juguete tendrá su espacio. Eso sí: colócalas en una estantería o repisa a una altura accesible para los niños, de forma que no ocupen espacio en el suelo y no molesten al caminar. Así se ha hecho en este dormitorio con papel pintado de la firma Sandberg.
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Un toque lúdico y práctico
Haz del momento "recoge tus juguetes" un juego más utilizando recipientes con formas divertidas, como este "cohete" de la firma Lorena Canals, o incluso un dragón. Así, los niños no solo tendrán un lugar donde guardar sus cosas, sino que también disfrutarán del proceso, ya sea “cargando la nave espacial” o “alimentando al dragón” con sus juguetes.
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El potencial de las paredes
Aprovecha las paredes para ganar espacio de almacenaje con un par de repisas voladas, visualmente ligeras y perfectas para colocar juguetes o libros sin saturar la habitación. No tienen por qué ser sosas ni anodinas: opta por modelos en colores vivos (estas son de la marca Mustard) o personalízalas con pintura para añadir un toque divertido y original.
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Una zona de juegos a la que no le falte detalle
Unas estanterías con forma de casitas, como las de esta habitación, con muebles y complementos de Maisons du Monde, son ideales, ya no solo para organizar cuentos y pequeños juguetes, sino también para exponer piezas con valor decorativo. Ese tren de madera o esa muñeca antigua que ya no se usan se convertirán en complementos decorativos y añadirán un toque único al espacio. Combina estas estanterías con textiles suaves, colores alegres y detalles naturales, como las sillas de fibra o las alfombras mullidas, para crear un rincón lleno de magia y personalidad.