Aunque la mesa de la cena de Nochevieja es algo más informal (y festiva) que la de Navidad, siempre es necesario seguir ciertas normas de protocolo para que sea un éxito. Algunas ya las tenemos interiorizadas y las usamos (o debemos hacerlo) a diario, mientras que otras son más desconocidas. Como dice Sonsoles de la Peña, decoradora y experta en mesas, "se trata de un regalo que haces a tus invitados y a ti misma". Estas ideas de decoración te ayudarán a montar una mesa tan cómoda como sofisticada y bonita.
Pasos previos
Antes de poner la mesa de Navidad repasa todos los detalles, para evitar improvisaciones o tener que levantarte porque falta una cuchara para la salsa, por ejemplo. Es importante saber con antelación el número de invitados y, por supuesto, el menú navideño. De esta forma, sabremos los platos y cubiertos que necesitaremos.
La mesa debe ‘respirar’. Es decir, debe haber huecos libres para dejar bandejas y fuentes y para que cada comensal tenga su propio espacio. En el caso de que haya saleros o elementos similares que compartir, al menos debe haber uno por cada seis comensales. Por eso, vigila la decoración. Es importante que se sienta el espíritu navideño, pero que no se vea abarrotada.
Mantel y servilletas
El mantel te ayudará a crear el escenario perfecto, como en esta propuesta de Mark & Spencer. Los tejidos naturales, como el lino, son perfectos para estas ocasiones. Liso en blanco o tonos crudos te permitirá jugar con el color en la vajilla, mientras que si lo eliges en color (verde o rojo, por ejemplo), debes ser menos atrevida con los platos, para no crear conflicto cromático. Los estampados, especialmente los navideños, también son una buena opción, aunque en este caso debes buscar el equilibrio y la elegancia con los complementos y accesorios. Respecto a las dimensiones, como ocurre con las cortinas, debes evitar que quede raquítico, lo idóneo es que cuelgue hasta casi el suelo. Así tendrá todavía mayor fuerza visual.
Las servilletas se pueden poner en el plato. Sin embargo, en estas ocasiones especiales, como las celebraciones navideñas, lo ideal es que vayan a la izquierda o la derecha, permitiendo lucirse a la vajilla. Evidentemente siempre de tela. Aunque, las de papel se aceptan en el aperitivo, evitando siempre que sean demasiado llamativas.
El dúo perfecto
Mantel y vajilla forman un equipo, independientemente de si van perfectamente sincronizados. “Siempre recomiendo que no haya más de tres colores en la mesa, para que no parezca un carrusel. Lo más importante es elegir estos primero y luego, a partir de ahí, el resto. No tienen que ir obligatoriamente a juego. Soy partidaria de mezclar. Un mantel de cuadros y un individual de flores, por ejemplo, pueden ser un acierto si hay un hilo conductor que los una, como el color o algún motivo en la vajilla que los unifique”, señala la experta.
Esta mesa de Navidad, incluida en el libro 'Mesas son Soles' de la decoradora, se ha combinado un mantel blanco con textura, lo que imprime sofisticación, con individuales, vajilla y detalles decorativos dorados, logrando un escenario brillante y personal, perfecto para estas fiestas.
Los platos justos
La vajilla es la gran protagonista de la mesa, con permiso de la decoración, que debe mantenerse en un segundo plano. Los platos deben estar situados frente al comensal, ni muy metidos hacia el centro de la mesa ni cerca del borde. Mientras que el del pan debe situarse a la izquierda de los principales, encima de los tenedores.
Antes de colocarla, es importante revisar el estado de los platos y fuentes y no tener miedo a combinar. “Mezclar vajillas me encanta, como aquí donde hemos combinado la Acebo con la Adornos de Navidad de Bordallo Pinheiro con vasos y copas de la colección Patio de Vista Alegre. Pero voy mucho más allá. Puedo comprar un centro de mesa ‘low cost’ y mezclarlo con una vajilla de Limoge y que funcione. La clave está en innovar e intentar jugar con cosas que tienes en casa. Hay que despertar la imaginación y dominar el color”, apunta Sonsoles.
Los cubiertos en su sitio
Para que la mesa de Nochevieja sea perfecta, es importante colocar todo en su lugar. Así, el tenedor debe ir a la izquierda. En el caso de que haya varios, algo normal en estas celebraciones, el primero que vayas a usar (el de los aperitivos) debe ir el primero, el más alejado del plato, y luego en orden de uso. El cuchillo debe colocarse a la derecha, con el filo mirando hacia el plato y siguiendo el orden de los tenedores, de fuera hacia dentro. La cuchara (o cucharas) a la derecha de los cuchillos.
Mientras que los cubiertos de postre, se deben situar en la parte superior del plato: el tenedor con el mango hacia la izquierda y la cuchara y el cuchillo hacia la derecha. En esta propuesta de Villeroy & Boch la vajilla MetroChic se ha combinado con cuchillos cubertería dorada, sobre un mantel negro, logrando un conjunto perfecto.
Detalles con la cubertería
Aunque seguro que en tus comidas de diario lo llevas a cabo, ahora debes cuidar aún más la colocación y el orden de la cubertería. Para que todo esté perfecto, deben situarse unos 2-4 cm separados del plato y 1 cm entre uno y otro. Si vas a servir varias recetas, con el consiguiente cambio de cubiertos, está permitido colocar únicamente los que vas a usar en primer lugar e ir sacando el resto (que previamente has preparado), según los necesitas. De esta forma, evitarás un camino de cuchillos, tenedores y cucharas, algo poco práctico y nada estético.
Colocar bien las copas
Las copas de vino y el vaso de agua se colocan en el lado derecho del plato, encima del cuchillo y la cuchara. Las primeras en el exterior y el segundo en el interior. Se sigue el mismo protocolo que en los cubiertos. Es decir, de derecha a izquierda, en el orden en el que se vayan a usar. Un consejo: cuando los invitados se hayan sentado a la mesa, pregunta quién no va a tomar agua o vino y retira las vacías que, además de molestar llenan la mesa de cosas.
Cómo sentar a los invitados
Ante todo, debes hacer que todos estén cómodos, de forma que puedan moverse y comer sin chocar con su vecino de al lado. Lo ideal es tener unos 60 cm por persona, para que no estén pegados. Como buena anfitriona, cuida todos los detalles. Así, si hay algún comensal zurdo, colócalo en los extremos. A la hora de designar los sitios, las cabeceras de las mesas deben ser para los anfitriones o para los invitados de mayor edad. Si optamos por la primera opción, las personas mayores deben ir a la derecha e izquierda de los anfitriones. Si hay niños pequeños, cerca de sus padres y el resto según las relaciones y el grado de intimidad entre ellos.
En esta mesa de Navidad, obra del interiorista, Raúl Martins, se ha apostado por manteles individuales, que separan visualmente el espacio de cada comensal, al mismo tiempo que permiten que las piezas de la colección Herança, de Vista Alegre, respiren.
El papel (secundario) de la decoración
La decoración no debe ser ni demasiado pobre ni demasiado exagerada. Debe notarse que es Navidad, pero sin resultar molesta, permitir que los comensales se vean y que las velas aporten calidez, pero no perfume. Candelabros y centros de mesa pueden complementarse con servilleteros y detalles a juego con los colores del mantel o la vajilla. En Nochevieja puedes dejarte llevar por los brillos dorados y plateados.