Las escaleras no son meros elementos funcionales entre niveles o plantas. Su diseño transforma una zona de paso, aportando carácter, dinamismo y personalidad a la casa. Estos ejemplos demuestran cómo es posible convertir este elemento estructural en un verdadero símbolo de estilo.
Una escalera bien vestida
Esta zona de escalera destaca por el alfombra que cubre los peldaños, adaptándose a su forma. Pero también es un espacio "bien vestido" por el papel que cubre las paredes y el detalle del rodapié moldeado de alto especial en blanco que protege la parte baja de la pared, cerca de cada paso. En este ambiente, suman los cuadros de motivos botánicos que decoran la pared, todo con molduras idénticas en color negro. Este es un ejemplo de una escalera encajada entre paredes con mucho estilo. Diseño de la vivienda de Inma Degar del estudio Idegar Interiorismo.
En madera y negro con una solución a medida bajo la escalera
En esta casa de John Taylor la zona de escalera luce elegante y sobria. La madera oscura en tono nogal se aplica en los escalones y en el banco con almacenaje adosado a la parte baja de la escalera. Un espacio de paso bien aprovechado, con una solución a medida que no entorpece el paso y suma. La barandilla en negro también se remata con pasamanos en el mismo tono de la madera. En la pared, una obra pictórica enmarcada en negro con aplique de luz.
Repleta de detalles que la hacen única
El estudio Freehand Arquitectura ha jugado con el ancho de los peldaños en el diseño de esta escalera. Acabada en madera, los peldaños inferiores modifican sus dimensiones jugando con la sensación de amplitud. La barandilla combina una franja metálica con cristal transparente, en busca de protección sin restar luminosidad. El complemento idóneo: una lámpara llamativa de pantallas esféricas en colores, que cubre la doble altura de la zona. Empotrados en la pared, merece la pena fijarse en el detalle de los pequeños focos que iluminan la escalera.
Una escultura entre plantas
El arquitecto Diego Revollo diseñó en este dúplex una escalera que conecta la planta de día con la zona de descanso. Y realmente pensó en convertir este elemento arquitectónico en una escultura. "Anteriormente existía una escalera confinada entre muros y con la incorporación de la galería y el derribo de la mampostería, la nueva escalera helicoidal se convirtió en lo más destacado del proyecto", explican desde el estudio. La estructura metálica curva de la escalera está revestida de madera natural de ébano de Macassar de alto brillo con peldaños de mármol y espejos en la pared.
Un diseño clásico refinado
En esta escalera se combinan materiales y formas con un resultado elegante, basado en el diseño clásico. Los peldaños de madera natural, contrastan armónicamente con la barandilla de hierro forjado, con detalles ornamentales que le confieren ese aire artesanal y tradicional. La curva del tramo superior no solo suaviza la estructura, sino que también dirige la mirada hacia la luz que entra a raudales por l ventana lateral, iluminando de manera natural el espacio. Como contrapunto, cuadros de estilo moderno con enmarcación clásica, que convierten el conjunto en un eje narrativo del espacio. El diseño de esta vivienda es de Ana Agag.
Muy natural y de diseño orgánico
En este proyecto de The Room Studio las formas orgánicas están muy presentes en distintos elementos, también en el diseño de la escalera. Los peldaños revestidos en madera se rematan en curva en el nivel inferior y la barandilla también respeta las formas. La composición de tonalidades en crudo y madera natural se repite en todo el espacio en paredes, suelo y mobiliario. También en este proyecto, los focos que permiten ver adecuadamente los peldaños se integran en la pared.
De estilo clásico renovado
Una zona de escalera abierta que salva las alturas de esta vivienda con suavidad. Un diseño clásico que se actualiza en formas, materiales y acabados. Studiomac diseña una zona con peldaños que combinan dos acabados (huella y contrahuella en madera y blanco, respectivamente) con remates curvos en los escalones del primer piso. En la pared, molduras que forman cuarterones y un delicado aplique lineal en dorado. El contraste lo pone la barandilla en negro. Estilismo de Cristina Rodríguez Goitia.
Con piedra vista en la pared de la zona de la escalera
El estudio Claudina Relat Arquitectura ha llevado a cabo la rehabilitación integral -y energética- de esta antigua casa entre medianeras, construida en 1910. Tres plantas comunicadas por una escalera que representa los conceptos de pasado y presente. Ventanal con perfil en negro, escalera en madera, iluminación ambiental en la parte inferior de la pared, vigas de madera vistas y piedra en la pared.
Un juego de líneas
A partir de una plataforma que gana altura se diseña la escalera que comunica las plantas en este proyecto de Molins Design. La madera como protagonista para una escalera ligera que resulta muy decorativa. Una primera fase en forma de bloque con listones verticales en dos acabados y una segunda de peldaños volados con iluminación integrada en cada peldaño. Las líneas horizontales y verticales se mezclan para crear un volumen muy ordenado.
Materiales y tonos naturales
Con una inclinación muy poco pronunciada se resuelve el diseño de esta escalera en este proyecto de Jaime Salvá Arquitectura. La escalera se funde con el resto de pavimento de la planta y se diseña en dos tramos con un descansillo en el que se integra en el suelo una tira de iluminación LED. Barandilla en negro, una ventana pequeña que deja que la luz natural se cuele y apliques circulares que proyectan la luz sobre la pared, toda revestida en piedra blanqueada. Un resultado sencillo y natural que actualiza el estilo rural.