Cuando llega la Navidad, los niños son quienes más disfrutan de cada detalle. Así que, ¿cómo no llevar la magia de estas fiestas a su pequeño universo? Lo mejor es que no hace falta embarcarse en grandes proyectos ni en manualidades complicadas; con pequeños toques decorativos aquí y allá, podéis crear un espacio acogedor, lleno de encanto y fantasía. Unas luces cálidas, adornos hechos con cariño, un rincón especial para sus cuentos navideños favoritos… y recuerda, la verdadera esencia está en dejar que ellos participen. Decorar el árbol juntos, decidir dónde colocar cada adorno o incluso crear alguno con sus propias manos les llenará de ilusión y alegría. Sin su implicación, la Navidad perdería parte de su chispa y, además, esos momentos compartidos quedarán grabados en su memoria para siempre.
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1. Ropa de cama con motivos navideños
Cambiar la ropa de cama es una forma fácil y efectiva de darle un toque navideño al dormitorio infantil. Elige edredones y sábanas con estampados de renos, árboles de Navidad o incluso sus personajes favoritos vestidos para la ocasión, como los muñecos de nieve de este juego de cama de H&M Home.
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2. Peluches navideños que acompañen sus sueños
Los peluches temáticos son un éxito asegurado. Renos, ositos con bufandas rojas o pingüinos con gorros de Santa Claus pueden decorar la cama o el rincón de juegos, añadiendo un toque navideño acogedor. Además, son compañeros perfectos para acurrucarse durante las noches frías. Opta por peluches suaves y seguros, como estos de la firma b&m, para garantizar que los más pequeños disfruten de la Navidad con toda la comodidad.
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3. Iluminación tenue y cálida para soñar despiertos
Una iluminación especial puede marcar la diferencia en la atmósfera de la habitación. Usa guirnaldas de luces con formas de estrellas o copos de nieve para crear un efecto mágico. También puedes optar por lámparas o apliques con motivos invernales que proyecten sombras acogedoras, como estas setas de la firma Dunelm. La luz cálida no solo hará que el espacio sea más festivo, sino que también lo convertirá en un rincón ideal para la relajación antes de dormir.
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4. Un árbol de Navidad a su medida
¿Qué tal un árbol de Navidad pequeño y seguro que los niños puedan decorar? Elige uno de su altura, como este de El Corte Inglés, y decóralo con adornos blandos o de plástico, perfectos para evitar accidentes. Involúcralos en la decoración: podrán colgar mini esferas, lazos o incluso sus creaciones DIY. Tener su propio árbol les hará sentir importantes y conectados con el espíritu navideño.
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5. Guirnaldas DIY
Las ventanas son el marco perfecto para mostrar al mundo la ilusión navideña que reina en casa. Propón una actividad DIY adaptada a las edades de los niños: con papeles de colores, cintas y pegamento, pueden crear guirnaldas de renos, estrellas o incluso pequeñas figuras de Papá Noel. ¿Tienes niños pequeños? Usa materiales más sencillos como cartulina o goma EVA, y para los más mayores, anímales a añadir detalles pintados o brillantes. No solo tendrán unas ventanas preciosas, sino también una tarde familiar divertida y creativa. Este diseño de la firma IB Laursen seguro que os inspira.
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6. Reparte figuras navideñas por toda su habitación
Nada como repartir por su dormitorio figuritas navideñas que sorprendan a los niños en cada rincón, como esta, de Maisons du Monde, que parece estar pidiendo a gritos que la llenes de caramelos y chuches. Desde muñecos de Disney disfrazados de elfos hasta animales invernales como pingüinos o renos, elige las opciones según la edad de tus hijos. Opta por materiales seguros, como peluche o plástico resistente, y coloca las figuras en sitios estratégicos: junto a la cama, en la estantería o incluso sobre su mesa de estudio.
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7. El elfo travieso: ¡la tradición que encanta a los niños!
El "Elf on the Shelf" es una tradición navideña que llegó de Estados Unidosy se ha popularizado en todo el mundo. Este pequeño elfo llega a casa para vigilar que los niños se porten bien y, cada noche, cambia de lugar haciendo travesuras. Coloca al elfo en posiciones graciosas: colgando de una lámpara, escondido entre los libros o incluso atrapado en una caja de galletas. ¡Los niños se divertirán buscando a su elfo cada mañana! Estos son de Bloomingville.
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8. El compañero perfecto para una siesta de película
Este cojín con forma de abeto de la firma Vertbaudet parece sacado de un cuento de Navidad. No es un árbol cualquiera: con su carita sonriente y su aspecto entrañable, parece que acaba de bajarse del trineo de Papá Noel para llenar la habitación de ternura y espíritu navideño. Perfecto para decorar la cama o su rincón de juegos.
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9. Botas navideñas
Colocar una pequeña bota de Navidad como esta de IKEA en el pomo de la puerta de su habitación es un detalle encantador. Puedes llenarla con mensajes, caramelos o pequeños regalos sorpresa cada día. Esta tradición, que recuerda a las costumbres nórdicas donde los niños dejan sus botas junto a la chimenea, añade un toque mágico a la rutina diaria. ¿Por qué no hacer vuestras propias botas? Usando fieltro, tijeras y pegamento, podéis crear diseños únicos y personalizados. ¡Las risas están garantizadas!
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10. El vigilante navideño
Este tope de puerta en forma de muñeco de nieve de Leroy Merlin no es un adorno cualquiera: parece estar de guardia, atento a cualquier ruido que anuncie la llegada de Papá Noel o los Reyes Magos. Con su sonrisa simpática y su gorro festivo, mantiene la puerta abierta, como si no quisiera perderse la entrada triunfal de los visitantes. Seguro que a tus hijos les fascinará imaginar que este vigilante navideño está cumpliendo su misión, siempre atento y listo para darles la señal de que algo mágico está a punto de suceder.