Lo queramos o no, la televisión es parte del salón. Por eso, debe tener su espacio, pero, al mismo tiempo, no acaparar toda la atención, convirtiéndose en el punto focal de la estancia. La queremos y la necesitamos, pero no hasta ese extremo. A la hora de buscar el lugar ideal, hay que tener en cuenta tanto el espacio disponible como la luz. De forma que sea proporcional a las dimensiones y estar perpendicular a las ventanas, para evitar reflejos sobre la pantalla. Estas 10 ideas te ofrecen soluciones diferentes para encajarla (sin traumas) con el resto de la decoración.
Sobre un mueble
La opción más clásica, pero no por ello la menos efectiva. Colocarla sobre un mueble y dejar que luzca como otro objeto más. En esta propuesta del interiorista Alberto Torres se ha jugado con sus posibilidades decorativas, empapelando la pared con un diseño tropical, reforzando, así, la idea de relax con el mueble de madera, las plantas altas y el ventilador de techo. A eso se le llama crear atmósfera. El experto recomienda, además, “recurrir a tecnología discreta con luces o altavoces inteligentes, que puedas controlar con el móvil. Así, puedes cambiar el ambiente según la ocasión, desde una tarde de cine hasta una reunión con amigos. Con la tecnología adecuada, es casi como tener un asistente personal… solo que sin el café”.
En modo cuadro
No solo darle protagonismo, sino convertirla en un objeto artístico más. Esto es lo que proponen desde Luzio Studio: “Enmarcar la televisión igual que otras piezas de arte para integrarla en la pared con el montaje artístico idóneo”. Tal y como ocurre en este salón, proyectado por el estudio, donde el televisor aparece rodeado de cuadros, como si fuese otro más. De esta manera, se rompe su antiestético efecto, incorporándose con normalidad al ambiente. Para favorecer aún más esa unión, usa marcos y objetos en color negro, a juego con el aparato.
Colgada en la pared
Colgarla en la pared siempre es una buena opción que, además, potencia la sensación de amplitud, ya que no necesita ningún mueble que la ‘soporte’. Para que el ‘efecto cuadro’ funcione, es preciso que el tamaño de la televisión se adapte al de la pared, para que no quede encajada ni desangelada. Tiene que tener espacio suficiente a los lados. Esta propuesta del estudio Júlia Brunet, además, es doblemente original, ya que en el mismo tabique se ha insertado una chimenea de doble cara, que permite ver el exterior y parece también otra televisión. Eso sí, con vistas al exterior.
Delimitada en un área
No debes verla nunca como un elemento extraño del salón, sino como un miembro más. Por eso, es importante crear un espacio acogedor en la zona de la televisión con un sofá en L, que ayude a definir claramente ese ambiente y a separarlo visualmente del resto del salón. Y, tal y como aconseja Ángela del Saz, interiorista de BANNI, “añadir sillones o taburetes que enmarquen el área de la televisión, creando un rincón más íntimo y acogedor. Esto no solo invita a un ambiente más social para compartir momentos, sino que también ofrece flexibilidad. Las butacas giratorias, que aportan dinamismo y permiten una fácil integración con las áreas adyacentes son perfectas”.
Llamando la atención
A la hora de integrar la televisión en un mueble, puedes ocultarla para que pase desapercibida o, como en esta propuesta de la diseñadora de interiores Samantha Gore, darle especial protagonismo. Para conseguirlo, ha recurrido al color, un potente y sofisticado morado, que se acerca al burgundy de moda, que contrasta con el blanco impoluto de la librería. Para equilibrar tanta fuerza, los suelos de madera de Listone Giordano actúan como una cálida alfombra.
En un carrito auxiliar
Si no sabes dónde colocarla o un día prefieres ver la televisión desde el sofá y otra desde el comedor, este carrito auxiliar de Tonelli Design te lo pone fácil. Además, como es de cristal resulta ligero, por lo que es apto también para salones pequeños, y se integra bien en todo tipo de estilos decorativos. Si te decides por esta opción, es importante que el tamaño del televisor sea menor que la base y que lo coloques a una distancia óptima, aproximadamente tres veces la diagonal de la pantalla.
Como eje del salón
Si no puedes con el enemigo, únete a él. Partiendo de esta máxima, el estudio Coblonal ha diseñado un confortable y estiloso estar. El proyecto establece la distribución del salón “alrededor de dos muebles. Uno de chapa metálica, que sostiene el televisor, y otro con cajones en madera de pino, donde la chimenea de gas aporta calidez y confort al espacio”. Sin embargo, esta planificación no otorga todo el protagonismo a la televisión, sino que le cede ese honor, o al menos lo comparte, con la chimenea.
En un gran mueble
Con cierto aire a una habitación de hotel, con estancias abiertas y comunicadas, esta propuesta de Schmidt cuelga la televisión en un gran mueble con dos caras, una que da al salón y otra al comedor. Para que el resultado sea estético, limpio visualmente y ordenado, es preciso que no se vean los cables. En función de si quieres darle o no protagonismo, elige un modelo del mismo color o en contraste, como aquí.
Camuflada
Una buena idea para hacer que pase desapercibida, pero siga teniendo un lugar privilegiado dentro del salón, es camuflándola dentro de un mueble. Puede ser abierto, como el de esta propuesta de Leroy Merlin, o tener puertas correderas que la oculten o la hagan visible, según la ocasión. Debe hacerse de una manera sencilla, en el mismo tono y color que el resto del ambiente, para evitar que produzca el efecto contrario: llamar la atención.
En el armario
Copiamos una idea de la decoración del dormitorio y la llevamos directa al salón. Eso sí, para que resulte eficaz no puede ser un armario cualquiera, sino el Primafilia de Tomasella que cuenta con la tecnología para que a la vez esté, pero no esté. ¿Cómo lo logra? Mediante un sistema de puertas correderas, que incluye un televisor perfectamente integrado en una de ellas. Esto permite disfrutar de momentos de relax, sin restar belleza a la distribución. De forma que, cuando el televisor está apagado, el cristal Stopsol lo hace desaparecer por completo. Casi magia…