¿Te interesa multiplicar tus plantas y, de paso, hacerlo de una forma económica? ¡Los esquejes en agua son la solución perfecta! Muchas especies vegetales pueden reproducirse exitosamente en agua. En este reportaje, la experta en botánica y jardinería, Elena Páez, fundadora de Planthae (www.planthae.com), nos guía para usar esta técnica con éxito. ¡Prepárate para llenar tu hogar de (más) vida y verde!
¿Por qué realizar esquejes en agua?
A diferencia de hacer esquejes en sustrato, tendrás una serie de ventajas: una mayor facilidad de observación, pues podrás ver directamente el desarrollo de las raíces, un menor riesgo inicial, eliminando la preocupación de que el esqueje se deshidrate antes de desarrollar raíces y es ideal para jardineros principiantes, por lo tanto, perfecto para quienes están aprendiendo a propagar plantas.
Además, muchas de nuestras plantas se pueden reproducir por esquejes, ya que este método depende de la capacidad de una planta para generar raíces adventicias otras requieren de métodos más específicos debido a sus características biológicas. Siempre es importante investigar la mejor técnica para cada especie.
En el caso de las plantas cultivadas en interior, Elena destaca diferentes plantas que son fáciles de reproducir con esquejes en agua: el poto (Epipremnum aureum), el poto plateado (Scindapsus pictus), la hiedra (Hedera helix), la Monstera o Costilla de Adán (Monstera deliciosa) o el singonio o planta punta de flecha (Syngonium).
La época ideal para esquejar
La experta botánica subraya que, generalmente, la primavera y el verano son las mejores temporadas para realizar esquejes, ya que las temperaturas superan los 20 grados. “Pero en realidad se pueden realizar siempre que la planta esté en época de crecimiento. ¡Si ves que tu planta está creando nuevas hojas, adelante!”, cuenta.
En la propuesta, Elena está reproduciendo una zamioculca (Zamioculcas zamiifolia), una de las plantas más fáciles de cuidar, y que nos permite además realizar tanto esquejes de hoja como de raíz.
Más probabilidades de éxito
Elena detalla que, para colocar un esqueje en agua, debes asegurarte de que tenga entre 10 y 15 cm de longitud con al menos 2 nudos, un corte limpio en ángulo de 45 grados, hojas sanas (retirando las inferiores para evitar que se pudran en el agua) y sin flores o brotes, para así enfocar la energía en el enraizamiento.
Por otra parte, si se trata de un esqueje de tallo, este debe estar fresco, libre de daños o pudrición, y es ideal que provenga de una planta que enraíce bien en agua, aunque también se puede hacer en el sustrato directamente.
Fíjate en la calidad del agua
La fundadora de Planthae detalla que, para enraizar esquejes, es mejor usar agua filtrada, ya que elimina impurezas como el cloro y proporciona un entorno limpio para las raíces. En todo caso, si empleas agua del grifo, déjala reposar 24 horas para que el cloro se evapore.
La experta, asimismo, recomienda cambiar el agua de los esquejes cada 2 o 3 días, para prevenir la acumulación de bacterias y hongos que puedan dañar las raíces en formación. Igualmente, al renovar el agua con esta frecuencia, se asegura un entorno limpio y oxigenado, favoreciendo un enraizamiento saludable. “Algunos expertos sugieren incluso cambios diarios para mantener condiciones óptimas”, apunta Elena.
Factores cruciales para la salud de los esquejes
El tiempo que tarda un esqueje en generar raíces puede variar según varios factores ambientales y de cuidado. Nos lo detalla a continuación Elena:
- Temperatura adecuada: el agua y el entorno deben mantenerse entre 18 y 24°C, ya que estas condiciones optimizan el metabolismo celular, acelerando la formación de raíces. Colocar el esqueje encima del router puede ser una solución, también las mantas térmicas de terrarios o un miniinvernadero inteligente.
- Buena iluminación indirecta: los esquejes necesitan luz para su desarrollo, pero no deben estar expuestos al sol directo. Una ventana bien iluminada o una lámpara LED de crecimiento puede causar estrés a las plantas.
- Humedad relativa adecuada: mantener la humedad ambiental entre el 50% y el 70% evita que el esqueje pierda hidratación y favorece un entorno propicio para el desarrollo de las raíces.
Los esquejes pueden tardar entre una y cuatro semanas en enraizar, dependiendo de la especie (en la imagen superior son de monstera) y las condiciones específicas.
¿A favor del uso de enraizantes?
Puedes potenciar el enraizamiento añadiendo al agua productos que estimulen el crecimiento radicular.
El agua de sauce (Salix spp.) es uno de los enraizantes naturales preferidos por Elena pues resulta muy efectivo para la propagación de plantas, gracias a los compuestos presentes en este árbol, como el ácido salicílico y las auxinas. El ácido salicílico actúa como un protector natural contra infecciones, ayudando a prevenir que los esquejes se pudran, mientras que las auxinas son unas hormonas que estimulan la formación de raíces robustas y saludables.
Del agua al sustrato
Los esquejes que prosperen bien echarán raíces. Estos esquejes en agua deben trasplantarse a sustrato cuando las raíces tengan entre 5 y 10 cm, y estén firmes, y sus varias raíces bien desarrolladas.
Elena recomienda “utilizar un sustrato ligero y bien drenado, como una mezcla de turba y perlita, que hayas humedecido con un pulverizador antes de plantar. A continuación, debes hacer un agujero en el sustrato, colocar las raíces con cuidado sin doblarlas, cubrirlas con sustrato y regar suavemente también con el pulverizador para asentar la tierra”.
El cuidado de las jóvenes plantas
Igual que no cuidarás igual a un bebé que a un adulto, tampoco puedes pretender que un plantín (una planta joven que aún está creciendo y desarrollándose) no precise unas condiciones más específicas. A este respecto, Elena explica que debemos colocar las plantas en un lugar con luz indirecta y mantener el sustrato húmedo durante las primeras semanas.
Además, conviene evitar fertilizar hasta que el esqueje en sustrato esté completamente adaptado y feliz.
Errores comunes al reproducir plantas en agua
Como hemos estado viendo, los esquejes en agua ofrecen la ventaja de que, como que las raíces crecen en un ambiente con humedad constante, se puede ser un jardinero más olvidadizo (mientras que en el sustrato depende de riegos regulares). Por el contrario, las raíces que se desarrollan en el agua tienden a ser más delicadas y deben adaptarse al cambio cuando se trasplantan al sustrato.
La fundadora de Planthae y experta botánica narra los errores más comunes al propagar plantas en agua, para que no los cometamos. Un problema habitual es emplear agua con mucho cloro o no cambiarla regularmente. Tampoco hay que sumergir las hojas del esqueje en el agua, pues provoca podredumbre. Elena insiste en que no conviene exponer el recipiente a la luz solar directa ni, por supuesto, usar tallos dañados o pobres. Además, no desinfectar las herramientas de corte o trasplantar demasiado rápido pueden afectar al éxito de la misión: propagar una planta adorada (¡o varias!).