Poco a poco y sin hacer ruido, el sofá modular se ha hecho un hueco en el interiorismo de las casas actuales. ¿Las razones de su éxito? Su capacidad de dar una repuesta a las necesidades variadas y cambiantes de los hogares modernos, donde su flexibilidad, su poder de adaptación y personalización lo convierten en una pieza clave en el salón. Si estás pensando en comprar un sofá y tienes dudas sobre si elegir un diseño modular, sigue leyendo y despeja tus dudas.
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Una solución versátil
Se trata de un tipo de sofá formado por varios módulos o tramos independientes, que se pueden montar de diferentes maneras, en función de las necesidades, el momento y tus gustos. Un diseño que encaja muy bien en el estilo de vida moderno, rápido y en movimiento, y en la forma de concebir la casa. Hoy por hoy, la vivienda actual es un espacio abierto, donde se eliminan las barreras y se apuesta por estancias con varios usos, como un salón que es también oficina o una cocina que hace las veces de estar y comedor.
Y en esta vida en movimiento, a diferencia de un modelo fijo, el modular permite una gran flexibilidad en su disposición, lo que lo hace adaptable a distintas configuraciones de la estancia. Por eso, el Anagram de Vitra nació con el deseo de sus diseñadores, el dúo Panter&Tourron, de poder reinventarse una y otra vez.
En modo puzzle
Este tipo de sofá permite cambiar la composición fácilmente y crear distintas distribuciones, como si fueran las piezas de un puzzle. "Por ejemplo: si tienes tres módulos con puff, puedes poner dos delante cuando vengan visitas y crear en medio un espacio para niños o para poner una mesita y hacer el aperitivo. El Pummba también permite jugar con los cojines para tumbarte de distintas forma, ya que es modular en todas sus piezas. Así, puedes moverlos y sentarte en ellos, tumbarte apoyado en el brazo, poner los pies encima... En definitiva, jugar con ellos para ganar aún más comodidad", cuentan desde la marca de sofás modulares.
Comodidad a medida
A la hora de elegir el sofá ideal, cada vez tenemos más en cuenta que ofrezca soluciones personalizadas, especialmente cuando se trata de comodidad. Y en eso los modelos modulares son auténticos especialistas, ya que permiten elegir la configuración que ofrezca el mayor bienestar en cada situación. Desde un módulo con un reposabrazos más ancho para colocar objetos, por ejemplo, hasta una 'chaise longue' para tumbarse en toda su longitud o asientos desmontables, para facilitar las actividades sociales y crear una zona de tertulia confortable para todos. Así, el Felix de Westwing abre un mundo de posibilidades de diseño y un acolchado suave que aumenta el confort.
Un sofá con muchas caras
Y no nos referimos únicamente a su capacidad para formar diferentes composiciones, sino también a las muchas y variadas posibilidades que ofrece desde el punto de vista estético. Menos encorsetado que los diseños tradicionales, al tratarse de módulos puedes elegir un tejido o un color diferente para cada uno o para una sección, como muestra el icónico Mah Jong de Roche Bobois. De esta forma, aportas personalidad y un toque diferente no solo al sofá en sí, sino también a la estancia. Además esto supone un ahorro en el futuro, ya que puedes darle otro aire sin tener que adquirir un sofá nuevo o, en el caso de que haya módulos deteriorados, sustituir solo esos.
De 'quita y pon'
En estos momentos, donde muchas veces cambiarse de casa no es una opción, este tipo de sofá (en la imagen de Loaf) se convierte en tu mejor aliado. Su (valiosa) flexibilidad es también la alternativa perfecta para aquellas personas a las que les gusta reorganizar periódicamente su vivienda, y tener la sensación de estrenar, o que necesitan 'otro salón' porque teletrabajan o esperan un bebé. Por eso, las diferentes formas en las que se pueden disponer los módulos, en esquina, en línea, con 'chaise longue' o a modo de isla son perfectos para reorganizar el espacio sin cambiar de sofá.
Un plus en salones pequeños
A diferencia del sofá fijo, el modular es la alternativa perfecta para salones pequeños, como demuestra este modelo fruto de la colaboración de la influencer Carla Vico y Agoko. Esto ocurre tanto por saber adaptarse a los metros disponibles y a las condiciones del mismo (alargado, en esquina...) como a su capacidad para optimizar el espacio. Así, podemos encontrar, incluso, módulos con almacenaje integrado o versiones con cama supletoria, que permiten utilizar el estar como lugar de relajación, área de tertulia o zona de noche.
Con carácter multifuncional
Su versatilidad hace que sea igual de práctico en casas de familias numerosas o en aquellas donde las visitas son habituales como en pisos pequeños, si te acabas de independizar o vives con tu pareja. Este espíritu libre, como el que posee este diseño de BoConcept, evita que tenga que encerrarse obligatoriamente en el salón y pueda adquirir distintas funciones. Desde mesa auxiliar en el comedor hasta reposapiés en un rincón de lectura o, incluso hacer de cama, juntando dos módulos, si tienes invitados.
Con el poder de crear hogar
Entre sus muchos poderes, tanto decorativos como funcionales, no se puede pasar por alto su capacidad de transformar el salón en un lugar no solo más confortable, sino también más acogedor. Una cualidad que nace de su facilidad para adaptarse a las necesidades personales y del espacio. El sofá Estefan de Sklum, con respaldo y asiento de espuma de polietileno y plumón, puede crecer y aumentar su tamaño según lo precises.
Un elemento clave en espacios abiertos
Si en salones pequeños es una buena manera de optimizar el espacio, en aquellos que no tienen problemas de metros supone una manera de disfrutar de la zona de estar desde todos los puntos, especialmente si está abierta a otras estancias de la casa. Así, puede delimitar visualmente el espacio, en viviendas tipo loft o en un salón comedor con cocina abierta (una de las distribuciones más actuales). Por eso, el sofá modular, especialmente en su versión rinconera como esta de Caffe Latte Home, actúa como 'mueble barrera' entre las distintas zonas del salón, sin tener que recurrir a tabiques ni otros elementos divisorios.
Una pieza de futuro
Los sofás modulares, como este de Eichholtz, son una solución duradera y funcional, preparada para adaptarse a los cambios de la vida que se producen en cada hogar. De esta forma, ya sea porque te mudes a una casa más grande o porque cambies de piso, es posible agregar o quitar módulos según las nuevas limitaciones espaciales. Por tanto, esto hace que sea una inversión sostenible en el tiempo, capaz de seguirte allá donde tú vayas, evitando, a la vez, la compra de un modelo nuevo si haces mudanza o aumenta la familia.