El blanco es siempre sinónimo de elegancia, luminosidad y amplitud. Pero puede resultar algo sencillo. Para equilibrar, en una cocina con mobiliario en color blanco, la encimera y revestimientos hacen mucho. En este artículo nos vamos a centrar en el suelo. Porque jugar con los distintos acabados puede subir su nivel. ¿Quieres un suelo que aporte calidez, modernidad o un toque de sofisticación? Desde baldosas hidráulicas con patrones atrevidos, hasta maderas cálidas o porcelánicos de efecto mármol, te damos opciones para todos los estilos y gustos, con ideas que van desde lo minimalista hasta lo llamativo.
1. Suelo y paredes coordinadas
Una cocina con muebles en blanco de frentes lisos con tiradores empotrados que usa el mismo revestimiento en el suelo y en las paredes. El veteado efecto piedra es siempre elegante y sube el nivel de la cocina. En este proyecto del equipo de Clysa con mobiliario de Arclinea, además, se suma otro elemento que eleva el ambiente en una cocina con muebles blancos: el cristal.
2. Juego óptico
Studio Grome apuesta en esta cocina con muebles sencillos en blanco con frentes lisos y tiradores invisibles por un suelo muy llamativo que tiene un gran efecto óptico con el cerámico de acabado geométrico, que reproduce y multiplica patrones cúbicos en diferentes gamas de grises.
3. Una acabado de siempre
Esta es otra opción que funciona bien con una cocina con muebles en color blanco cuando se busca un resultado artesanal, casi rústico. Un suelo de barro, que es un acabado natural, por el que aquí apuesta Slow Studio. La mezcla de la sencillez de los frentes en blanco y el barro es un guiño al estilo rústico y al moderno. Un suelo de barro aporta un contraste cálido y acogedor.
4. Delimitar con un suelo geométrico una cocina abierta de muebles blancos
Una cocina abierta con muebles en blanco en la parte inferior y en acabado madera en la superior. La línea actual del frente liso con tirador integrado se anima con un suelo geométrico que delimita visualmente la zona de trabajo. De esta manera, también se apuesta por la funcionalidad con un pavimento resistente que puede lavarse cómodamente en la zona más expuesta a manchas. El proyecto es de Rez Estudio y Pilar Perea, que también se ha encargado del estilismo.
5. El efecto brillo-mate
Aquí, en una cocina abierta con mobiliario en color blanco, la interiorista Pia Capdevila ha optado por animar el conjunto con un efecto óptico que también suma el color. Un suelo que crea una sensación de profundidad con sus motivos cúbicos repetitivos y que contrasta en tonalidades rojizas. Además hay otro detalle que hace especial la composición y es el juego brillo-mate entre el acabado del pavimento y de los frentes.
6. La personalidad del mosaico
Mobiliario de frentes en color blanco liso con tiradores integrados que suman una franja negra que aporta dinamismo a la composición. Ese dinamismo también se siente en el suelo de mosaico, que se convierte en punto focal. ¡Extremadamente personal! Los mosaicos, con sus patrones geométricos, colores variados y texturas artesanales, enriquecen la neutralidad del blanco. Con un pavimento de este tipo puedes reproducir el estilo decorativo que quieras, desde el retro al modernista o el mediterráneo. El mosaico es un material duradero y fácil de limpiar. Este proyecto es de Segadestudio con suelo de mosaico de Hisbalit, modelo Radial de la colección Les Classiques. Como todos los diseños de la firma, se fabrica de manera manual.
7. La atemporalidad y calidez del suelo de madera
Brákara Studio firma esta cocina de muebles blanco en las que se ha optado por un suelo efecto madera natural. El pavimento se prolonga en otras estancias con una agradable sensación de continuidad. La madera es siempre cálida por lo que es el aliado seguro para caldear un ambiente de muebles blancos. Es posible hoy elegir suelos de materiales que parezcan madera aunque no lo sean. De esta forma no hay miedo ni a las manchas ni a su limpieza. Cerámicos, laminados y vinílicosdan mucho juego.
8. Una cocina clásica actualizada con suelo en blanco y negro
El clásico binomio blanco y negro llena el espacio de esta cocina que aunque clásica se siente actualizada. El mobiliario blanco con molduras y tiradores en negro se anima aquí con un suelo de efecto envejecido en blanco, de baldosas cuadradas, que forman un rombo negro en las uniones, prolongando el peso del negro en las juntas. "Esta cocina se ha actualizado mediante ingeniosos recursos decorativos como pintar el techo de negro resaltando las molduras en color blanco, vistiendo las ventanas con venecianas de color negro con las cintas en color blanco, lacando algunas piezas que se venían algo anticuadas como el listón decorativo a juego con el zócalo negro y cambiando los tiradores de los armarios. Todo un reto con el que conseguimos darle una segunda vida a una cocina anticuada sin tener que hacer obra”, confiesa la interiorista Pia Capdevila. Estilismo de Mar Gausachs.
9. Baldosas hexagonales en blanco sucio y gris
En este otro proyecto, llevado a cabo por Luzio Studio, la cocina cuenta con mobiliario en blanco y negro. El blanco se reserva para la gran isla central, con encimera oscura. El negro aparece en el frente de muebles en columna del fondo. Para animar el conjunto de básicos con fuerza, se ha elegido una composición de baldosas hexagonales en blanco sucio y gris, para que el contraste no estuviera tan marcado y así no restar el peso intenso del acabado del mobiliario negro.
10. Con baldosa hidráulica
Elegante y personal. La baldosa hidráulica ofrece numerosas opciones y efectos. Más marcado o suave. En este caso, la interiorista Laura Martínez ha escogido una baldosa hidráulica en tonos neutros para llevar la textura de la repetición y el volumen que genera este tipo de acabado al suelo de la cocina. Los frentes lisos en color blanco se prestan a una opción más atrevida y marcada como es la de una baldosa hidráulica. Al elegirse en tonos neutros, aporta un toque sutil de elegancia sin recargar el espacio. Es un complemento al mobiliario en blanco, sin restarle peso.
11. La nota de color
Y esta otra cocina también recurre a la baldosa hidráulica pero con color. En el caso anterior, la neutralidad era el objetivo, mientras que aquí, The Room Studio, apuesta por el contraste colorido. Los suelos de baldosa hidráulica tienen un halo artesanal innegable y un guiño a la tradición. Aquí encajan perfectamente en una cocina de estilo contemporáneo con frentes de mobiliario en blanco con molduras rectilíneas. El color verde es acogedor y es tendencia. ¿Necesitas más motivos para convencerte?