El blanco es sinónimo de pureza, luz y amplitud. Aunque tiene fama de sencillo (y de frío), es mucho más complejo de lo que parece, ya que lejos de ser uniforme, cuenta con un gran mundo de sutiles tonos, cada uno con su propia personalidad. Así, existen más de 100 tonalidades, en función de hacia dónde tiende: “Cuando se mezcla con ocres se consigue el que todos conocemos como roto o hueso, creando así matices cálidos que proporcionan luminosidad. Mientras que, cuando lo combinamos con azul o verde, conseguimos efectos grisáceos, lo que da lugar a blancos fríos”, señalaAndreu Guardi, especialista técnico de color de Jotun.
Piensa en el mismo espacio pintado en uno u otro blanco y comprueba cómo la atmósfera cambia, los volúmenes se modifican, la luz juega de manera diferente. Esa es la magia de los blancos. “Es perfecto para quienesbuscan una base neutra que aporte equilibrio y armonía a sus espacios, tanto para interiores minimalistas como para quienes desean jugar con detalles de color en accesorios o mobiliario”, apuntan desde Bruguer. Saber usarlo y elegir la tonalidad ideal, para hacer crecer los metros, incrementar la calidez o aportar un toque de sofisticación puede resultar complicado. Estas 10 ideas de decoración te lo ponen más fácil. ¡Toma nota!
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1. A favor de la luz
Es sinónimo de luminosidad, especialmente en sus acabados brillantes. El blanco es un color versátil y atemporal, perfecto para crear espacios luminosos y amplios. Además de transmitir pureza y serenidad, potencia la luz natural y permite resaltar otros elementos decorativos del entorno. “El color es una herramienta poderosa para expresar estilo y revitalizar cualquier estancia. Combinarlo con otros toques cromáticos en una o varias paredes es una excelente forma de añadir dinamismo, sin perder esa sensación de amplitud y frescura. Este tipo de contraste aporta personalidad y puede transformar un ambiente, dándole profundidad y energía”, afirman desde Bruguer.
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2. Blanco y madera: dúo infalible
El blanco en todas sus versiones se siente cómodo con muchos materiales y acabados, pero, sin duda, con la maderaencuentra a la compañera ideal. “Los matices de blanco son la clave para crear ambientes seremos, tranquilos y armoniosos, ya que se consideran colores neutros, que evocan pureza y luminosidad. Además, combinan con toda clase de tonalidades y texturas. Con madera, el blanco siempre será el toque que la realce. Como el tono cálido de este ambiente que combina perfectamente con los detalles en blanco puro y que, a la vez resalta, la belleza del suelo de madera”, argumenta Andreu Guardi, de Jotun.
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3. Blanco sobre blanco
Puede parecer que un puro se dé de bruces contra un lino o un roto. Sin embargo, no es así, tal y como demuestra este ambiente de Alternative Flooring, donde se mezclan con acierto distintos tonos de ‘white’, creando un conjunto armonioso y equilibrado. Esta superposición de blancos logra crear volúmenes, gracias también a sus materiales y acabados: cortinas con suaves motivos, una alfombra impoluta y mullida, un sofá bold que te atrapa…
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4. Con textura suma valor decorativo
Las paredes con textura, entre las que se incluye el gotelé, son una de las tendencias de la temporada. Una tendencia en la que el blanco se siente cómodo y saca a pasear todo su potencial decorativo. Como ocurre en Casa Riera, una espectacular casa de vacaciones, obra del arquitecto e interiorista Serge Castella, donde este neutro da vida y alma a los espacios. Castella, un enamorado del blanco en paredes y techos, lo utiliza como lienzo sobre el que desplegar las piezas que componen la decoración y el mobiliario. Imposible no fijarse en las lámparas Couro Leaf de Let’s Pause. Las fibras vegetales y este color forman un tándem decorativo perfecto.
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5. Para unificar ambientes
El blanco no solo tiene la capacidad de ampliar visualmente los metros y potenciar la luz natural, sino que bien usado, como en este proyecto de Tinda’s Project, logra unificar las distintas estancias de la casa. Para conseguir esa unidad, no es necesario optar por el mismo tono, sino que puedes jugar con los diferentes matices, en función de la habitación en sí, la orientación y la luz natural que recibe.
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6. En versión sofisticada
Las cocinas blancas son siempre un acierto seguro, independientemente del uso del color que se haga en el resto de la casa. Además, según puntualizan desde Moretti, “el blanco es sufrido, aunque no lo parezca, ya que los arañazos, las manchas y las huellas se ven mucho menos que en una encimera oscura, por ejemplo”. Sin olvidar su versatilidad, que le permite encajar en diferentes estilos decorativos, sintiéndose cómodos en todos ellos. Así, puede lucir minimalista, clásico, moderno o sofisticado, si incorporas detalles en negro y dorado, como en esta propuesta.
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7. Su versión más cálida
¿Quién dijo que era un color frío? Si apostamos por aquellos que cuentan con ocre en su mezcla llegaremos a tonalidades tan cálidas, como las que tiene este ambiente de Arenaa Studio, donde el blanco se apodera de todo y lo hace sin temer el ‘efecto frío’. Si, además, incorporamos complementos decorativos de colores intensos, madera o fibras naturales, habremos conseguido compensar la frialdad de este neutro con estilo y equilibrar el conjunto.
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8. Una caja blanca
Paredes, techos, carpintería y suelo se visten de blanco. Así, hacen crecer los metros y favorecen la luminosidad, creando un ambiente equilibrado y en armonía donde nada desentona y las piezas de madera de Fritz Hansen lucen cómodas y funcionales. Ya te lo hemos advertido: el dúo ‘deco’ de madera y blanco es infalible e… ¡irresistible!
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9. Con efecto relajante
Las posibilidades del blanco son tan variadas como sus más de 100 matices. Por eso, no hay estancia que se le resista. Es el compañero ideal en cocinas, salones, entradas, baños y también en el dormitorio. Eso sí, para que favorezca una atmósfera relajante, que invite al descanso, recurre a tonos ocres y juega con texturas cálidas y naturales, como las de este ambiente de Hannun.
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10. Efectos visuales
Mágico, así podríamos definir a este color que cambia y se transforma tanto por medio de la luz que recibecomo con los distintos matices que incorporemos. Para potenciar esos efectos sorprendentes, es importante jugar con la iluminación natural y artificial y combinar tonos de blanco que ‘casen’ bien y potencien sus mejores atributos. En este ambiente de La Redoute Interieurs, el sofá, la alfombra y las paredes aportan dinamismo y potencian los volúmenes, para que este salón blanco no luzca plano y desangelado.