Despensa© Adobe Stock

10 ideas que funcionan para renovar tu despensa y crear un espacio práctico y organizado

Ya se trate de un cuarto independiente junto a la cocina o de un armario grande, contar con una despensa bien estructurada es esencial para una vida doméstica más tranquila y fácil. Descubre cómo organizar el espacio y las claves para hacerlo más práctico. Spoiler: el orden es fundamental.


12 de noviembre de 2024 - 18:25 CET

La despensa es un espacio de almacenaje muy importante para la organización doméstica de la casa. Tenerlo en orden, organizado y con todos los productos accesibles será la clave para que nos resulte fácil de utilizar cada día. Son muchas las cosas que se pueden guardar en una despensa, desde productos perecederos y no perecederos, hasta menaje de cocina de uso eventual, etc. El orden es un requisito imprescindible para que este espacio de almacenaje resulte práctico y funcional. Esto es aún más importante si se trata de una despensa amplia, con mayor tendencia a convertirse en un lugar desordenado en el que nos cueste encontrar las cosas. Para evitarlo, la clave es diseñar una despensa cómoda, accesible y fácil de ordenar. Aquí tienes algunas ideas de lo más útiles. 

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Una combinación de factores para acertar

Diseñar una despensa no es tarea fácil. O, por lo menos, es un trabajo que requiere de un proceso complejo con varios factores. Es el resultado de tener en cuenta diferentes aspectos: la funcionalidad, puesto que el espacio debe ser funcional y práctico, capaz de satisfacer las necesidades de almacenaje que tenemos en casa; la organización, porque debe ser un espacio fácil de ordenar, donde podamos encontrar sin dificultades aquello que buscamos en cada momento; y la estética, para crear una despensa decorativa, con toques de color y mucho estilo.

Cada uno de estos tres factores ha de convivir y colaborar con los otros dos. Los diseños más decorativos también facilitan el orden y la organización de la despensa y, por tanto, resultan más funcionales. Además, cuando nuestra despensa es decorativa y acogedora, es más fácil y gratificante mantenerla limpia y organizada.

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Más espacio para guardar

Maximizar los espacios de almacenaje es una estrategia práctica para crear una despensa organizada y que responda a las necesidades domésticas. Mide bien el rincón donde vas a instalar la despensa, o la habitación en caso de que se trate de una estancia independiente. Piensa en qué paredes puedes instalar armarios o estanterías. Todo debe estar adaptado a los centímetros disponibles, para que resulte lo más práctico posible y puedas guardar más y mejor.

Cuando elijas las estanterías para las paredes, procura que los estantes sean regulables en altura. De esta forma podrás adaptarlos en función de los productos que debas guardar. Además, debes añadir elementos de almacenaje para cosas pequeñas: cajas, cestas, cajones, etc.

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Categorizar es la clave

En el momento en que estés diseñando cómo va a ser tu nueva despensa, debes hacer algo fundamental: pensar en los productos que tienes que guardar en ella y crear las categorías de cosas que necesites. Piensa en que vas a necesitar un espacio para las conservas, otro para verduras y hortalizas que no van en la nevera, otro para bebidas, otro para los productos del desayuno, otro para especias, aceites, etc. Categorizar todo lo que guardas es la mejor solución para saber siempre dónde buscar cada cosa y encontrarla a la primera. 

Ve creando categorías y asigna zonas para cada una de ellas, eligiendo las soluciones de almacenaje más prácticas en cada caso: cajones, baldas, cestos extraíbles, etc. Ten cuidado de no excederte con las categorías, puesto que especificar en exceso, en lugar de ayudarte a conseguir una despensa más ordenada, puede resultar contraproducente.

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© Ikea

Fácil acceso

Este es un objetivo que debemos perseguir. Una despensa cómoda es una despensa con acceso fácil a todos los productos que se guardan en ella. Busca la manera de lograr que puedas llegar sin problemas a los estantes más altos, añadiendo al diseño una escalera o un banco o altillo con dos o tres escalones. De esta forma llegarás fácilmente a los muebles y estantes más elevados. Tampoco pongas en el medio armarios u otro tipo de elementos. Los diseños en L o en U para la despensa son los más funcionales.

Un consejo: procura que haya sitio suficiente para poder abrir y cerrar las puertas de los armarios que tengas en la despensa. Si no lo hay, lo mejor es poner unas puertas correderas que, aunque algo más incómodas, ocupan menos espacio.

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Apuesta por la comodidad de los cajones

Igual que en la cocina, en la despensa se requieren soluciones de almacenaje concretas, prácticas y cómodas. Como los cajones amplios y de extracción completa, en lugar de los armarios con puertas y baldas interiores. En el caso de los cajones, se obtiene una visión total del interior lo que facilita la localización de los productos que necesitas en cada momento. Además, resultan muy cómodos de usar porque evitan que nos tengamos que agachar para ver el interior. 

Elige cajones amplios en función de lo que tengas que guardar, y utiliza siempre organizadores para el interior. Estos elementos sencillos contribuyen a evitar que el contenido se desordene continuamente. Gracias a los separadores de cajones, las cosas se mantienen en su sitio. Otras ideas para ganar funcionalidad en la despensa son los soportes giratorios para el interior de muebles de esquina. Te ayudan a tenerlo todo a mano.

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© Kerrie Kelly

Utiliza las paredes con acierto

Además de los armarios y los muebles, existen otras ideas muy prácticas para aumentar el almacenaje de la despensa y hacerlo más útil. Rentabilizar al máximo las paredes de la despensa es una buena estrategia para conseguirlo. Toma medidas, valora los huecos que ofrezca el propio espacio, e instala aquellos elementos que necesites. Pueden ser baldas y estantes volados, que resultan ligeros y decorativos. Instalar uno o dos estantes de pared a pared, como en la despensa de la imagen, resulta práctico y también decorativo. Otra opción es poner colgadores y ganchos para tener a mano diferentes cosas: bolsas, paños de cocina, menaje, etc.

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© Ikea

El poder de las etiquetas

Tener muy claro lo que guardamos en la cocina es esencial para facilitar el orden en la despensa. Poner etiquetas nos ayuda a saber dónde está todo, qué hay en cada tarro, en cada cesta y cada caja. Además de etiquetar correctamente los contenedores, también es interesante rotular determinados productos con la fecha de caducidad, para saber hasta cuándo los podemos utilizar. Esto es especialmente útil en aquellos productos que compramos a granel, o cuando trasladamos los productos de su envase original a nuestros tarros y botes. Los botes transparentes, todos iguales, nos ayudan a  lograr más orden visual, pero no debemos olvidarnos de anotar la fecha de caducidad o de consumo precedente. 

Un consejo: además de etiquetar los productos, puedes rotular los estantes o las puertas de los armarios, con las categorías de productos que guardas en cada espacio.

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Mantener la limpieza y el orden

Una estrategia que te ayudará a mantener el orden en la despensa, además de conseguir que todo esté ordenado, es limpiar los productos y las instalaciones. Planifícala con tiempo, al menos una vez al mes, y aprovecha la limpieza para desechar los productos que estén caducados o en mal estado. También aquellos que no utilices: consúmelos o deshazte de ellos. 

Para limpiar los armarios, bastará que utilices un paño humedecido en una solución de agua y jabón neutro. La despensa no suele acumular grasa como ocurre en la cocina. Si se producen manchas por accidentes o vertidos de sustancias o alimentos, puedes emplear una mezcla de agua, un chorro de amoníaco y unas gotas de detergente lavavajillas.

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© Ruiz Verde Cocinas

Una zona de almacenaje auxiliar

Si tienes la suerte de contar con una despensa amplia y espaciosa, podrás guardar en ella, además de productos y alimentos, otras cosas que estarán allí mejor que en la cocina. Como las vajillas que no uses a diario, las copas, vasos y otras piezas de cristalería, el menaje, bandejas, mantelerías, etc. Guardar todo esto en la cocina puede resultar molesto, ya que es posible que estas cosas se conviertan en un estorbo, en algo que te roba espacio y que no utilizas apenas. Busca un rincón de la despensa en un lugar menos accesible para todas estas cosas. Puede ser la zona más alta de los armarios, o los cajones más bajos, por ejemplo. 

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© Saitra

Soluciones que son un plus

Una vez has decidido cuál va a ser el diseño de tu despensa, es el momento de ver las soluciones específicas que necesitas para implementarlas. Pueden ser elementos que maximicen el orden en los armarios, como el soporte para instalar en la puerta que te ayuda a organizar las bebidas. O un carrito multiusos que puedas tener a mano para trasladar algunos productos que necesites de la cocina a la despensa, o al contrario. Con el paso del tiempo y a medida que utilices la despensa, te darás cuenta de las ventajas de la nueva organización y de algunos errores que podrás ir corrigiendo. Sabrás entonces qué elementos te faltan y podrás añadirlos al diseño de la despensa.