El Dorado, así se llama esta residencia con uninteriorismo actual y personal, diseñado por Susan Marinello (www.susanmarinello.com), ubicada cerca de Los Cabos en la Baja California Sur (México). Aquí vive una gran familia de ocho miembros con residencia en Seattle, que tienen en esta especial vivienda su refugio. La casa, de 900 metros cuadrados, está ubicada en la cima de una colina, dentro de un complejo denominado Hilltop Villas, y ocupa el tercer y cuarto piso de un edificio, disfrutando además del espacio al aire libre de la azotea.
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El edificio donde está ubicada esta vivienda cuenta don dos residencias y el conjunto está diseñado por el estudio de arquitectura Denton House Design Studio (www.dentonhouse.com). La casa cuenta con unas vistas excepcionales, de las que se aprovecha el interiorismo. La luz lo inunda todo y se potencia con la amplitud de la construcción y estancia, con una altura impresionante del techo y la ausencia de tabiques entre los ambientes de la planta. Butacas de EJ Victor. Cojines de Pierre Frey y Osborne & Little. Sofá de Lily Jack -como las mesas- con tela de Thibaut. Pufs de Palecek.
En el interiorismo, la decoradora Susan Marinello ha jugado con una paleta de neutros animada por los toques en color, con un guiño al estilo mexicano. Las piezas esenciales se introducen en maderas de tono cálido y sobre las tapicerías suaves se suman otros materiales y elementos que reflejaban la cultura de la región. Tanto el arte como los textiles y otros accesorios decorativos provienen Estados Unidos y de México. Escultura amarilla de Ivan Carmona y cuadro de Frank Arnold. Lámpara de mesa de Palecek.
La vivienda tiene un espacio añadido muy interesante y es esta azotea. Los propietarios siempre reciben a familiares y amigos y les encanta aprovechar cada rincón. Aquí pueden trasladar las reuniones más informales para disfrutar del buen tiempo y del sol. El espacio se ha techado con una pérgola de madera para hacer más confortable la estancia, a la sombra. Cuenta con una zona de estar y un espacio de cocina con comedor. Sillones de Room&Board, taburete de madera de Pacelek.
Al otro lado del salón, ya con un techo alto pero sin doble elevación, la cocina comparte espacio con un grandísimo comedor, preparado para acoger no solo a la familia sino a muchos más. Las tonalidades y materiales escogidos son los mismos para los dos rincones. Suelo, paredes y techo claros mantienen la luminosidad. Las generosas dimensiones permiten crear una gran isla de cocina con zona de taburetes, alejada del comedor con mobiliario adosado a las paredes. "Seleccionamos a mano una losa de madera de Parota para la mesa del comedor, que es una especie de madera nativa de México", indica la interiorista. Sobre la isla, lámparas de Leon Leon y sobre la mesa de comedor de L'Aviva Home (de Oaxaca). Las mesa está customizada por Warchol Woodworking y la mesa por Lily Jack.
"El moderno espacio blanco actúa como una galería para enfatizar los patrones de las vibrantes telas escogidas y otras atrevidas piezas de apoyo, como banquetas, cojines y las otomanas", asegura Susan Marinello. Este es un rincón situado en una zona de paso que cumple con todas estas características. El cuadro es de Tracy Stuckey. Banco de Lily Jack con tela de Pierre Frey. Alfombra de Stark Carpet.
En este proyecto, el cliente quiso que las obras de arte -modernas y contemporáneas- fueran locales o tuvieran un vínculo narrativo con México. Y precisamente todo ese arte aparece en cada una de las estancias y encaja bien en ese guiño al estilo mejicano que la interiorista ha sabido llevar a los espacios y conjugar con el resto de elementos. En este dormitorio con cama con dosel, se crea un rincón de lectura y relax al pie de la cama, con chaise longue y otras piezas. Todo encaja en una atmósfera serena a pesar de los detalles coloridos que destacan. Cuadro textil de St. Frank, lámpara de CB2, sillas de Jasper, chaise de Lily Jack y cojín con tela de Thibaut.
Este espacio decorado en tonalidades neutras goza de un gran ventanal que conecta con el exterior. Disfrutar de las vistas mientras se disfruta de un baño de espuma es un gran placer al que tienen alcance los propietarios de esta vivienda. Aquí, junto a la bañera exenta se ubica una espaciosa ducha donde el revestimiento de piedra lleva el efecto de la arena a las paredes.
Base neutra y toques de color con textiles que personalizan. Algún mueble especial, que luce junto a complementos de línea actual. Muy interesante la luz del espacio y el diseño de los ventanales, de grandes dimensiones con panorámico en la zona superior de la pared. En este proyecto se han seleccionado también accesorios de iluminación hechos a mano "para agregar el carácter del trabajo hecho a mano en toda la casa", explican los artífices del interiorismo. Diferentes detalles -como unas cestas tejidas por indígenas en la cocina o una una colección de máscaras de animales en la sala de literas- celebran la cultura de la zona.
Este espacio se ha solucionado con una doble litera que equipa el dormitorio con cuatro camas. Un diseño a medida de líneas rectas, lacado en color topo y con tiradores en negro en los cajones inferiores (realizado por un fabricante local). Al estar colocadas en ángulo, adosadas a dos paredes, dejan el centro de la estancia despejada. En la esquina, entre camas, se crear una zona de apoyo como mesita de noche en la parte baja. Lámpara de mesa de Anthropologie. Alfombra de Turabi Rug Gallery.
En otro de los baños de la vivienda se ha apostado por el mismo tipo de combinación de piedra marcada en las paredes y muebles de madera. El veteado grisáceo aporta textura y destaca la zona de la ducha, mientras que el resto de los frentes quedan en liso allí donde no hay contacto con el agua. También la encimera del mueble del lavabo luce este acabado. Grifería de Waterworks.
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