Cuidar el interiorismo del dormitorio es una de las mejores estrategias si queremos disfrutar de un buen descanso nocturno y de un sueño reparador a diario. Los muebles y elementos de nuestra habitación, la forma en que los elegimos y los distribuimos en el espacio que tenemos disponible, los complementos que utilicemos, la paleta cromática... Todo suma y ayuda a determinar el resultado final; la atmósfera que reina en una habitación. Por eso, antes de hacer ni comprar nada, planifica muy bien cómo quieres que sea tu dormitorio. Aquí tienes algunas pautas que pueden ayudarte.
La importancia de la distribución
Todos queremos disfrutar de un dormitorio cómodo, acogedor, amplio y luminoso. Sin embargo, la realidad es la que es y hemos de conformarnos con la habitación que tenemos, sean cuales sean sus metros cuadrados y su forma (cuadrada, rectangular, con recovecos o no...). En cualquier caso, siempre podemos tratar de distribuir el espacio de la mejor manera posible, teniendo en cuenta los muebles que necesitamos y las soluciones que tenemos a nuestro alcance.
Comienza por tomar medidas del espacio. Mide las paredes, la altura de los techos, los huecos que tenga, etc. y dibuja un pequeño esquema o plano. Ten en cuenta que necesitarás dejar espacio suficiente para poder moverte con libertad. Planificar es esencial para dar con el mejor resultado. Busca ideas practicas que te ayuden a crear ese dormitorio relajante y acogedor con el que sueñas.
Priorizar el descanso
Si tienes la suerte de disponer de un dormitorio amplio y espacioso, no tendrás problema en decidir qué muebles vas a poner en cada rincón. Otra cosa sucede cuando los metros cuadrados brillan por su ausencia y tenemos que darle vueltas a la forma en que debemos colocar cada elemento para lograr una habitación que favorezca el relax y el sueño nocturno. En estos casos lo importante es priorizar.
No es posible ponerlo todo, por lo que hemos de decidir qué es más importante: ¿quieres tener una cama más grande, o dos mesillas a ambos lados del cabecero? ¿Prefieres poner una cómoda, o un rincón de lectura? Como consejo general, lo mejor es comenzar por elegir únicamente los muebles esenciales como la cama, un armario y las mesillas. Después habrá tiempo de ir completando la decoración del dormitorio y el equipamiento del mismo. Ten en cuenta que un dormitorio demasiado llenos de cosas no favorece el descanso, sino todo lo contrario.
La luz, un elemento esencial
Si entiendes tu dormitorio como un espacio único y personal, como un refugio, ya sabrás lo importante que es dotarlo de la mayor cantidad de luz natural posible. La luz del día transforma los interiores. Los hace más acogedores y confortables, menos hostiles. Por eso hemos darle la importancia que merece a la hora de distribuir el espacio.
Cuando los dormitorios cuentan con una gran ventanal, como en la imagen, es importante darle prioridad absoluta. No coloques delante muebles u otros elementos que obstaculicen el paso de la luz natural. Instala la cama en cualquiera de las otras paredes y, si no es posible, elige un cabecero bajo que no impida que la luz circule con libertad.
La cama, la protagonista del dormitorio
Es la auténtica estrella del dormitorio. El mueble que necesitamos para dormir y descansar, por lo que elegirla adecuadamente y priorizar su lugar en la habitación es importante. La cama nos brinda el descanso nocturno diario que necesitamos. Es crucial saber dónde colocarla en función del espacio disponible. Si la poner en paralelo a la ventana, o en frente a esta, lograrás más amplitud visual.
Un consejo: estarás tentado a elegir una cama grande, amplia, que te permita descansar a gusto, sobre todo si compartes la cama con tu pareja. Sin embargo, en ocasiones elegir una cama demasiado grande hace que apenas quede espacio en la habitación para deambular por ella con libertad de movimientos. Ten en cuenta que alrededor de la cama han de quedar, al menos, 60 cm libres. Y si tienes el armario cerca, deja como mínimo un metro entre este y la cama.
¿Cómo distribuir una habitación cuadrada?
Aunque todo está en función de las dimensiones que tenga, los dormitorios cuadrados son fáciles de distribuir. Una buena idea es colocar la cama en el centro de la habitación, con el cabecero en la pared principal, que será la más larga, siempre que no haya en ella puertas ni ventanas. Si tienes sitio puedes po¡ner mesillas a ambos lados de la cama. A lo largo de una de las paredes perpendiculares a la del cabecero (ha de ser la que no tiene ventana) puedes colocar el armario y los diferentes módulos de almacenaje que elijas.
Una idea: si la habitación no es muy pequeña puedes instalar un espacio de trabajo, en caso de que lo necesites. Bastará con que sujetes en la pared, bajo la ventana, un tablero de 1 m de largo por unos 30 cm de fondo (será suficiente).
Si la planta es rectangular
Cuando la planta del dormitorio es alargada y estrecha hemos de tenerlo en cuenta a la hora de amueblarlo y distribuir los elementos en el espacio. En estos casos, no se dispone de gran libertad a la hora de colocar los muebles. Puedes poner la cama al fondo, como en la imagen, y crear una zona de asientos delante.
Si el ancho de la habitación lo permite, otra opción es colocar la cama en el centro del espacio, con el cabecero en una de las paredes más largas y crear espacios auxiliares a ambos lados. Hay muchas ideas para elegir: un rincón de lectura junto a la ventana, una zona de estar, un espacio de trabajo, etc.
Cuando el espacio es reducido
Es uno de los problemas más comunes que compartimos muchas personas: tenemos un dormitorio al que le falta espacio. ¿Qué hacer en este caso? ¿Cómo distribuirlo? La respuesta es priorizar. Puede que te resistas a hacerlo al principio, pero pronto te darás cuenta de que querer meter demasiadas cosas en una habitación pequeña es un completo error. El dormitorio se verá abigarrado, muy lleno de cosas, hostil.
A la hora de colocar la cama, esta ocupará menos si la pones pegada a una de las paredes. Sin embargo, no es una buena idea, ya que verás limitado el acceso por ese lado y eso resultará incómodo. Una solución a la hora de elegir la cama es optar por un modelo con canapé abatible. Ofrece mucho espacio de almacenaje cuando se necesita. En cuanto a las mesillas de noche, puedes sustituirlas por unos estantes en la pared.
Soluciones a la medida
Existen numerosas ideas prácticas que pueden ayudarte a distribuir el espacio en el dormitorio. También a rentabilizar cada metro cuadrado, cada rincón. O a multiplicar el espacio de almacenaje. Elige entre las alternativas a tu alcance para conseguir un dormitorio cómodo y versátil.
Una idea son, por ejemplo, las mesillas de noche de la foto, de la firma Woodendot. Son perfectas para dormitorios pequeños en las que no caben otro tipo de mueble. Se instalan en la pared y no ocupan espacio en el suelo. Esto mismo sucede con las lámparas de mesa: si no quieres que ocupen espacio en tus mesillas instala apliques de pared.
¿Y si la estancia es muy grande?
Esto puede parecer una gran ventaja, y realmente lo es. Pero tampoco está exenta de problemática la situación, ya que a veces no sabemos cómo decorar un dormitorio muy amplio, y el espacio parece desangelado. Para empezar, es buena idea utilizar algún mueble para separar ambientes. Una librería o estantería de gran tamaño podría ser elemento adecuado que separe la cama de la zona del vestidor, por ejemplo. Elige puertas abatibles si no tienes problema de escasez de espacio, porque son más cómodas y prácticas
Con techos inclinados
Muchos dormitorios se instalan en espacios abuhardillados, con los techos inclinados. Esta característica, que resulta decorativa, puede convertirse también en un inconveniente que limite el espacio en altura. Se requiere ahora una distribución especial. Si el espacio no escasea, lo mejor es colocar la cama en el centro de la habitación y aprovechar las zonas más bajas para instalar armarios a medida que aprovechen esos huecos con espacios de almacenaje.
Otra opción, cuando la habitación no es demasiado amplia, es colocar el cabecero de la cama en la parte más baja del espacio. En la medida de lo posible, los espacios abuhardillados son muy adecuados para dormitorios infantiles, ya que los dota de un gran encanto.