El jardín es un ente vivo y, como tal, ha de renovarse continuamente. Las plantas se mueren. Llegan al final de su ciclo vital o sufren el ataque de las plagas, de la sequía o de las heladas extremas en invierno. A veces no resisten estos embites y terminan muriendo. Sustituirlas por otras plantas jóvenes y nuevas es una labor frecuente que debemos saber hacer. Hoy te contamos cómo plantar arbustos, árboles y otro tipo de especies en el jardín.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
La importancia de plantar
Si quieres tener un jardín frondoso y rebosante de vida, es esencial renovar las plantas. Muchas se dañan con el paso del tiempo y llega el momento de sustituirlas por ejemplares nuevos y sanos. Por eso debes conocer las técnicas de plantación de arbustos y árboles, que son las que pueden plantear más dificultades. Será la garantía para que renueves tu jardín sin problemas en el momento en que sea necesario. Aunque es un trabajo sencillo, plantar tiene sus circunstancias y, si no hacemos las cosas bien, podemos acabar con las plantas antes de que consigan asentarse en el terreno. Sigue leyendo y descubre qué necesitas saber para que esto no ocurra.
El momento adecuado
Lo primero que debes tener en cuenta cuando quieras plantar árboles o arbustos en el jardín es si estás en la época más adecuada para hacerlo. Saber cuándo debes plantar cada ejemplar será una garantía de éxito. Aunque muchas especies vegetales pueden plantarse en cualquier momento del año, para otras es más importante observar la época de plantación. Es el caso de los árboles y arbustos de hoja caduca, que deben plantarse durante el otoño y el invierno, ya que en estos meses entran en un período de latencia o época vegetativa y es más fácil que la planta prospere adecuadamente en su nueva ubicación.
Septiembre y octubre son buenos meses para plantar. Si en el primero podemos dedicarnos a añadir a nuestro jardín arbustos de bayas, madroños, laureles y olivos, en el segundo podemos plantar rosales y coníferas, entre otras plantas.
Cómo preparar el terreno
Este es uno de los primeros pasos que debemos dar y también uno de los más importantes. Si quieres que tu nuevo ejemplar crezca saludable, debes preparar adecuadamente el terreno antes de plantarlo. Para eso analiza si la tierra es de buena calidad y, si no lo es, enriquécela de forma adecuada añadiendo mantillo o estiércol, por ejemplo. Un abono orgánico le viene de maravilla al terreno para acoger adecuadamente a las nuevas plantas y proporcionarles los nutrientes que necesitan.
Otra alternativa es mezclar con la tierra un sustrato adecuado a las plantas que quieres poner. Puedes elegir un sustrato ligeramente alcalino para árboles frutales, o una turba para plantas acidófilas. Hay distintos tipos de sustratos según sean las especies a plantar. Pide asesoramiento en tu centro de jardinería para no equivocarte.
Respetar la distancia de plantación
Cuando plantamos especies vegetales grandes en el jardín, como arbustos o árboles, es muy importante respetar la distancia de plantación entre unos ejemplares y otros. Para ello debemos tener en cuenta el crecimiento de cada especie, así como el tamaño que alcanzará cuando sea adulta, tanto en lo que se refiere a la altura como al contorno. Además, debemos valorar el emplazamiento de cada ejemplar: si va a estar próximo a una casa o construcción, cerca de la piscina o junto a la valla del jardín.
La forma correcta de cavar el hoyo
Cuando ya tengas decidido qué especie vas a plantar, dónde y cuándo lo vas a hacer, y hayas preparado el terreno correctamente, habrá llegado el momento de cavar el hoy que va a coger a tu nuevo arbusto o árbol. Elige un día adecuado en el que no haga mucho viento y, por supuesto, que no esté lloviendo para poder trabajar bien. Comienza a cavar el hoyo con una pala. Ten en cuenta que el agujero debe ser los suficientemente grande como para que el cepellón de la planta se asiente y le sobre sitio.
Un consejo: es buena idea que el día anterior a la plantación riegues bien la tierra para que esta esté húmeda y puedas trabajar más fácilmente. Además eso también le vendrá bien a la planta.
Revisa las raíces de la planta
Antes de introducir la planta en el hoyo es importante que revises las raíces para ver si están en buen estado o si necesitan cualquier tipo de poda. Si tu arbolito estaba antes en un contenedor y ya había adquirido un tamaño excesivo, puede que las raíces estuviesen demasiado comprimidas. Recorta ligeramente las que puedan estar dañadas.
Si el árbol o el arbusto ha alcanzado la atura que deseas y no quieres que crezca más, puedes tratar de limitar su desarrollo antes de plantarlo. ¿Cómo? Podando las raíces. Hazlo cuando la planta esté en periodode reposo, desde finales del otr+oño y durante el invierno. Desenreda las raíces y reduce el tamaño del cepellón en un tercio, no más. Ya puedes plantarlo con normalidad.
Asienta el cepellón
Una vez hayas terminado de cavar el hoyo para tu nuevo arbusto o árbol, es el momento de colocar el cepellón de la planta dentro del agujero de plantación. Antes de meterlo, clava un tutor o una estaca si vas a hacerlo. Este paso debe ser previo a la introducción del cepellón en el hoyo para evitar así que se dañen las raíces al clavar el tutor. A continuación rellena el hoyo con la tierra que has extraído al cavar, o con un sustrato específico.
El siguiente paso consiste en pisar muy bien la tierra alrededor del árbol o arbusto, de forma que quede totalmente compacta. Es importante tratar de eliminar las bolsas de aire que puedan quedar dentro del sustrato.
Cómo entutorar las plantas nuevas
Cuando plantamos arbustos o árboles en el jardín nos asalta la duda sobre si es necesario o no entutorar estas plantas. Aunque esto depende de la zona en la que esté nuestro jardín, así como en las características de las plantas. Si la zona está expuesta a vientos fuertes, es importante hacerlo ya que así estaremos protegiendo a la planta de las sacudidas del aire. Para hacerlo correctamente coloca un tutor grueso o una estaca en el hueco de plantación, clávalo a conciencia para que no se mueva y continúa con la plantación.
Una vez plantado el árbol o el arbusto que desees poner en el jardín átalo a la estaca o tutor con cintas de goma que lo sujeten, pero que no deterioren la corteza. No debe ser muy rígidos para evitar incisiones y heridas en el tronco. Los tutores conseguirán que la planta tenga un buen desarrollo durante sus primeros años de vida, cuando es más vulnerable.
El mejor momento para entutorar
Si quieres saber cuándo debes entutorar tus plantas, la respuesta es durante la plantación. Una vez hayas cavado el hoy en el que vas a colocar la nueva planta es el momento de colocar el tutor, antes de introducir el cepellón en el hueco. Esto tiene una explicación lógica: al ponerlo antes de la planta evitarás dañar las raíces, algo que podría suceder si lo haces después. En relación al tiempo que debes mantener los tutores en las plantas, debes saber que estos se suelen dejar entre 18 y 36 meses, ya que si los dejamos más tiempo pueden afectar al desarrollo del ejemplar.
Plantar a raíz desnuda
Esta es una forma de plantar cuando se trata de especies que no cuentan con cepellón, ese bloque de tierra compacto en el que están las raíces. El cepellón las protege durante la plantación, por lo que debemos extremar las precauciones cuando no existe y las raíces están desnudas. En muchas ocasiones comprar plantas con raíz desnuda es más barato, y puede ser una buena manera de ahorrar. Para tener éxito al plantar este tipo de ejemplares debemos tener en cuenta ciertas cosas:
- Planta tus ejemplares a raíz desnuda nada más comprarlos. No esperes.
- Elige plantas que no tengan todas las raíces orientadas hacia el mismo lado. Es mejor que estas se distribuyan hacia todas las direcciones.
- Antes de plantar, hidrata las raíces en un cubo de agua y déjalas sumergidas durante 30 minutos.
- Excava un hoyo amplio (al menos tres veces más grande que el diámetro de las raíces) y bastante profundo.